Estreno en España: 18 Julio 2008
Puntuación:
Sinopsis
Hay héroes… hay superhéroes… y luego está Hancock. Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Todo el mundo lo sabe. Todo el mundo, menos Hancock. Insatisfecho, atormentado, sarcástico e incomprendido, las acciones heroicas y bienintencionadas de Hancock cumplen su objetivo y salvan muchas vidas pero siempre provocan unos tremendos desaguisados. La población ya no puede más, y aunque está agradecida de tener a su héroe local, los buenos ciudadanos de Los Ángeles se preguntan qué es lo que han hecho para merecer a este tipo. Hancock no es alguien al que le importe lo que piense la gente, hasta el día en que salva la vida de Ray Embrey, alto ejecutivo de una empresa de relaciones públicas. Es entonces cuando el impopular superhéroe se da cuenta de que, al fin y al cabo, tiene un lado vulnerable.
Crítica de Cine.com
por Leo Aquiba Senderovsky
El punto de partida de Hancock es indudablemente interesante: Un superhéroe alcohólico, violento y que comete más desastres en su lucha contra los criminales, que los criminales mismos. Indudablemente hay material para una comedia en esa idea argumental, y más si el superhéroe es Will Smith, uno de los actores más talentosos y frescos del Hollywood actual, y a quien le sienta bastante bien el aspecto ruinoso. La comedia se duplica cuando entra en escena un asesor de imagen que, en agradecimiento por salvar su vida, le ofrece ayudarlo a lograr una transformación física y de conducta, para conseguir el respeto y la admiración de la gente. Efectivamente, Hancock es una muy buena comedia desde el comienzo y durante toda su primera mitad. Peter Berg, director del thriller bélico The kingdom, dirige con bastante oficio las escenas que combinan acción con comedia. Sin embargo, previsiblemente, cobra protagonismo el personaje de Charlize Theron y, si desde el comienzo intuimos que hay algo más en su personaje, toda intuición se confirma con una vuelta sorpresiva que disparará el conflicto principal. El problema deviene en que, al cobrar fuerza el conflicto que reúne a Hancock y Mary (Theron), todo atisbo de comedia desaparece de cuajo, pasando de la comedia con visos paródicos (si hasta se parodia fantásticamente la banda sonora de Superman, cuando Hancock reaparece como superhéroe para salvar a la ciudad del caos), al drama fantástico y suntuoso en efectos especiales, con indagación en los orígenes del superhéroe y con superhéroes perdiendo sus valiosos superpoderes. La larga lista de películas de este tipo estrenadas en los últimos diez años, demuestran claramente el traspié en el que se puede caer por enfocarse demasiado en los orígenes del protagonista. Aquí estos orígenes son los que disparan el drama, y, sin perder valor en cuanto a entretenimiento, frente a una primera mitad que hace de la comedia su arma principal, el drama no hace más que perder los estribos de una propuesta que merecía un desarrollo acorde a su idea inicial, y termina quitándole toda cohesión a la película.
Dirección: Peter Berg.
País: USA.
Año: 2008.
Duración: 92 min.
Género: Acción, fantástico, comedia.
Elenco: Will Smith (Hancock), Jason Bateman (Ray), Charlize Theron (Mary), Eddie Marsan (Red), David Mattey (Man Mountain), Maetrix Fitten (Matrix), Thomas Lennon (Mike), Johnny Galecki (Jeremy).
Guión: Vy Vincent Ngo y Vince Gilligan.
Producción: Michael Mann, Akiva Goldsman, Will Smith y James Lassiter.
Música: John Powell.
Fotografía: Tobias Schliessler.
Montaje: Paul Rubell y Colby Parker Jr.
Diseño de producción: Neil Spisak.
Vestuario: Louise Mingenbach.
Estreno en USA: 2 Julio 2008.
Biofilmografía de Peter Berg
Nació en Nueva York y se interesó por la interpretación desde que sus padres le llevaban al teatro a Broadway dos veces al mes cuando aún era niño. Estudió Arte Dramático en la Universidad Macalester de Minneapolis donde trabajó en varias producciones, “Flibberty Gibbet” y “Tartufo” entre otras.
