Estreno en España: 7 Agosto 2009
Puntuación:
Sinopsis
El equipo de élite de los G.I. Joe utiliza la última tecnología en equipos militares y de espionaje para luchar contra el corrupto traficante de armas Destro (Christopher Eccleston) y contra la creciente amenaza de la misteriosa organización Cobra.
Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky
Últimamente, Stephen Sommers, el director de las dos primeras de La momia, no está acertando demasiado con la elección de sus proyectos. Primero el desprendimiento de La momia, El rey escorpión, luego, la boba recreación del personaje de Van Helsing en la película homónima, y ahora la traslación a la gran pantalla del mundo de las figuras de acción de “G. I. Joe”, la línea de juguetes que entretuvieron y entretienen a generaciones de varones en todo el mundo. Con producción de Hasbro, la empresa que posee los derechos de la franquicia y la comercialización de estos juguetes, la adaptación pretende claramente reavivar el producto.
Si está claro el motivo de esta producción, luego de verla es fácil entender que el objetivo no se cumple en absoluto. No hay nada peor para este tipo de producciones que aburrir a los espectadores. Me hubiese gustado disfrutar de esta película, no tanto por la franquicia sino por la presencia de actores como Dennis Quaid, Jonathan Pryce y Brendan Fraser. La participación de este último está relegada a la conexión de Fraser con Sommers a raíz de los rodajes de La momia 1 y 2. Aquí carece de relevancia en la trama y lo suyo es casi un cameo. Quien sale mejor parado es Jonathan Pryce, en una interpretación del presidente de los EEUU que remite bastante a la figura de Bush, con una lectura irónica bastante curiosa dentro de una película reaccionaria, militarista, misógina (las mujeres en la película cumplen un papel casi exclusivamente de “femme fatale”) y esencialmente boba, con experimentos químicos, villanos más estereotípicos que los de James Bond, pero sin un ápice de humor, y una aventura de corte netamente patriótico que no logra ocultar su zoncera ideológica y la enorme impericia cinematográfica del conjunto. En el centro de esta tormenta se encuentra Dennis Quaid, que viene sumando roles de piloto de tormenta en una terrible catarata de bodrios. El misterio de las elecciones de proyecto de Quaid parece dirigirse exclusivamente al motivo económico, de otro modo no se entiende cómo se arriesga a rifar su carrera en películas olvidables. Y no hay que dejar de mencionar la participación de Marlon Wayans, que intenta acoplar su humor burdo a una película demasiado alejada de su tono interpretativo, lo cual determina que su elección dentro del elenco resulte descolocada y absurda.
Volviendo a la película en concreto, si ya podíamos imaginar que no podía salir algo bueno de la adaptación al cine de este universo de juguetes, la película de Sommers es la clara confirmación de esta teoría. Lo único a destacar son los efectos especiales, pero de este tanque esperábamos que saliera al menos un relato entretenido. Ni eso, G. I. Joe es una película enormemente aburrida. Sabemos que el aburrimiento no es una categoría estética, pero si el único mérito que puede tener esta película es entretener y ni siquiera logra eso, el aburrimiento cobra una fuerza considerable a la hora de analizarla. Y G. I. Joe es una película tan grande como aburrida, insignificante y esencialmente, idiota.
Lo mejor de la película: Jonathan Pryce y los efectos especiales.
Lo peor de la película: El resto. Esencialmente, que aburre enormemente.
Dirección: Stephen Sommers.
País: USA.
Año: 2009.
Duración: 118 min.
Género: Acción, ciencia-ficción.
Elenco: Dennis Quaid (general Hawk), Adewale Akinnuoye-Agbaje (Heavy Duty), Channing Tatum (Duke), Marlon Wayans (Ripcord), Christopher Eccleston (McCullen/Destro), Joseph Gordon-Levitt (El Doctor/Rex), Byung Hun Lee (Storm Shadow), Sienna Miller (La Baronesa/Ana), Rachel Nichols (Scarlett), Ray Park (Snake Eyes), Jonathan Pryce (presidente), Saïd Taghmaoui (Breaker), Karolina Kurkova (Courtney).
Guión: Stuart Beattie, David Elliot y Paul Lovett; basado en un argumento de Stephen Sommers, Michael B. Gordon y Stuart Beattie; sobre los personajes de “G.I. Joe” de Hasbro.
Producción: Lorenzo Di Bonaventura, Brian Goldner y Bob Ducsay.
Música: Alan Silvestri.
Fotografía: Mitchell Amundsen.
