Estreno en España: 10 Julio 2009
Lanzamiento en DVD: Pendiente
Puntuación:
Sinopsis
“Más allá de la duda” es un remake del clásico de Fritz Lang y de la RKO de 1956. C.J. Nichols (Jesse Metcalfe) es un joven periodista que lo arriesgará todo por demostrar la falta de solidez de las pruebas circunstanciales utilizadas por un fiscal de distrito corrupto (Michael Douglas) con un increíble historial. C.J. se toma la justicia por su cuenta y se inculpa como sospechoso de asesinato. Su compañero (Joel David Moore) es el único que sabe la verdad y sólo él tiene la llave que demostrará su inocencia. La joven ayudante del fiscal, Ella (Amber Tamblyn), se ve dividida entre el plan de C.J. y la ambición del fiscal Martin Hunter (Michael Douglas). Al surgir un romance entre el periodista y la ayudante, las cosas se vuelven todavía más difíciles, sobre todo cuando el plan de C.J. sale a la luz y Ella se encuentra en medio de todo el embrollo. Ella, ajena al plan de C.J., desafía a su jefe y se esfuerza por descubrir pruebas que demuestren su inocencia.
Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky
Esta película empieza con una apelación a la nostalgia, el logo de la RKO Pictures (remozado, pero el mismo), la imagen de una compañía que nos regaló grandes momentos en la Historia del cine (basta decir que este logo es la primera imagen de, por ejemplo, Citizen Kane). La RKO ha reaparecido en determinado momento, fundamentalmente para producir remakes de algunas de sus películas más recordadas. Lamentablemente, esta forma subsidiaria de encarar la producción, si bien coincide con lo que hacen las grandes majors, carece de la fuerza que tienen estas para lograr una reposición concreta de determinadas películas. Vale decir que, en empresas como Warner, Fox, Universal, Paramount, etc., las remakes constituyen una gran parte de su producción anual, pero aún producen nuevas películas, y su permanente actividad en la industria hace que cada remake, tanto la mejor como la peor, pueda tener una presencia propia en el cine actual, y no se vea cómo una pieza de museo remozada para la ocasión.
Este no es el caso de la RKO, que parece reaparecer tímidamente, con un estilo absolutamente desangelado a la hora de abordar viejos films, quitándole todo mérito a aquellas películas. Lo que vemos en Más allá de la duda es un ejemplo de esto. Remake de un film homónimo de Fritz Lang, el último de su faceta americana, y con la actuación de Michael Douglas, este film prometía, pero solo eso. Si ya de por sí es una falta de respeto tomar un film de un maestro como Fritz Lang para intentar reversionarlo si no hay ideas puntuales ni amor por el cine, peor aún es producir a partir de esa obra original algo que se supone que es un thriller, pero que adolece de todo. Cuando hablamos de todo, nos referimos, en primer lugar, a que carece de energía cinematográfica, y en segundo lugar, de buenas actuaciones. El cine es básicamente movimiento. Pegar dos planos de un modo más o menos correcto no siempre es generar movimiento. Peor cuando se trata de un thriller, y la película parece moverse de acuerdo a los hilos del suspenso del relato, pero a cada momento revela sus costuras, destacándose su notoria frialdad y falta de fibra.
Varias de las remakes q produjo la RKO en el último tiempo han sido telefilmes, y esta película no parece salir de ese esquema. Desde ya que, si estamos ante una película con sabor a telefilm, no valdría la pena compararla con la original de Lang. Sin embargo, la realidad es que es un tanto vergonzoso que con un material tan rico se conciba algo que ni siquiera es una mala película, porque su cuadrada puesta en escena, su chatura narrativa y su evidente falta de recursos la asemejan mucho más a una película para televisión que a una producción de cine. La presencia de Michael Douglas no cambia las cosas. Si uno podría pensar que, con Douglas en el elenco, esta remake se asegura la pantalla grande, la interpretación rutinaria de este no consigue darle un mínimo de potencia cinematográfica. Como si fuera poco, Jesse Metcalfe, protagonista y contrafigura de Douglas, se hunde en la frialdad y la carencia expresiva de su actuación. Quienes salen airosos son Amber Tamblyn y Joel David Moore, que realmente se preocupan por darle algo de brío a la película, y que tienen la suerte de encabezar ambos escenas de persecución cuyo ritmo es diametralmente opuesto al resto de las escenas del film.
Y por último, la vuelta de tuerca final, si bien se asemeja a muchos thrillers actuales (en lo peor de ellos), ni siquiera sorprende, porque para eso hace falta mostrarle al espectador algo de tensión en su desarrollo, y toda la tensión se refleja en la superficie de la película, nunca se encarna en la forma de ella. Así, con una vuelta de tuerca supuestamente inteligente, pero bastante tramposa e inútil, concluye algo que podríamos llamar thriller, pero que de thriller solo tiene un relato que pretende viajar por ese camino, sin considerar en ningún momento que cualquier género merece una puesta que lo soporte, y que no aplaste sus perspectivas.