Filmografía
# Hancock (2008)
# The Kingdom (2007)
# Friday Night Lights (2004)
# The Rundown (2003)
# Very Bad Things (1998)
CÓMO SE HIZO “HANCOCK”
1. El proyecto
“Hancock no es como el común de los superhéroes”, dice Will Smith, la estrella de la nueva comedia de acción de Columbia Pictures, Hancock. Smith dice que lo que lo atrajo de la película es la oportunidad de llevar a la pantalla una historia única, Hancock, una película de superhéroes que amplía las fronteras del género haciendo énfasis en las emociones humanas. “Existe esta idea de que las películas de ‘verano’ son de acción y que las películas de ‘otoño’ son de personajes”, explica Smith. “¿Qué ocurre si coges una historia dramática con personajes complejos y la sitúas dentro de una producción con todas las campanas y la algarabía de una película del 4 de julio? ¿Por qué no se pueden unir y obtener lo mejor de los dos mundos?” La manera en que Smith y los realizadores —productores Akiva Goldsman, Michael Mann y James Lassiter, y el director Peter Berg— se propusieron lograr esto, fue presentar al personaje de una forma diferente. La película no se centraría en cómo Hancock obtuvo sus poderes o en cómo elige usarlos; sino en Hancock como la figura universal de un hombre en el medio de su carrera que odia su trabajo y que quiere dejarlo. Sus superpoderes, lejos de ser una bendición, le han dado una actitud que le ha ganado la antipatía del público, que debería ser su mayor seguidor.
“Existe sólo una persona capaz de representar esta idea”, dice Goldsman. “No puedo llegar a concebir a Hancock sin Will Smith interpretándolo”. “Will estaba encantado de interpretar a un superhéroe”, dice el productor James Lassiter. “Cuando vimos el guión, pensamos que era la manera perfecta de hacer una película de este tipo, un héroe irreverente nunca visto antes. Hancock es un personaje interesante, excepcional, que rompe el molde”. Con Will Smith a bordo, fue una tarea fácil convencer a Peter Berg, aclamado por su trabajo como director de Friday Night Lights y La sombra del reino (The Kingdom), para dirigir la película. “Will es una de las pocas estrellas de cine en la que realmente confluyen una serie de habilidades”, continúa Berg. “Tiene talento, no tiene miedo y es extremadamente honesto. Cuando estos tres elementos se reúnen, esa persona lo puede interpretar casi todo, y Will, ciertamente, ¡está dispuesto a intentarlo!” Para Michael Mann, el resultado es la unión perfecta entre la estrella y la película. Un film que entrega lo que el público espera de Will pero a la vez lo atrapa de manera sorprendente. “Nos propusimos hacer una película que se moviera entre lo profundo, gracioso, irreverente, sexy y romántico pero que a la vez fuera emocionante y maravillosamente intensa. El poder de Will Smith como actor es su habilidad de habitar de manera profunda en los estados de ánimo de este complejo personaje. Él es el centro de gravedad…”, concluye Mann.
“Hancock es complicado”, dice Smith. “Cada día se despierta enfadado con el mundo. No recuerda lo que le ha ocurrido y no hay nadie que le ayude a encontrar las respuestas. Tiene buenas intenciones, pero tiene problemas a la hora de conectar con el mundo que tiene a su alrededor”.
Smith asegura que la película tiene sus raíces en una profunda emoción humana. “Hancock es como un líder del equipo del instituto, que tiene todo el talento del mundo pero la actitud equivocada”, dice Smith. “No se da cuenta de que la razón de que su equipo no gana es porque su amor y comprensión por el juego no están allí, no entiende la belleza del trabajo en equipo. Ser parte del grupo, interactuar con los otros, es la idea central del ser humano. Pero Hancock se encuentra totalmente aislado hasta que conoce a Ray Embrey, que lo vuelve a incluir en la sociedad”.