Montaje: Bob Ducsay y Jim May.
Diseño de producción: Ed Verreaux.
Vestuario: Ellen Mirojnick.
Estreno en USA: 7 Agosto 2009.
Biofilmografía de Stephen Sommers
Nació en Indianápolis, Indiana, Estados Unidos, el 20 de marzo de 1962. Pasó la infancia en St. Cloud, Minnesota, para luego estudiar en colegios de Nueva York y Sevilla, España. Después de pasar varios años en Europa sobreviviendo como músico y manager, retornó a los Estados Unidos y estudió cine en la Escuela de USC.
Su debut en la dirección cinemátográfica fue con Catch Me If You Can (1989). Pero fueron sus siguientes películas, las adaptaciones de Las aventuras de Huckleberry Finn (The Adventures of Huckleberry Finn, 1993) y El Libro de la Selva (Rudyard Kipling’s The Jungle Book, 1994), que realizó para los estudios Disney, con las que comenzó a ser considerado en Hollywood.
Después de dirigir el buen filme de aventuras Misterio en las Profundidades (Deep Rising, 1998), realizó una exitosa y festejada versión de La Momia (The Mummy, 1999), que protagonizó Brendan Fraser y Rachel Weisz y que, con mucha acción, efectos especiales y un toque clásico, más un ligero toque de humor, renovó convincentemente el film de 1932 que había hecho famoso a Boris Karloff.
Después de esto, estrenó su secuela La Momia Regresa (The Mummy Returns) en 2001. En el 2002 formó parte de El Rey Escorpión (The Scorpion King) como guionista. Despues trabajo en Van Helsing en el 2004, con las actuaciones de Hugh Jackman y Kate Beckinsale. En el 2009 estrena su más reciente trabajo G I Joe una adaptación al cine de los famosos juguetes, fue una de las grandes películas del verano.
Realizador de un puñado de de films de aventuras, que lo conviertieron en uno de los nombres fuertes de Hollywood en ese género.
Filmografía
G.I. Joe: The Rise of Cobra (2009)
Revenge of the Mummy: The Ride (2004)
Van Helsing (2004)
The Mummy Returns (2001)
The Mummy (1999)
Deep Rising (1998)
The Jungle Book (1994)
The Adventures of Huck Finn (1993)
Catch Me If You Can (1989)
CÓMO SE HIZO “G.I. JOE”
1. El proyecto
G.I. Joe: la sola mención de su nombre evoca inmediatamente imágenes de heroísmo, de patriotismo y de la clase de severo rigor que se necesita para hacer bien el trabajo. Esos son los G.I. Joe que han conocido millones de niños desde que fueron lanzados por primera vez por Hasbro en 1964. “Todo el mundo lo reconoce inmediatamente cuando dices ese nombre”, dice Lorenzo di Bonaventura, uno de los productores de “G.I. JOE: The Rise of Cobra”. Cuando apareció en escena G.I. JOE, dice el presidente y director general de Hasbro, Brian Goldner, quien también ejerce de productor en la película, “el concepto de ‘muñeco articulado’ era realmente algo nuevo. A los chicos nunca se les veía jugar con muñecas a la moda, pero se nos ocurrió la idea de un muñeco articulado o un héroe articulado, y prendió de verdad. Para un niño, era la personificación de un héroe que podía hacerle sentir que formaba parte de la acción”. La popularidad de G.I. JOE persistió durante la época de la guerra de Vietnam y más allá, introduciendo nuevos artefactos, pero fue en 1983 cuando los G.I. JOE experimentaron su mayor cambio. Ese año pasaron de tener un tamaño de unos 30 centímetros al entonces más común de unos 10 centímetros que los niños ya habían empezado a coleccionar en otras series. G.I. JOE pasó también de un equipo masculino a uno mixto: un equipo de soldados de súper élite procedentes de todo el mundo, cada uno con su propia especialidad y un equipo de última generación para que les ayude a hacer su trabajo. En “G.I. JOE: The Rise of Cobra”, están RIPCORD, un consumado tirador y especialista en armas, SNAKE EYES, un guerrero ninja armado con espadas katana y una pistola Glock, experto en artes marciales, reconocimiento e infiltración, SCARLETT, dura y brillante, también experta en artes marciales y armada con una Pistola Ballesta de gas, BREAKER, especialista en descifrar electrónica y tecnología secretas, HEAVY DUTY, el especialista en armamento del equipo, el GENERAL HAWK, que es el jefe del equipo, COURTNEY “COVER GIRL” KREIGER, una antigua modelo reconvertida en espía y asistente del GENERAL HAWK, y por supuesto, DUKE, un veterano combatiente con valor de sobra: es la personificación del jefe y soldado G.I. JOE.