Lo mejor de la película: Amber Tamblyn y Joel David Moore
Lo peor de la película: La falta de respeto de tomar una película de Fritz Lang para hacer algo que huele más a un mediocre telefilm que a una lúcida y auténtica película
Dirección: Peter Hyams.
País: USA.
Año: 2009.
Duración: 105 min.
Género: Thriller.
Elenco: Michael Douglas (Martin Hunter), Jesse Metcalfe (C.J. Nichols), Ambert Tamblyn (Ella Farrell), Joel David Moore (Corey Finley), Orlando Jones (Bill Nickerson).
Guión: Peter Hyams; basado en el guión de Douglas Morrow para la película “Beyond a reasonable doubt” (1956) dirigida por Fritz Lang.
Producción: Moshe Diamant, Mark Damon, Ted Hartley y Michael P. Flanagan.
Música: David Shire.
Fotografía: Peter Hyams.
Montaje: Jeff Gullo.
Diseño de producción: James A. Gelarden.
Vestuario: Susanna Puisto.
Estreno en USA: 11 Septiembre 2009.
Filmografía de Peter Hyams
Beyond a Reasonable Doubt (2009)
“Threshold” (2005)
A Sound of Thunder (2005)
The Musketeer (2001)
End of Days (1999)
The Relic (1997)
Sudden Death (1995)
Timecop (1994)
Stay Tuned (1992)
Narrow Margin (1990)
The Presidio (1988)
Running Scared (1986)
“Amazing Stories” (1985)
2010 (1984)
The Star Chamber (1983)
Outland (1981)
Hanover Street (1979)
Capricorn One (1977)
Peeper (1975)
Our Time (1974)
Busting (1974)
Goodnight, My Love (1972) (TV)
Rolling Man (1972) (TV)
CÓMO SE HIZO “MÁS ALLÁ DE LA DUDA”
1. El proyecto
Algo tendrá el cine negro para que los realizadores recurran una y otra vez a la espléndida factura cinematográfica de aquellos filmes rodados en Hollywood durante los años de la posguerra. Esos films evocadores y emblemáticos lidiaban con las principales temáticas que ha representado siempre el séptimo arte: la naturaleza corrupta de la codicia y la ambición; el descubrimiento de verdades dolorosas; el poder del amor y de la pasión para cegar e iluminarnos, tanto a nosotros mismos como al mundo, llevadas siempre a la pantalla con una imagen elegante y una narrativa dinámica. Como conjunto, estos filmes siguen siendo uno de los ejes del cine estadounidense, o incluso de todo el mundo. Con MÁS ALLÁ DE LA DUDA, el aclamado director Peter Hyams ha logrado una misión prácticamente imposible: trasladar la inconfundible y genuina sensibilidad del cine negro a nuestra época, manteniendo intactos todos sus sellos característicos: los personajes heridos y perturbadores; la ingenuidad narrativa; el sentido del humor cínico y fatalista. El filme se centra en C.J. Nichols (Jesse Metcalfe), un periodista en crisis laboral que sospecha que el popular y exitoso fiscal del distrito Mark Hunter (Michael Douglas) ha encadenado 17 victorias judiciales sucesivas, y cimentando con ello su creciente reputación política, colocando pruebas de ADN en las escenas de los crímenes. Decidido a desenmascarar al corrupto fiscal, C.J. concibe un plan audaz: crea varias pruebas circunstanciales que indican que él es el responsable de un asesinato cometido en la zona para luego revelar el engaño cuando Hunter recurra a sus pruebas “sorpresa” de ADN para ganar el juicio, demostrando así la corruptela del fiscal. Pero Hunter demuestra ser un adversario más inteligente y peligroso de lo que había anticipado C.J., y el joven periodista deberá recurrir al amor y a la confianza de Ella Crystal (Amber Tamblyn), una joven abogada que trabaja en la oficina de Hunter, para que salve su carrera y su vida. Como en toda buena película de cine negro, el giro final cambiará la visión que tienen los espectadores de la justicia, la ambición y la confianza. MÁS ALLÁ DE LA DUDA combina inteligencia y sensibilidad actual con el romance y el peligro que se asocia al cine más clásico del Hollywood de antaño.
Hyams ha logrado equilibrar el talento de una estrella como Michael Douglas con el de jóvenes promesas como Jesse Metcalfe y Amber Tamblyn, añadiendo, además, una atmósfera peculiar gracias a los inimitables paisajes de Shreveport, Louisiana, logrando componer un thriller inteligente, una historia provocativa e inconfundiblemente actual, que sigue la estela trazada por Fritz Lang, Billy Wilder y John Huston.
