Estreno en España: 22 Agosto 2008
Puntuación:
Sinopsis
Zohan (Adam Sandler) es un agente israelí del Mossad que finge su propia muerte con el propósito de cumplir su sueño: convertirse en peluquero en la ciudad de Nueva York. Aunque quiere dejar atrás su anterior vida como antiterrorista, pronto se da cuenta de que no es tan fácil escapar de sus raíces. Enemigos nuevos y antiguos intentarán eliminarlo, pero al final todos aprenderán una misma lección: no debes meterte con Zohan.
Crítica de Cine.com
por Leo Aquiba Senderovsky
La primera afirmación que debe hacerse es que esta nueva producción de Happy Madison es la mejor comedia de Adam Sandler en muchos años. El nombre a esta altura infaltable de Judd Apatow vuelve a repetirse en los créditos, en este caso como uno de los guionistas, junto al propio Sandler y a Robert Smigel, y es inevitable considerar que gran parte de la solidez en el disparate de Zohan se debe a la visión de Apatow de la comedia americana. Zohan es la primera comedia que Sandler le dedica a la cultura judía, y en particular, a la cultura israelí. Con fuertes estereotipos, pero también con elementos auténticos (ver, por ejemplo, la presencia de varios temas de la banda de hip hop israelí Hadag Nahash y de un tema de Singapore, otro grupo israelí, en la estupenda banda de sonido de la película), la película nos muestra a un sorprendente agente del Mossad, amante de la música disco, que, cansado del interminable conflicto entre israelíes y palestinos, sueña con trabajar de peluquero. Así viaja a Nueva York, armado con un catálogo de peinados pasados de moda y, rebautizado con un nombre de fantasía para evitar ser reconocido, comienza a frecuentar la zona comercial de Nueva York en la que conviven árabes y judíos. Luego de varios traspiés, empieza a volverse famoso trabajando en una peluquería árabe, por ofrecer favores adicionales a las señoras clientas. Zohan, la película, es una cadena de excesos cómicos de principio a fin. Excesos no necesariamente escatológicos, muchas veces sexuales (asociados por lo general con las “dotes” de Zohan), que comienzan por la construcción a trazo grueso de todos los personajes. Si esta es una de las características principales de la comedia americana actual, en este caso el exceso se potencia al máximo y prima durante toda la película. Bajo esta clave se debe leer la pintura que se hace de los palestinos, esencialmente gritones, encarnados principalmente por dos talentos de la comedia (John Turturro, asociado generalmente a un tipo de comedia distinta de la de Sandler), y Rob Schneider (un Sandler de menor categoría, que aquí interpreta uno de los mejores y más absurdos personajes que le ha tocado en su carrera), y de los israelíes, básicamente hábiles en lo comercial o muy tacaños, y amantes al extremo del humus, encarnados por el propio Sandler, Lainie Kazan (interpretando a una madre completamente desprejuiciada), e Ido Mosseri (primera y destacada incursión en el cine americano de este actor israelí). En el elenco no faltan actores de cine israelí haciendo sus primeras migas en Hollywood, como Yossi Marshek o Yamit Sol, ni los consabidos cameos, propios de toda comedia actual (ejemplos, Mariah Carey, Chris Rock, Henry Winkler, Kevin Smith y John McEnroe). Sin embargo, uno de los elementos más curiosos de Zohan es la manera en que va construyendo su discurso político. Sobre el final, Zohan se une a su archienemigo, El Fantasma (Turturro), para combatir a un poderoso empresario, que pretende limpiar la zona de los comercios árabes y judíos, y para ello busca generar conflicto entre ambas comunidades. La comedia con visos políticos puede, o bien ayudar a construir un discurso que desde el humor se vuelva más digerible, o bien puede hacer que todo discurso se vea reducido considerablemente. Zohan: Licencia para peinar consigue ir por el primer camino, logrando que todo el absurdo y el exceso, que repercute hasta en las muy disparatadas escenas de acción, funcione a la par de una historia que termina bregando por la paz entre israelíes y palestinos, y si bien este elemento va adquiriendo protagonismo hacia el final, no invade ni contamina el tono de comedia híper-grotesca que caracteriza a la película, una de las producciones más graciosas de un actor que en los últimos años intentó salir de este molde, con resultados variados (a favor, Embriagado de amor y En algún lugar de la memoria, en contra, los momentos dramáticos de Click, y algunas de sus comedias románticas de bajo vuelo). Es el propio Sandler quien confirma, una vez más, que este molde, este tipo de comedia, es y seguirá siendo, por lejos, el que mejor le sienta.
