Estreno en España: 15 Julio 2009
Puntuación:
Sinopsis
Voldemort va tomando control tanto del mundo Muggle como del mundo de la magia, y Hogwarts ya no es el lugar seguro que solía ser. Harry (Daniel Radcliffe) sospecha que tal vez hasta el castillo sea peligroso. Dumbledore (Michael Gambon) sabe que la batalla final se aproxima rápidamente, y por eso se preocupa mucho más por preparar a Harry para ello. Trabajan juntos para encontrar la clave para destruir las defensas de Voldemort. Con ese fin, Dumbledore busca la ayuda de su viejo amigo y colega, el profesor Horace Slughorn (Jim Broadbent). Entre tanto, los estudiantes se encuentran afectados por algo muy diferente que siempre ataca a los adolescentes: las hormonas. Harry cada vez se siente más atraído por Ginny (Bonnie Wright), pero eso también le pasa a Dean Thomas (Alfred Enoch). Por su parte, Lavender Brown (Jessie Cave) ha decidido que Ron (Rupert Grint) tiene que ser para ella, ¡lástima que no contó con los chocolates de Romilda Vane (Anna Shaffer)! Y también está Hermione (Emma Watson), hirviendo de celos, pero decidida a no mostrar sus sentimientos. Los romances florecen, pero uno de los estudiantes no se deja afectar por todo ello; está decidido a llevar a cabo su tenebroso plan. El amor está por todos lados, pero la tragedia se cierne sobre Hogwarts.
Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky
Las entregas cinematográficas de Harry Potter suelen levantar bastante polvareda en buena parte del público infanto-juvenil. Es que la saga de J.K. Rowling goza de un talento particular a la hora de construir un universo fantástico, carente por completo de simplicidad. Harry Potter no es, de ninguna manera, un best seller irreflexivo y predigerido, es un relato sobre el universo adolescente, en medio de un mundo de magia y hechizos, donde no prima la torpeza o las fórmulas, sino la tridimensionalidad de dicho universo y de sus personajes. Gran parte de esto se observa en Harry Potter y el misterio del príncipe, adaptación del sexto libro de la serie.
Podría decirse, y algo de razón tendríamos en afirmarlo, que el sexto libro, y a su vez, la sexta película, carecen de centro. Mejor dicho, el núcleo narrativo de esta entrega es lo que menos importa. Las últimas entregas ya demostraban no ser aptas para el ingreso de iniciados en la saga. La serie de aventuras del joven mago no establece un eje o una aventura por cada entrega, sino que cada una es un episodio en la conformación de una unidad cerrada. Desde ese punto, esta sexta película funciona de la misma manera que su libro, potencia esta falta de habilitación para el ingreso de novatos desconocedores de la trama. En otras palabras, si usted no vio ni leyó nada de la serie, o vio alguna de las últimas películas y no entendió nada, no pretenda entender un poco más de esta, porque la película (y el libro) no se lo permitirán, ambos son una simple transición para llegar al extenso final que se desarrolla en el séptimo libro, una transición donde no se hace ningún tipo de presentaciones.
Por el contrario, los personajes están más que presentados, y esta película se encarga de desarrollar más sus respectivas personalidades, haciendo hincapié en algunos vínculos importantes, como el amor de Hermione por Ron, o de Harry por Ginny, la hermana de Ron. Mientras, se termina de definir la representación en Hogwarts de los planes maléficos de Voldemort, en manos del profesor Snape, y sobre el final suceden hechos capitales que desembocarán en el desenlace de la saga, y que, quienes leyeron esta entrega, los sabrán de antemano.
Más allá del virtuosismo de Alfonso Cuarón, el mejor director del que gozó la serie, David Yates ha probado ser el director que mejor congenia con el universo potteriano desde mitad de la serie hasta su desenlace (universo opuesto, mucho más oscuro y complejo que la fantasía infantil bidimensional presentada en las primeras dos películas/libros de la serie). Tal vez, no podría haberse realizado una adaptación más pertinente para este libro, por lo que sus defectos devienen del libro en cuestión. En resumen, dado que es un relato de transición, se vuelve mucho más soporífera, ya que carece de la aventura y del dinamismo de entregas anteriores, carece a su vez de las dobles lecturas directas (como la rebeldía a la dictadura que se cierne en Hogwarts en la quinta entrega), y su atractivo se centra en el desarrollo de personajes, vínculos y acontecimientos que anticipan el desenlace.
Uno de los puntos más destacados de esta película, tanto como la forma en que la película comienza a atar algunos de los cabos sueltos respecto a los personajes, es la presencia de dos enormes actores en dos papeles muy relevantes. Helena Bonham Carter, en la piel de Bellatrix, la mujer que convence a Snape de recoger el guante en caso de que su sobrino Draco se acobarde a la hora de asesinar a Dumbledore. Solo algunas apariciones le bastan a Bonham Carter para definir el enorme peso de su personaje en la historia. El otro es Jim Broadbent, un gran actor que se convierte fácilmente en el papel sobre el cual gira esta entrega, ya que se presenta como un personaje capital a la hora de entender la forma en la que Tom Riddle comenzó a virar hacia el mal, hasta transformarse en Voldemort.