Pero MÁS ALLÁ DE LA DUDA no sólo se ha visto influida por la estética de Lang, quien sentó las bases visuales del cine negro, sino que la película de Hyams es directamente un remake del largometraje original de Lang de 1956 (su última película estadounidense) que fue interpretada por Dana Andrews y Joan Fontaine, con guión de Douglas Morrow. La historia sobre cómo el clásico drama de Lang acabó siendo una historia interpretada por Michael Douglas, en Shreveport, Louisiana en el siglo XXI es muy curiosa… y ha tardado dieciocho años en ver la luz. Todo empezó con otra película… también un remake de otro film noir. (La trama puede parece un poco laberíntica, pero, al fin y al cabo, estamos hablando de cine negro).
“Hace casi veinte años”, recuerda Peter Hyams, “rodé un filme llamado TESTIGO ACCIDENTAL, basado en una antigua película de la RKO”. Gracias a aquella película, interpretada por Gene Hackman, Anne Archer y el difunto J.T. Walsh, Hyams –anteriormente conocido por dirigir largos de ciencia ficción como CAPRICORNIO UNO, ATMÓSFERA CERO y 2010: ODISEA DOS– probó por primera vez los placeres de trabajar con la sensibilidad del cine negro. Tras trabajar en dicha película, recuerda que “Había establecido una relación con Ted Hartley y RKO. Ted me dijo, ‘Si encuentras otro guión, tráemelo; me encantaría hacer otra película contigo’. Eché un vistazo a su biblioteca y encontré una vieja copia de MÁS ALLÁ DE LA DUDA –fue allá por el año 1990– y pensé, ‘Ésta podría una historial interesante'”. Hyams, que antes trabajaba como periodista, se sintió identificado con la historia de un reportero obsesionado con acabar con un fiscal de distrito tan ambicioso como él. Pero hubiera sido demasiado fácil que Hyams hubiera podido hacer la película en cuanto la encontró.
“Me presentaron un guión que no me gustó nada”, prosigue Hyams. “Era la historia de unos abogados, no se parecía nada a la película que yo quería hacer. Lo rechacé y Ted me llamó para decirme que iban a hablar con otro director, y me preguntó qué me parecía. Le dije que no me importaba y me desligué formalmente de la película. Pero cada tres o cuatro años me encontraba apuntando ideas para el proyecto… y así estuve durante años… porque veía que no la estrenaban en el cine”.
Para un hombre que se ha labrado una carrera como director, guionista y director de fotografía, Hyams se vio obligado a demostrar que también tenía la paciencia de un productor; así, MÁS ALLÁ DE LA DUDA marca la vuelta del director como productor desde que filmó 2010: ODISEA DOS hace veinticuatro años. “Hace dos o tres años, llamé a Ted para ver qué pasaba con el guión y me dijo que seguía disponible”, recuerda. Viéndolo como una segunda oportunidad, Hyams no se lo pensó dos veces. “Estaba loco por hacer una película que no estuviera plagada de efectos especiales, llevaba demasiado tiempo haciendo superproducciones… Quería hacer un thriller, quería que fuera una clásica película de cine negro, pero quería que la interpretaran actores jóvenes. No quería que fueran todos actores maduros”. Para ello, reestructuró radicalmente la historia original de Douglas Morrow y la actualizó incluyendo ideas como las pruebas de ADN y el estado actual del periodismo de investigación, y amplió el papel del protagonista C.J. Nichols, interpretado finalmente por Jesse Metcalfe. El resultado final era un producto que transmitía directamente las preocupaciones del mundo moderno. “La película que quería rodar”, dice Hyams, “interpretada por actores jóvenes sobre el mundo del periodismo, me parecía tremendamente relevante. Es una historia sobre la avaricia. Es una historia sobre la codicia. Es una historia sobre la falta de honestidad que aparece en los lugares que se basan en la honestidad como eje principal. Simplemente me pareció el tipo de historia que llegaría a los jóvenes de hoy en día, porque trata sobre ellos, sobre gente que cree saber mucho más de lo que realmente sabe”.
Pero hacer despegar este proyecto de cine negro fue “bastante más difícil de lo que parecía”, apunta Hyams. “Cuando se hace una película independiente, el casting se convierte en la prioridad principal”. El productor Moshe Diamant se decantó por la estrategia del reparto de estrellas, gracias al cual Hyams podría rodar la película que quisiera. Hyams recuerda que Diamant le dijo, “Creo que podremos logarlo si conseguimos contar con un buen actor maduro. Si conseguimos fichar a un actor reconocido para dar vida al fiscal de distrito, podrás contar con el reparto que quieras”. Gracias a la relación de los realizadores con Michael Douglas, el film consiguió un actor de prestigio que se posicionó como el eje alrededor del cual se unió el resto del reparto.
