Estreno en España: 31 Julio 2009
Puntuación:
Sinopsis
Christine Brown (Alison Lohman) es una ambiciosa apoderada de un banco de Los Ángeles que sale con un hombre encantador, el profesor Clay Dalton (Justin Long). Todo les va muy bien hasta que la misteriosa Sra. Ganush (Lorna Raver) va a verla al banco para pedir que retrase las mensualidades de su hipoteca. Ahora bien, ¿debe Christine hacer caso de su instinto y ayudar a la anciana? ¿O quizá sería mejor negarse y quedar bien con su jefe y conseguir un ascenso? Christine se inclina por la segunda opción, por lo que la Sra. Ganush pierde su casa. La anciana decide vengarse y le manda una maldición, convirtiendo su vida en un infierno. Perseguida por un espíritu malvado y ante la incomprensión de su escéptico novio, Christine busca la ayuda de un vidente (Dileep Rao) para salvar su alma de una condenación eterna. En un intento de ayudarla a recobrar una vida normal, el vidente la guía por una frenética carrera para invertir el hechizo. Pero las fuerzas del mal se acercan y Christine debe enfrentarse a algo impensable: ¿hasta dónde está dispuesta a llegar para librarse de la maldición?
Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky
Que tenga que volver a sus orígenes un cineasta como Sam Raimi para que volvamos a apreciar los verdaderos límites del terror, demuestra a las claras que tanta sobreproducción de este género nos ha quemado la cabeza. Es más interesante comenzar subrayando la enorme diferencia que puede notarse entre el terror de Arrástrame al infierno y el nivel “de terror” de la mayoría de las películas que hoy podemos ver de este género, antes que comenzar con el trilladamente celebrado retorno de Sam Raimi.
Antes que nada, se entiende que cuando decimos “las películas que hoy podemos ver de este género”, nos referimos a las provenientes de Estados Unidos. Hace muy poco, tuvimos la ocasión de disfrutar Déjame entrar, producción europea que nos puso los pelos de punta con un terror sostenido, y un notable giro al clásico vampirismo. Déjame entrar no tiene absolutamente nada que ver con el grueso del terror americano, y Arrástrame al infierno tampoco tiene nada que ver con Déjame entrar. Aquella es un relato tan romántico como tenebroso, esta es libertad absoluta, furiosa, excesiva y explosiva.
El terror es un género que da pie a la búsqueda y la gestación de una experiencia visual única, a veces desaforadamente bella, a veces, simplemente desaforada y, en algunos casos, hasta insoportable. Tal vez esto es algo que no entienden los hacedores de remakes de hoy en día, que creen que con un poco de oscuridad, alguna sombra que corre en un segundo plano, o con una violencia extrema carente por completo de una estética arrolladora sobre la cual se sostenga esta violencia. Pero sí lo entiende Sam Raimi, quien, para descansar de Spiderman, decide volver a sus orígenes. La trilogía de Spiderman ha sido una de las franquicias más exitosas en los últimos años, y nadie puede dudar de la solvencia con que Raimi abordó estas superproducciones. Sin embargo, mientras que en aquellas se destacaba alguna que otra secuencia en particular, se extrañaba, y mucho, la época en la que Raimi corría por completo los límites visuales. Se sabe que una marca como Spiderman posee sus propias aristas y límites, y a Raimi se lo veía cómodo en ese vehículo, pero faltaba el desborde propio del terror.
Y si la mayor parte de sus celebradas incursiones en ese campo, llevaban el terror a un costado cómico (el terror que de tanto juego con el absurdo termina generando gracia), aquí se queda en el terror y lo explora a fondo. A fin de cuentas, Raimi sabe y demuestra que el género puede contar con argumentos básicos y trillados, con embrujos, espíritus endemoniados, con los tradicionales gritos de susto de la mujer protagonista, con vueltas de tuerca tan inverosímiles y previsibles como la historia misma, pero si todo ello no decanta en una realización lo suficientemente sólida, y a su vez excesiva, cuyas virtudes permiten que el susto en el espectador sea más que digno, y no un mero efecto casual entre tanta idiotez ineficiente e irreflexiva, el resultado podría ser completamente vacuo. Raimi se ocupa de que no lo sea, como suele decirse, “para muestra basta un botón”, y nunca mejor dicho, porque con elementos supuestamente insignificantes como un pañuelo y un botón, Sam Raimi consigue ponernos los pelos de punta. De hecho, estos elementos son absolutamente insignificantes para la película, pero consiguen encajar a la perfección. El primero, el pañuelo de la señora Ganush, la gitana que maldice a la protagonista, con dos escenas terroríficas en las que solo basta ver volar ese elemento para que nos cause un pánico feroz, el segundo, el botón del abrigo de Christine, como una suerte de “Macguffin” de la película (término hitchcockiano con que se asigna a un elemento concreto que permite que avance el suspenso sin tener peso propio), posibilitando una muy previsible pero igualmente aterradora vuelta de tuerca final.