“Cada uno tiene una destreza especial en la que es realmente bueno, y el equipo cuenta con esa destreza”, dice di Bonaventura. Aunque en 1985 debutó una popular serie de dibujos animados, fue una serie de cómics que llevaba mucho tiempo publicándose la que realmente ayudó a actualizar a G.I. JOE y a suministrarle su atractiva mitología. La combinación de nuevos muñecos articulados, cómics y una serie de televisión ayudó a impulsar a G.I. JOE más lejos de lo que nunca había llegado. “Inflamaron la imaginación colectiva de los fans de la época”, dice Goldner. “De hecho, los G.I. JOE de los años ochenta tuvieron más éxito en todo el mundo que los originales”.
Para el cómic, Hasbro tomó la decisión obvia de asociarse con Marvel Comics. A un joven editor de plantilla llamado Larry Hama le encargaron la tarea de crear una serie de cómics para G.I. JOE partiendo de la nada. En esa época, dice Hama, lo único que existía eran dibujos de las figuras, pero ninguna historia. “Convocamos una reunión y dijeron: ‘Bueno, tenemos estas diez figuras’, y eso era todo lo que tenían”, recuerda. “Tenían unos dibujos del aspecto que se suponía que debían tener. Había un tipo con un rifle y se leía: ‘Infantería’, y había una chica con una ballesta, y ponía: ‘Inteligencia’. Nosotros dijimos: ‘Vale, ¿donde está todo el resto?’. Y dijeron: ‘Bueno, esto es lo que tenemos’”.
También la historia iba a ser claramente unilateral. “Les preguntamos: ‘Vale, pero, ¿qué es lo que van a hacer, solamente desfilar? Tiene que haber alguna clase de conflicto’. Así que nos decidimos por el cómic, pondríamos a esos tipos que se llaman COBRA y que serían los malos. Les dijimos: ‘Lo empezamos a partir de aquí’”.
Aunque Hama se consideraba a sí mismo “un patoso” (en contraposición con un superhéroe) en su empresa, aceptó el encargo a regañadientes, calculando que la serie no duraría más de un año como mucho. “Era algo común en esa época pensar que un cómic de juguetes no duraría mas de tres años”. Documentándose él sólo con materiales recogidos de tiendas militares y otras fuentes, al final creó unas carpetas de cada personaje para fijar a cada uno de ellos en su mente, así como en la de los fans. Esas notas terminaron en la parte trasera del envoltorio de los muñecos, ayudando a definir claramente a los personajes que se grabarían firmemente en la tradición de los G.I. JOE.
Abarcando 155 números, el cómic de Hama, dice Goldner, “contaba una historia asombrosa acerca de un equipo de G.I. JOE enfrentándose a las fuerzas de COBRA. Para toda una generación, esa fantasía total fue un auténtico fenómeno”.
Con décadas de éxito y una base de fans muy extensa, parecía algo natural el que G.I. JOE terminase por abrirse camino hacia la gran pantalla. Así que, ¿por qué tardó tanto? “Hasbro se lo había planteado en el pasado y había hablado con muchos realizadores diferentes”, explica Brian Goldner. “Sencillamente, creo que la empresa no tenía una idea clara de cómo contar la historia manteniendo intacta la mitología, y de cómo ayudar a los realizadores a ver las posibilidades que tenía la historia de G.I. JOE contra COBRA”.
En 2000, la empresa empezó de nuevo a sopesar formas de reinventar sus marcas, incluida G.I. JOE. “Habíamos sido fuertes en el negocio de los chicos. Teníamos TRANSFORMERS, teníamos G.I. JOE. Así que empezamos a concentrarnos en qué clase de historias podíamos contar que fuesen relevantes hoy en día”, observa Goldner.
El influyente productor de Hollywood Lorenzo di Bonaventura y su productora, di Bonaventura Pictures, sentían un gran interés por la idea de una película sobre G.I. JOE, y comenzaron a negociar el proyecto con Hasbro. “Lorenzo re reunió con Brian Goldner, y hablaron de hacer de G.I. JOE un largometraje de gran presupuesto”, asevera el productor ejecutivo Erik Howsam. El propio Howsam era un niño G.I. JOE desde el principio. “Desde los cuatro años de edad, no sólo crecí con los G.I. JOE de 30 centímetros, sino que también, cuando tenía 11 años, reinventaron los G.I. JOE de los años ochenta. Iba corriendo del colegio a casa, a ver los dibujos animados, a comprar los cómics, a comprarlo todo. Así que cuando Lorenzo dijo: ‘Una de las cosas en las que estoy trabajando es G.I. JOE’, se me iluminaron los ojos”.