De la solvente puesta en escena de Yates, se destaca la tendencia a vincular lo que sucede en la trama con lecturas al margen, buscando siempre su correlato bíblico. Ejemplo de esto son las contadas escenas en las que Dumbledore despliega su magia, con cierta reminiscencia a Moisés (el vínculo visual con el Charlton Heston de Los diez mandamientos es inevitable). Del resto no hay mucho más para decir, Harry Potter y el misterio del príncipe es a la franquicia cinematográfica, lo que su respectivo libro a la saga literaria, un capítulo donde no se erige una aventura concreta, sino que funciona como un volumen de transición dentro de la serie, donde lo más relevante es la construcción escénica de los personajes centrales y de sus vínculos.
Lo mejor de la película: El desarrollo de vínculos y personajes, y Helena Bonham Carter y Jim Broadbent, dos grandes actores en los dos papeles más importantes de esta entrega.
Lo peor de la película: Su carácter de transición dentro de la serie, y su carencia de aventura, lo que la vuelve, por momentos, soporífera.
Dirección: David Yates.
País: Reino Unido.
Año: 2009.
Duración: 155 min.
Género: Aventuras, fantasía, misterio.
Elenco: Daniel Radcliffe (Harry Potter), Rupert Grint (Ron Weasley), Emma Watson (Hermione Granger), Helena Bonham Carter (Bellatrix Lestrange), Jim Broadbent (Horace Slughorn), David Bradley (Argus Filch), Robbie Coltrane (Rubeus Hagrid), Tom Felton (Draco Malfoy), Michael Gambon (Albus Dumbledore), Alan Rickman (Severus Snape), Maggie Smith (Minerva McGonagall), Bonnie Wright (Ginny Weasley), David Thewlis (Remus Lupin), Jessie Cave (Lavender Brown).
Guión: Steve Kloves; basado en la novela de J.K. Rowling.
Producción: David Heyman y David Barron.
Música: Nicholas Hooper.
Fotografía: Bruno Delbonnel.
Montaje: Mark Day.
Diseño de producción: Stuart Craig.
Vestuario: Jany Temime.
Estreno en Reino Unido: 15 Julio 2009.
Biofilmografía de David Yates
David Yates (1963, St. Helens, Merseyside) es un director de cine, guionista y productor de televisión inglés que ha desarrollado una importante carrera en la televisión británica, sobre todo concretando trabajos para la cadena televisiva BBC.
Estudió en la renombrada National Film and Television School, y dedicó sus primeros años como director profesional a la realización de cortometrajes y proyectos televisivos. Posteriormente ganó reconocimiento por su labor en series televisivas como State of Play y Sex Traffic. Yates también consiguió mayor repercusión con el telefilme The Girl in the Café en 2005 y luego se hizo cargo de la dirección en la película Harry Potter y la Orden del Fénix, adaptación de la quinta novela escrita por la escocesa J. K. Rowling. El realizador ha repetido y repetirá idéntica labor para las restantes adaptaciones cinematográficas de los libros de la autora.
El común denominador de sus obras está en el tratamiento de temas como la corrupción, la manipulación y diversas intrigas, lo cual puede constatarse en sus trabajos más conocidos. Se ha señalado que su marca de estilo es el uso de la cámara en mano.
Los primeros deseos de convertirse en director de cine surgieron cuando Yates vio la película Tiburón (Jaws) de Steven Spielberg y El enigma… de otro mundo (The Thing from Another World) de Christian Nyby, dos de sus películas favoritas. Otros directores que fueron decisivas influencias sobre el director fueron David Lean, Martin Scorsese y Ken Loach
A los 14 años comenzó a filmar cortometrajes caseros con la participación de familiares y amigos como actores de dicho proyectos. Yates filmaba utilizando una cámara que su madre le había regalado. Durante esta época estudió en el St. Hellens College y luego pasó a estudiar en la Universidad de Essex.
Cuando vivía en Swindon a fines de los 80, Yates se convirtió en director independiente y trabajó en los Create Studios, cuyas instalaciones le ayudaron a realizar su primer cortometraje, para el cuál también recibió fondos de Southern Arts. Comenzó dirigiendo When I Was a Girl (1988), un corto en el cual exploraba la historia y el crecimiento de una jovencita en la posguerra. Esta obra –que mezclaba elementos del subgénero coming of age, cuestiones como el despertar sexual y una vida familiar, infeliz circulo por diversos festivales con singular aceptación, permitiéndole a Yates entrar en la prestigiosa National Film and Television School, en Beaconsfield. A aquel corto le siguió The Weaver’s Wife –con una trama matrimonial en el siglo XVI–, Oranges and Lemons –para el cual fue contratado por la BBC–, Good Looks y Punch de 1996. Desde esta etapa ya contaba con la habitual colaboración del compositor Nicholas Hooper para musicalizar sus proyectos.