Dirección: Dennis Dugan.
País: USA.
Año: 2008.
Duración: 113 min.
Género: Comedia, acción.
Elenco: Adam Sandler (Zohan), John Turturro (Fantasma), Emmanuelle Chriqui (Dalia), Nick Swardson (Michael), Lainie Kazan (Gail), Rob Schneider (Salim), Ido Mosseri (Oori), Dave Matthews (James), Michael Buffer (Walbridge), Charlotte Rae (Sra. Greenhouse), Sayed Badreya (Hamdi), Chris Rock (taxista), Mariah Carey.
Guión: Adam Sandler, Robert Smigel y Judd Apatow.
Producción: Adam Sandler y Jack Giarraputo.
Música: Rupert Gregson-Williams.
Fotografía: Michael Barrett.
Montaje: Tom Costain.
Diseño de producción: Perry Andelin Blake.
Vestuario: Ellen Lutter.
Estreno en USA: 6 Junio 2008.
Biofilmografía de Dennis Dugan
Es un talentoso realizador que lleva dirigiendo películas desde hace dos décadas. Se ha ganado la reputación de ser uno de los mejores directores de comedia gracias a éxitos como Un papá genial; Terminagolf, las dos protagonizadas por Adam Sandler; Tres idiotas y una bruja, con Jack Black, Steve Zahn y Amanda Peet, y Beverly Hills Ninja, la salchicha peleona, con Chris Farley. Recientemente ha dirigido Los calientabanquillos, con Rob Schneider, David Spade, Jon Heder y Jon Lovitz, y Seguridad nacional, con Martin Lawrence.
Empezó su carrera como actor en los escenarios de Nueva York antes de pasar a Hollywood. Protagonizó dos series, “Richie Brockelman” y “Private Eye”, y fue artista invitado en series tan conocidas como “M*A*S*H”, “Colombo”, “Los casos de Rockford”, “Canción triste de Hill Street” y “Luz de luna”.
Filmografía
# You Don’t Mess with the Zohan (2008)
# I Now Pronounce You Chuck & Larry (2007)
# The Benchwarmers (2006)
# National Security (2003)
# Saving Silverman (2001)
# Big Daddy (1999/I)
# Beverly Hills Ninja (1997)
# Happy Gilmore (1996)
# Brain Donors (1992)
# Problem Child (1990)
CÓMO SE HIZO “ZOHAN: LICENCIA PARA PEINAR”
1. El proyecto
La idea de Zohan, un aguerrido soldado israelí que abandona la lucha antiterrorista para seguir su sueño de convertirse en peluquero, le surgió a Adam Sandler hace muchos años e, inmediatamente, vio la mejor forma de desarrollar el personaje en un guión. Trabajaría con dos buenos amigos: su ex-alumno y compañero en “Saturday Night Live” (y guionista principal original de Conan O’Brien y creador de Triumph the Insult Comic Dog y “TV Funhouse”) Robert Smigel, y su antiguo compañero de habitación (y ahora peso pesado de la comedia) Judd Apatow. Zohan: Licencia para Peinar es un terreno familiar para los guionistas. “Mi interés en escribir sobre los israelíes comenzó en ‘Saturday Night Live'”, dice Smigel, que fue escritor de sketchs del programa durante muchos años. “Curiosamente, el primer sketch en el que Adam participó fue ‘The Sabra Shopping Network,’ un sketch que escribí sobre israelíes”. Zohan: Licencia para Peinar también representa la vuelta de Sandler a sus raíces, con un personaje extravagante, delirante y distendido, como los de “SNL” y los de los inicios de su carrera cinematográfica. “El público de Adam se ha acostumbrado a verle interpretar papeles cercanos a él mismo”, añade Smigel. “Pero aunque Zohan pueda hacer flexiones retirando los brazos, sigue siendo tontorrón y vulnerable como Adam”. Según el director, Dennis Dugan, Zohan: Licencia para Peinar enfrenta Zohan a un contrario igual de grande e imponente, que resulta ser un terrorista: Phantom, interpretado por John Turturro. “Ali y Frazier, los Celtics y los Lakers, los Yankees y Boston, Zohan y Phantom”, enumera Dugan. “Son enemigos acérrimos”. Aunque el tema es uno de los problemas más preocupantes del panorama internacional, el objetivo principal de los realizadores fue hacer una comedia. Rob Schneider, un querido miembro de la familia Happy Madison, que se suma al reparto como Salim, un taxista palestino, dice que es posible que la comedia sea el único modo de abordar un planteamiento imposible. “La comedia une a la gente”, dice. “Zohan es ridículo, tan ridículo que espero que todo el mundo se distancie y se ría con él”.