Aunque Paramount fue la primera en comprar los derechos de G.I. JOE, fue el éxito de di Bonaventura con otra de las marcas de Hasbro, TRANSFORMERS, el taquillazo de 2007, el que finalmente puso en marcha el proyecto. “En realidad, TRANSFORMERS era la segunda cosa en la que nos implicamos”, recuerda. “El espíritu de ese cómic de los G.I. JOE era algo que sencillamente a mucha gente no le entraba del todo en la cabeza”. El enorme éxito de TRANSFORMERS cambió todo eso. “Rápidamente, a todo el mundo se le hizo evidente la clase de éxito que se puede lograr con ese tipo de mitología tan profundamente asentada. Entonces todo el mundo dijo: ‘Ah, sí, ya lo veo, ya lo veo. La realidad y la fantasía hacen una mezcla realmente buena’. Eso es lo que puso en marcha a G.I. JOE, y Paramount han sido unos estudios increíbles con los que colaborar en esto”.
El productor ejecutivo David Womark añade: “Lorenzo es de esa clase de personas que, cuando decide que va a hacer una película, puede tardar un año, o puede tardar diez, pero la película termina por hacerse”.
Para encargarse de una historia que contiene tanto acción de primera como mitología, di Bonaventura se puso en contacto con un hombre que prácticamente ha remodelado ambos géneros: Stephen Sommers. Su diestro manejo de las miríadas de elementos de las películas de continua acción “La Momia” y “El regreso de la Momia”, desde pesadas piezas móviles de decorado hasta aventuras por todo el mundo, pasando por un humor discreto, caracterizaciones desmesuradas y romances conflictivos en medio de situaciones de vida o muerte, convirtieron a ambas películas en oro en las taquillas de todo el mundo.
“Conocía su trabajo en toda la serie de “La Momia”, dice Goldner. “Es una combinación genial de las tramas de la mitología, pero llevada a un lugar completamente diferente, y con un gran sentido de la acción y la aventura”. Di Bonaventura añade: “Steve es gracioso, con una gran energía, y muy apasionado por lo que hace”.
La película le planteaba un reto extraordinario al director. “Lo que avivó mi interés fue la idea de que iba a ser una mezcla entre un cómic y una película de James Bond”, dice. “La idea era que podíamos contar con un lienzo gigantesco y con unos personajes desmesurados y una gran mitología, que ya existían en el mundo de G.I. JOE”.
Lo que hacía que esa premisa fuera extraordinaria para Sommers era la inclusión de esa mitología. “Steve entendía perfectamente el mundo de los G.I. JOE originales de 30 centímetros, pero cuando empezó a comprender la historia de G.I. JOE contra COBRA, se ilusionó mucho, y eso ayudó mucho a darle impulso a la película”, dice Goldner.
“Los G.I. JOE con los que crecí eran algo muy diferente a los de esta película”, dice Sommers. “La reinvención y el reforzamiento que hizo Hasbro en los años ochenta relanzaron básicamente todo el concepto, y lo apoyaron con esa rica mitología procedente de los cómics y la serie de dibujos animados. Nos pareció que estaba llena de un gran potencial para una película”.
Dar vida a la historia de G.I. JOE significaba algo más que simplemente remplazar a un muñeco articulado por seres humanos. “Aunque somos respetuosos con la historia de los G.I. JOE originales de 30 centímetros, ésta no es una película de juguetes”, dice di Bonaventura. “En realidad, se basa en la serie de cómics de los años ochenta, que contiene una intrincada mitología y un conjunto completo de personajes totalmente definidos”.
Para ayudar a esos personajes a enfundarse sus uniformes de combate, di Bonaventura recurrió primero al guionista Michael B. Gordon, quien escribió la historia mano a mano con Stephen Sommers. Más tarde, se incorporaron los guionistas David Elliot y Paul Lovett. La pareja había colaborado previamente en el thriller de acción de gran éxito “Cuatro hermanos”, protagonizada por Mark Wahlberg. Entonces los realizadores recurrieron a Stuart Beattie, cuyo éxito en la trilogía de “Piratas del Caribe” le otorgaba una cualificación extraordinaria para insuflar vida a estos iconos culturales.
