Estreno en España: 17 Abril 2009
Lanzamiento en DVD: 25 Noviembre 2009
Puntuación:
Sinopsis
Malena (María Marull) es una mujer de mediana edad, atractiva, psicoanalista de profesión y tanguera por devoción. Una noche mata accidentalmente a un policía y oculta el crimen. Casualmente, Malena conoce a Carlos (Eduardo Blanco), compañero del policía muerto y encargado de investigar su desaparición. Carlos es de origen vasco y lo llaman “El Sabina”, porque utiliza versos de las canciones del artista. Es un tipo duro y derecho. Entre Malena y “El Sabina” surge una extraña fascinación, ambos saben que es el hombre que tiene que descubrir su crimen y detenerla. Desde el principio comienza a surgir entre ellos una relación apasionada y transgresora, sin límites… que tendrá un inesperado final.
Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky
Determinadas películas hacen que uno se sienta realmente muy mal al intentar esbozar unas palabras sobre ellas. Cuando uno critica una película siempre lo hace apelando a un conjunto de conocimientos que permiten determinar si algo está bien o mal hecho. Si está bien, por qué motivo, y si está mal, cuáles son los aspectos que fallan de la propuesta. Uno toma ese juicio como determinante, pero siempre en función del propósito de cada producción. Uno no le va a pedir a Transformers 2 que sea una obra maestra, ni siquiera dentro de su género, pero puede definir por qué razones es un “mal producto de entretenimiento” o una “mala película”, aunque estas expresiones facilistas no sean propias de un crítico que pretende esbozar un argumento coherente respecto a determinada película.
Una cosa es criticar una superproducción americana, que debe cumplir con, al menos, su condición de producto – espectáculo, y cuya enormidad debe ser justificada no sólo desde su promoción, sino principalmente desde sus valores cinematográficos que, supuestamente, sustentan semejante “gasto de celuloide”. Otra muy distinta es ver una película y quedarse con la idea de que a uno le hubiera gustado poder ver y decir otra cosa de ella. Naranjo en flor es lo segundo, una película que despierta una crítica para nada fría y distante como la que uno podría hacer de una mala producción americana. Tal vez sería muy violento decir que Naranjo en flor es un ejemplo brutal de nulidad cinematográfica, pero esto lamentablemente es cierto. Y digo lamentablemente, porque a uno le gustaría poder decir algo bueno de una película protagonizada por Eduardo Blanco.
Naranjo en flor es una producción española que intenta hablar de Buenos Aires y del tango, que busca mostrarse como una suerte de policial negro y pretende bosquejar cierto tono poético en sus líneas y en la visión melancólica de la historia. Pero nada de lo que busca ser Naranjo en flor lo logra. Primero y principal porque está mal filmada, porque, por momentos, Antonio González-Vigil no consigue pegar dos planos como la gente, porque el sonido evidencia notoriamente el doblaje y algunas escenas en exteriores carecen de una mezcla de sonido pertinente. Lo impresentable de esta producción llega a tal punto que, vaya a saber uno por qué razón, la voz en off del personaje de María Marull… la hace otra actriz, con una voz completamente diferente!!! Supongamos que esta es una de esas películas que se quedó sin dinero a mitad de camino, que los defectos de sonido se deben a un problema exclusivamente económico. Existe una frase que sentencia lo siguiente: “las excusas no se filman. Si faltó dinero, al menos el realizador debería tener la habilidad y la dignidad de hacer que esto no se note.
La realidad es que los defectos técnicos no hacen a la totalidad de la ineptitud de esta producción. Lo peor es ver a Eduardo Blanco sumamente perdido en esta historia, chapuceando entre parlamentos que citan compulsivamente versos de Sabina, y ver a una más perdida aún María Marull, quien habrá supuesto que desnudarse para esta película le iba a abrir las puertas del mercado hispano. Lo cierto es que tanto Blanco como Marull actúan mal en Naranjo en flor, no porque sean malos actores, sino en parte, porque están pesimamente dirigidos, y en parte, porque el guión, plagado de frases de manual y referencias poético-musicales, e incapaz de establecer un mínimo crescendo dramático, entierra cualquier intento de construir un drama o un policial negro serio y coherente. A tal punto llegan las malas actuaciones, que los conflictos internos de Malena (¿por qué un nombre tan estereotipadamente tanguero?, ¿qué es lo que justifica tanta obviedad?) no sólo no consiguen ser creíbles en ningún momento, sino que terminan apoyándose excesivamente en la voz en off, como todo lo que se narra en esta película.
Ni que hablar del lamentable papel que juega el elenco, exceptuando a Dalia Elnecavé, quien sale airosa del papel más insufrible de la película, o de la vuelta de tuerca final, que pretende restablecer el dormido aspecto policial, pero solo consigue virar a lo absurdo, por excesivamente forzado.
Es lamentable ver una película que pretende poner en escena una Buenos Aires tanguera y melancólica, pero ni siquiera llega al nivel de lo levemente previsible u obvio, directamente se hunde en lo impresentable de su concreción. Es vergonzoso ver cómo algunos actores muy buenos, dignos o prometedores, le han puesto el rostro a semejante esperpento, que de tan horrible da lástima criticarlo.
Lo mejor de la película: Eduardo Blanco, haciendo lo que puede.
Lo peor de la película: Inepta e impresentable en todo sentido, en su guión, cargado de referencias vacuas al tango y a Sabina, en la pésima dirección de actores, y en una mediocre y defectuosa realización.
Dirección y guión: Antonio González-Vigil.
Países: España y Argentina.
Año: 2008.
Duración: 93 min.
Género: Drama, thriller.
Interpretación: Eduardo Blanco (Carlos “El Sabina”), María Marull (Malena), Dalia Elnecavé (Adriana), Fausto Collado (“El Obispo”), Verónica Bonter (travesti), Constanza Fiardi Mazza (Jessica “La Niña”).
Producción: Antonio González-Vigil.
Música: Gustavo García Mendy.
Fotografía: Federico Juárez.
Montaje: Jerry Zottola y J.M. González.
Dirección artística: Alfredo Iglesias y Eva Martí Ballesteros.
Vestuario: Patricia Terán.
Filmografía de Antonio González-Vigil
DELIRIOS DE AMOR, largometraje, un skecht (1986).
EL ÚLTIMO PASODOBLE, capítulo de la serie para TVE “Delirios de Amor” (1990).
OPERACIÓN COMIX, cortometraje en 35 mm, Festival de Valladolid (1984).
EL PARQUE DE LA SANTÍSIMA SUBVENCIÓN, cortometraje en 35 mm, Especial calidad del Ministerio de Cultura (1984).
EN NOMBRE DE LA ROSA, documental sobre el grupo musical “TRIANA” (2000).
NARANJO EN FLOR, largometraje, protagonizado por Eduardo Blanco (2008).