En la película también aparecen varios cameos divertidísimos de antiguos y nuevos amigos. Dave Matthews, de su banda epónima, y Kevin James se reencuentran con Sandler tras un cameo y papeles principales, respectivamente, en Os declaro marido y marido. Michael Buffer, el anunciante de “Let’s Get Ready to Rumble”, también tiene un papel en la película. Y Mariah Carey, la artista femenina que más ha vendido de todos los tiempos, que a principios de este año hizo historia con la mayor cantidad de singles nº 1 de un artista en solitario, aparece como ella misma (y el ídolo de fans tanto israelíes como árabes). La canción de Carey “I’ll Be Lovin’ U Long Time”, tercer single de su álbum “E=MC2”, también se oye en la película.
Pero estos no son los únicos cameos. Entre otras sorpresas, en la película también aparecen Kevin Nealon, John McEnroe, Charlotte Rae, que fue el Sr. Garrett en ‘The Facts of Life’, y el presidente de la Academia, Sid Ganis. “Es posible que no nos nominen a los Oscar®, porque Sid tiene que parecer neutral”, dice Smigel.
Su director, Dennis Dugan, que fusiona lo serio con lo ridículo, ya ha estado anteriormente al mando de éxitos de Sandler como Happy Gilmore, Un papá genial y Os declaro marido y marido, así como en el proyecto de Happy Madison Los Calientabanquillos, además de muchas otras películas y programas de televisión.
“Mi trabajo es colocar la pelota para que Sandler pueda golpearla”, dice Dugan. “Tenemos una sensibilidad similar. Intento captar su visión para la película y trabajo con todos los departamentos para idear la mejor forma de facilitárselo. Ahora que ya hemos hecho cinco películas juntos sé lo que quiere: es más fácil saber que intentar predecir”.
“Cuando tenía 12 años no tenía ni la mitad de energía que tiene Dennis Dugan ahora”, dice Smigel. “Es increíble. Me confió un secreto: lo hace a propósito: sabe que si él arrastra los pies, todos los demás también lo harán. Tiene que servir de ejemplo. Además, me ha hecho reír cada día de rodaje. No pagan tan bien, pero me gustaría verle como maestro de ceremonias en un club de la comedia”.
“Fui actor durante mucho tiempo, por lo que mi teoría es que cuanto más cómodos haga sentir a los actores, muchos de ellos actores cómicos, más se van a sentir como en casa y más graciosos serán”, dice Dugan. “Así que no importa lo cansado que esté o lo largas que se hagan las horas, siempre aparento no estar cansado, que no estoy enfadado y que no estoy de mal humor. De este modo los actores sienten que el plató es un lugar agradable en el que pueden trabajar y sentirse seguros y libres. Todo lo que hago está orientado a ello, porque al final todo se trata de lo que pasa cuando dices ‘Acción'”.