Dice Beattie: “Lorenzo me llamó de repente y me dijo: ‘Oye, vamos a hacer G.I. JOE’. Y yo dije que sí, y una de las razones era por Lorenzo. Sabe cómo apretar las tuercas y hacer que se mueva la gente que le rodea. Sabía que se llegaría a hacer. Yo soy de Australia y no me crié con los G.I. JOE, así que cuando lo conocí lo encontré un mundo irresistible”.
“Mucha gente pasó mucho tiempo de su infancia y también ya adultos con estos personajes”, dice Sommers. “Tenemos cierta responsabilidad al realizar eso. Nos disgustaría decepcionar a alguien que ha invertido 20 ó 30 años en G.I. JOE”.
Arnold Bolso, veterano actor de las películas de “La momia” de Sommers y que interpreta a ZARTAN en G.I. JOE, lo sabe de primera mano. “Siempre que se hace algo que tiene una continuación es duro, porque uno no quiere decepcionar a los fans. Si lo fastidias, te van a parar por la calle para decírtelo”. Marlon Wayans, que interpreta a RIPCORD, añade: “¡Si lo hacemos mal, va a haber un tipo loco por los cómics en la puerta de mi casa vestido de G.I. JOE e intentando darme una patada en el culo!”, dice riendo. “Pero creo que van a estar contentos con cómo ha quedado”.
Para que una película tenga éxito, tiene que atraer no sólo al núcleo duro de fans que han estado décadas hirviendo de impaciencia por ver a sus héroes cobrar vida, sino también a los potenciales nuevos fans que han salido sencillamente a pasárselo genial. “En cierto sentido nosotros, como realizadores, tenemos que servir a dos amos”, dice el productor ejecutivo David Womark. “Tenemos que satisfacer a los fans recalcitrantes, pero también queremos que la película atraiga a gente que no sepa nada de G.I. JOE”.
Stephen Sommers es alguien particularmente ducho en conseguir ese difícil equilibrio, observa Womark. “Ése es uno de los aspectos de la película que Stephen ha resuelto a lo grande, manteniéndose en el estrecho margen entre hacer algo que honre a los fans pero que, al mismo tiempo, tenga un componente de aventura moderna y emoción igual al que tienen muchas de sus películas”. Howsam añade: “Creo que eso es algo que Stephen entiende a lo grande, y era una auténtica prioridad para él”.
Sommers entiende muy bien cómo tratar la historia para respetar a ambos públicos. “Creo que hemos sacado lo mejor de estas coloridas personalidades. Hemos sido respetuosos, pero en ningún caso les hemos tratado con guante de seda”, explica. “Lo que llena una página de cómic o una pequeña pantalla no tiene por qué llenar necesariamente la gran pantalla, así que hemos pintado a la vez con brocha gorda y a pincel. En algunos casos, les hemos puesto muchos más detalles e historias de su pasado que los que aparecían en los cómics y en la serie”.
Beattie estudió también la terminología militar y la jerga de los auténticos G.I. JOE. “Hay ciertas frases que utilizan los personajes y que les identifican rápidamente ante los fans como personajes de G.I. JOE” dice Beattie. “Esto no es sólo una película de militares, es una película de G.I. JOE”.
La investigación inicial de Beattie finalmente dio sus frutos cuando recibió la llamada para “reengancharse”. “Fue bueno que yo ya conociese tan bien a los G.I. JOE porque no hubiera habido tiempo para agilizarlo. Tenía que llegar y ponerme a escribir”.
Todos los escritores de “G.I. JOE: The Rise of Cobra” tuvieron buen cuidado de seguir el esquema argumental que los fans ya conocen y que les encanta: el equipo G.I. JOE está transportando un arma secreta y tiene que impedir que caiga en manos inapropiadas.
Sin embargo, el extraordinario conocimiento que tenía el guionista del mundo de los G.I. JOE contribuyó a hacer que la historia fuese única. Beattie entendió las armas secretas de nanotecnología del equipo: aparatos robóticos microscópicos. “Queríamos algo que sólo pudiera existir en el mundo de los G.I. JOE y en ningún otro”, observa Beattie. “Son los fans quienes han hecho de G.I. JOE lo que es, así que, cuando uno asume un proyecto como éste, hay que escucharles y comprender qué es lo que quieren, y la única forma de conseguir eso es convertirse uno mismo en un fan”.