Raimi volvió a las fuentes para mostrarnos que en el terror solo se trata de eso, de desplegar pura fiereza visual, pura pulsión cinematográfica. Arrástrame al infierno anuncia en su título un grito concreto, y la película es un grito en sí, un grito desesperado para que el terror americano vuelva a ser lo que fue, todo lo urgente, desmesurado, veloz y ambicioso que supo ser. Ojalá que el género responda, por lo menos Raimi hace su parte para que el cine de terror vuelva a saber lo que es el infierno de verdad.
Lo mejor de la película: Terror en estado puro, con el talento explosivo de Sam Raimi.
Lo peor de la película: Que el grito desesperado de esta película pueda no ser escuchado y pueda no expandirse al resto del terror americano.
Dirección: Sam Raimi.
País: USA.
Año: 2009.
Género: Thriller sobrenatural, terror.
Elenco: Alison Lohman (Christine Brown), Justin Long (Clay Dalton), Lorna Raver (Sra. Ganush), Jessica Lucas, David Paymer (Sr. Jacks), Dileep Rao (Rham).
Guión: Sam Raimi e Ivan Raimi.
Producción: Rob Tapert y Grant Curtis.
Música: Christopher Young.
Fotografía: Peter Deming.
Montaje: Bob Murawski.
Diseño de producción: Steve Saklad.
Vestuario: Isis Mussenden.
Estreno en USA: 29 Mayo 2009.
Biofilmografía de Sam Raimi
Sam Raimi es un director de cine estadounidense nacido en Franklin, Míchigan el 23 de octubre de 1959.
Sam Raimi, hermano del actor Ted Raimi, comenzó su carrera como director con filmes de terror de bajo presupuesto como la trilogía de The Evil Dead. También le gusta actuar en filmes realizados por sus compañeros, como los hermanos Coen, para quienes también ha sido ayudante de dirección. Raimi es una estrella de culto que no abandonó ese género hasta 1999 con Entre el amor y el juego. En 1990, Raimi también trabajó para la televisión, como productor de series como Hércules los viajes legendarios y Xena: La princesa guerrera. Más conocido actualmente por ser el director de la saga de Spider-Man.
Sam Raimi empezó a aficionarse por la realización a los 13 años gracias a una primitiva cámara de vídeo que tenía un amigo suyo. Hasta la edición de Posesión infernal, había grabado unos 30 films de prácticas. El más célebre entre su pandilla fue The Happy Valley Kid: The Story of a Sudden Driven Mad, la historia de un universitario que es humillado por sus compañeros y vejado por su novia hasta volverse loco y acabar con todos ellos.
En 1981 escribió y dirigió una de las obras más innovadoras del género de fanta-terror: The Evil Dead, una acertada combinación de humor negro, terror sobrenatural y el gore más brutal.
Tras acabar el guión de Posesión infernal, Raimi preparó una versión condensada de la historia para comprobar su efectividad ante una audiencia local. Los pases de dicha prueba, el poderoso corto Within The Woods, provocaron los más agudos aullidos de terror entre los asistentes. Un sólido apoyo por parte de la crítica y el permiso de varios exhibidores para poder pasar el corto ayudaron a consolidar la validez del proyecto. Como resultado, el director empezó a trabajar inmediatamente en el largometraje.
Raimi rodó dos secuelas de este film: Evil Dead II, una especie de remake alocado y ultra-gore de su predecesora, y Evil Dead III: Army of Darkness, un film más cómico que terrorífico.
A lo largo de su trayectoria como realizador, Sam Raimi ha creado una gran variedad de películas que van de la comedia de tortazos al terror más gore. Su filmografía incluye Ola de crímenes, ola de risas, coescrita con sus amigos Joel y Ethan Coen; Darkman, Rápida y mortal, Un plan sencillo, Entre el amor y el juego, Premonición y la taquillera saga de Spiderman.
Como actor ha participado en pequeños papeles en películas como Thou’ Shall Not Kill, Espías como nosotros, Maniac Cop, Muerte entre las flores, El gran salto o Los Picapiedra, así como en alguna que otra producción para televisión.
Sam Raimi es a su vez un activo productor. Uno de sus proyectos más destacados fue la célebre serie televisiva Hércules, de la que llegó a dirigir los primeros episodios y Xena.
Filmografía
Drag Me to Hell (2009)
Spider-Man 3 (2007)
Spider-Man 2 (2004)
Spider-Man (2002)
The Gift (2000)
For Love of the Game (1999)
A Simple Plan (1998)
The Quick and the Dead (1995)
Army of Darkness (1992)
Darkman (1990)
Evil Dead II (1987)
Crimewave (1985)
The Evil Dead (1981)
Clockwork (1978)
Within the Woods (1978)
It’s Murder! (1977)