Jason Bateman interpreta el papel de Ray, el ejecutivo de buen corazón del mundo de las relaciones públicas. “Cuando Hancock salva su vida, Ray quiere devolverle el favor enseñándole la manera de comportarse apropiadamente y limpiar su imagen. Pero para Ray, no se trata de controlar la imagen del héroe, realmente lo que quiere es enseñar a Hancock a ser un mejor superhéroe”.
“He tenido mucho espacio para explorar en Ray, porque es un alma confiada”, agrega Bateman. “Él ve el mundo color de rosa, es inocente y piensa que detrás de la dura coraza de Hancock se esconde un interior suave y manejable, hasta que la relación entre ellos se complica. Todos estos elementos hacen que interpretar el personaje de Ray sea muy gratificante”.
“Charlize Theron es la nota musical que encaja a la perfección con Will y Jason Bateman”, dice Goldsman. “Necesitábamos a tres personas, a las que el público quisiese ver ganar; fue un verdadero juego de equilibrio”.
Por su parte, a Theron le atrajo su personaje por múltiples razones. Primero, por supuesto, la oportunidad de volver a trabajar en equipo con Smith, con quien ya trabajara en La leyenda de Bagger Vance (The Legend of Bagger Vance). “Will interpreta su papel maravillosamente”, dice Theron.
A Theron también le impresionó el guión, en el que encontró personajes ricos y convincentes. Mientras que su marido, Ray, ve únicamente el superhéroe que Hancock puede ser algún día, Mary lo ve desde la perspectiva de todos los demás. “Ella está enfadada con el mal comportamiento de Hancock, que en la superficie, parece ser totalmente irresponsable y destructivo”, comenta. “Ella es inflexible y no permite que nada desbarate la vida idílica que ha creado con Ray y su hijo. Pero cuando Hancock comienza a mostrar signos de que hay luz al final del túnel y que su comportamiento está cambiando, y ella continúa sin aceptarlo, entonces comienzas a preguntarte ¿por qué?”
Los realizadores suben la apuesta emocional sumando al reparto a Jae Head como Aaron, el hijo menor de Embrey. La estrella de 11 años, trabaja también en la serie que dirige Berg, Friday Night Lights, los realizadores vieron a más de 30 jóvenes actores antes de decidirse por Head. “Los actores jóvenes pueden ser complicados”, dice Berg, “pero Jae está intacto y es genuino. Vive en Texas, donde su padre es el entrenador del instituto y su madre está siempre con él. Tienes la sensación de que él está igual de feliz haciendo de recogepelotas para su padre que en el rodaje con Will Smith. Es un chico intuitivo que ha pasado mucho en su vida y que entiende que cada día es un regalo, tiene una gran actitud. Se involucra en todo”.
Berg utilizó su propia tradición familiar de comer spaghetti con albóndigas la noche del domingo para ilustrar el estrecho vínculo que une a la familia. Todos los jueves por la noche, los Embreys celebran “la noche de la pasta loca” asegurándose de tener una cena familiar al menos una noche por semana y no permitir que el trabajo, la escuela u otras distracciones sienten precedente para no compartir tiempo en familia.
“Comí al menos 20 platos”, dice Head, refiriéndose al rodaje de las cenas familiares. “Estaba tan ansioso de llegar al rodaje que olvidé de tomar el desayuno esa mañana, así que al principio estaba encantado de comer. Pero al final de la jornada, tenía ganas de gritar, ‘¡no me nombres a los spaghetti nunca más!'”
Conocido por su faceta como actor, Peter Berg se ha ganado al público últimamente con sus impactantes y creativas películas como director.
Después de colaborar con Michael Mann en la película dirigida por Berg, La sombra del reino (The Kingdom), Berg se puso detrás de la cámara para dirigir Hancock. Mann dice que Berg, crea una atmósfera relajada y espontánea en el rodaje, pero que debajo de la superficie es un director muy centrado y preparado. “Pete tiene un sentido intuitivo e improvisa en sus decisiones”, dice Mann, “pero es mucho más centrado e intelectual de lo que deja ver. Piensa seriamente en todo”.