Su último corto hasta la fecha, Rank (2002), examinaba los problemas raciales de Glasgow, reparando en un puñado de refugiados somalíes y chicos oriundos de dicha ciudad.
Posteriormente comenzó a trabajar en proyectos televisivos a partir de la serie policial The Bill en 1994. Le siguieron Tale of Three Seaside Towns y posteriormente la serie The Sins (2000), la cual trataba sobre un criminal retirado que encontraba posibilidades de volver a las andadas y la mini-serie The Way We Live Now (2001), adaptación de la sátira de Anthony Trollope que contó con guión de Andrew Davis y las actuaciones de Shirley Henderson y Miranda Otto.
En 1998 Yates dirigió su primer proyecto cinematográfico, The Tichborne Claimant, Los pricnipales reconocimientos le llegan cuando dirige la serie State of Play (2003) con Bill Nighy, James McAvoy y Kelly MacDonald. Su sigueinte trabajo fue el telefilm The Young Visiters de 2003, el cual adaptaba un relato de Daisy Ashford.
Sex Traffic (2004), un drama televisivo en dos partes, le trajo mucho reconocimiento cuando ganó numerosos Premios BAFTA. Al año siguiente vuelve a dirigir un telefilm llamado The Girl in the Café que trataba sobre un funcionario estatal enamorado de una mujer que conoce por casualidad, a la cual llevaba a una reunión del G-8 en Islandia. La película televisiva incorporaba elementos políticos y sociales que luego aparecerían -aunque no en la misma medida– en Harry Potter y la Orden del Fénix. Por ese trabajo consiguió una nomicación al Premio Emmy en la categoría Mejor director de película televisiva o miniserie.
Su primer largometraje fue estrenado en 1998 y se tituló The Tichborne Claimant. El mismo fue filmado en Merseyside, este proyecto de corte independiente trataba sobre Andrew Bogle, un empleado que vivió durante el período victoriano y al cual se le encomendaba encontrar al heredero de los Tichborne que se había extraviado en tierras australianas. Para su próximo proyecto cinematográfico Yates se embarcó en su trabajo más importante en terminos comerciales hasta la fecha: fue elegido para dirigir la quinta película basada en la saga de libros de Harry Potter escritos por la escocesa J. K. Rowling. David tomó el puesto tras el paso de directores como Chris Columbus, Alfonso Cuarón y Mike Newell. El anuncio se hizo público en 2005, cuando Yates se hallaba trabajando en una nueva versión de Retorno a Brideshead.
Harry Potter y la Orden del Fénix se estrenó en 2007 y se convirtió n el segundo film más taquillero de la saga con ingresos que superan los $900 millones y le valió nominaciones a los Premios Empire y Saturn. También fue confirmado para la dirección de la sexta película, Harry Potter y el misterio del príncipe, cuyo rodaje culminó en 2008 y luego proseguiría con la última entrega de la saga Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Esta última entrega será dividida en dos partes, según anunció la productora Warner Bros; serán estrenadas el 19 de noviembre de 2010 y en mayo de 2011 ) respectivamente. Las razones de esta partición son, según el productor David Heyman, cuestiones de argumento, puesto que «no existen tramas menores que se puedan omitir». Todavía no se ha confirmado en qué momento de la historia se hará el corte.
El 25 de junio de 2007, Yates declaró en MTV que no era partidario del retorno de Christian Coulson, que interpretó al joven Tom Riddle en Harry Potter y la cámara secreta, para la sexta película, debido a su edad avanzada (28 años), inadecuada para interpretar a un adolescente de 16 años. Una petición de los fanáticos fanáticos fue impulsada en apoyo a regreso del intérprete original para mantener la continuidad entre las películas, pero no tuvo efecto, recayendo el papel en el actor Frank Dillane.
Además, muchos fans de la saga de Harry Potter consideran que David Yates ha sido el peor director que ha tenido Harry Potter, pero otros, a su vez, afirman que no es tan malo… Pero de todas formas, después del estreno de Harry Potter y la Orden del Fénix, y de Harry Potter y el Misterio del Principe, muchisimos fans opinan que él ha sido una verdadera desgracia para la saga del niño mago.
Filmografía
Harry Potter and the Half-Blood Prince (2009)
Harry Potter and the Order of the Phoenix (2007)
The Girl in the Café (2005) (TV)
Sex Traffic (2004) (TV)
The Young Visiters (2003) (TV)
“State of Play” (6 episodios, 2003)
Rank (2002)
“The Way We Live Now” (4 episodios, 2001)
“The Sins” (3 episodios, 2000)
The Tichborne Claimant (1998)
Punch (1996)
“Tale of Three Seaside Towns” (3 episodios, 1995)
“The Bill” (5 episodios, 1994-1995)
“Moving Pictures” (1 episodio, 1994)
Good Looks (1992)
Oranges and Lemons (1991)
The Weaver’s Wife (1991)
When I Was a Girl (1988)