“Peter Berg parece ser un niño pequeño de buen corazón que se quiere divertir”, aclara Akiva Goldsman, “pero es una máscara que se pone para generar un ambiente de espontaneidad en el proceso. En verdad es un individuo profundamente reflexivo y muy listo, da libertad a su equipo para obtener los mejores resultados”.
“Pete tiene una voz inconfundible”, dice Smith. “Su estilo y sabor es sólo suyo. Pete está al nivel de los eruditos en la forma en que crea y rueda. Tenía muchas ganas de ver lo que pasaría cuando Pete pusiese a Hancock, un tipo real con problemas reales, dentro del traje de un superhéroe”.
“Pete posee una confianza como actor que es muy diferente a la que un escritor, director o productor pueda desprender”, continúa Mann. “Él sabe cuando tiene que mantenerse en una emoción o un pensamiento y cómo rodar una secuencia para que el actor alcance la emoción específica que está buscando para el público”.
“Él fue franco y honesto acerca de la forma en que quería trabajar”, dice Theron, recordando su primer encuentro con Berg. “Me dijo que iba a gritar cosas en medio de las tomas. Dijo, ‘no voy a cortar, no me gusta cortar, así que espero que estés de acuerdo con esto’. Nunca había trabajado de esta manera antes, pero ahora, no puedo imaginar otra forma de hacerlo”.
Berg fue parte del equipo de realizadores que se unieron para llevar Hancock a la pantalla. Cada uno – Smith, Lassiter, Mann, Goldsman y Berg – puso algo sobre la mesa que ayudó en ese viaje que supuso llevar a Hancock a la gran pantalla.
“Hacer películas es un deporte de equipo”, dice Smith. “Para una película como Hancock, necesitábamos tener los mayores puntos de vista posibles, y todos los integrantes de este equipo tenemos algún grado de ‘anormalidad’. Lo que hizo maravillosa esta colaboración, es que todos teníamos estas ideas raras –todos podíamos decir cualquier cosa- y la mejor idea, la idea que fuera parte del DNA de todo el resto, esa destacaría por sí sola”.
“Formamos un grupo en donde todos nos apoyábamos el uno al otro”, cuenta Goldsman. “Pete puede escribir, dirigir y producir una película, Michael puede dirigir y producir, Will puede producir y dirigir, J. L. ciertamente puede producir, yo puedo escribir y si me apuntas a la cabeza con un revolver, probablemente pueda dirigir una escena. Eso no significa que uno hiciera el trabajo del otro, sino que entre todos nos cuidábamos las espaldas”.
“He tenido que asentir y acatar”, dice Berg entre risas. “Un grupo como Akiva, Michael, Will y J.L. es como una fuerza de la naturaleza, había que estar siempre alerta. Michael podía venir y ‘bam’ y luego Akiva, y después J.L., que es como el asesino silencioso”, bromea. “Cambiamos pequeñas partes del guión y luego nos concentramos en algunos detalles, pero el crédito de la historia lo merecen enteramente Vincent Ngo y Vince Gilligan.
“Como actor aprendí que es importante tener la cabeza bien puesta en el momento adecuado”, continúa. “Hay tantos tapujos en el cine que a veces olvidamos lo que importa, el público sentado en la sala, disfrutando lo que están viendo un año después de que nosotros hayamos terminado con la producción. Will tiene un dicho, ‘si estás listo, nunca tienes que prepararte’. Mantenerme en el preciso encuadre mental hace que para mí esto sea posible”.
“Pete crea una buena atmósfera en el rodaje”, asiente Smith, “donde todo el mundo, del equipo técnico o artístico puede aportar ideas, y él escucha. Es abierto y le gusta divertirse, por lo que todos disfrutan de venir a trabajar. Es una presión muy grande y el ritmo es feroz, pero el trabajo se hace con un buen espíritu”.
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