“Michael Douglas dijo que quería trabajar en el film”, apunta Hyams, y se le dibuja una sonrisa aún a día de hoy, como si le hubieran dado la noticia ayer. “En cuanto supimos que contábamos con Michael, las cosas empezaron a rodar solas”.
Cuando le preguntaron qué le había atraído del proyecto, el doblemente oscarizado actor Michael Douglas (TRAFFIC, JÓVENES PRODIGIOSOS, ATRACCIÓN FATAL, WALL STREET) menciona “una combinación de elementos… todas relacionadas con el guión. También porque quería repetir con Peter Hyams, el director, con quien tuve el placer de trabajar en una película hace un par de años llamada LOS JUECES DE LA LEY. Con Moshe Diamant, el productor, y con Signature Films he tenido una larga relación durante muchos años”. Además, confiesa que le atrajo el hecho de que, a pesar del poco tiempo que Martin Hunter aparece en pantalla, su personaje desempeñe un papel crucial para el desarrollo del filme. “Ahora mis prioridades han cambiado”, admite Douglas. “Tengo una nueva familia y una esposa joven, así que me encanta poder participar en películas que requieran que lo dé todo, para mantenerme al pie del cañón, pero a las que no tenga que dedicar una gran parte de mi tiempo”, dice sonriendo.
La productora Limor Diamant coincide al decir que “todo empezó a encajar en cuanto supimos que Michael Douglas había cogido el papel”. “No se me ocurre un intérprete mejor. Michael Douglas es perfecto para interpretar a Martin Hunter”. Tras cerrar el acuerdo con el actor, la producción tenía mucha más capacidad para trabajar con quien quisiera, gracias a la financiación independiente. “Hubiéramos tenido que tomar decisiones muy diferentes si éste fuera un proyecto financiado por un gran estudio”, explica Diamant. “No podríamos haber contado con Joel David Moore, que es un actor joven de grandísimo talento, para interpretar al compañero del protagonista. No creo que nos hubieran dejar tener a Jesse [Metcalfe] como actor principal porque es una joven promesa, pero no es todo lo famoso que quisiera un estudio que suelen preferir a actores ya muy establecidos. No hubiera sido la misma película”.
Elegir a Jesse Metcalfe (TODOS CONTRA ÉL, MUJERES DESESPERADAS) para dar vida a C.J., el ambicioso y decidido reportero que persigue obsesivamente a Martin Hunter, ya ha afectado el destino de la película y el curso de la carrera del talentoso joven intérprete. “Este proyecto y este papel son, sin duda, un gran paso para mí”, explica. “Siempre interpreto adolescentes incluso ahora que ya he pasado la barrera de los veinte, y eso es a veces bastante extraño”. Por tanto, le encantó la oportunidad de ampliar su registro y exigirse más a sí mismo con su primer papel protagonista adulto. “Es fácil dar vida a personajes más jóvenes”, añade, “porque viven cosas que uno ya ha vivido, sus experiencias son más sencillas, no tienen tanta carga emocional. C.J. me ha permitido utilizar muchas de mis experiencias personales para el papel, y eso ha sido muy satisfactorio como actor… Ha sido casi terapéutico porque siento que estoy haciendo lo que debo, me ha permitido vivir una experiencia más honesta a través del personaje”.
Hyams se convenció de que la joven estrella era el intérprete idóneo cuando vio la pasión que mostraba por el papel. “Moshe me habló de Jesse pero yo no le conocía. No había visto MUJERES DESESPERADAS. Sabía que era muy guapo, que era una rompecorazones, pero cuando entró en mi despacho, me encontré con una persona muy seria que me dijo, ‘Olvídate de mi aspecto. Haría cualquier cosa por estar en esta película. Me voy a dejar la piel. Haré lo que me pidas. Hacer esta película es lo que más me interesa del mundo’”. Hyams supo que Metcalfe tenía el carisma necesario para este papel. “Me pareció que era la persona que necesitaba este filme porque entre otras cosas, combina una especie de dulzura con un aspecto más ácido, y el papel requiere de ambos elementos”, comenta el director.
En el plató, Metcalfe impresionó tanto al director como a su legendario compañero de reparto. “Jesse es genial. De hecho estoy un poco celoso”, comenta Douglas, con una sonrisa. “Es un tío muy guapo. Da muy bien en pantalla… es una estrella. Tiene mucha intensidad; trabaja muy duro y disfruta mucho del toma y daca interpretativo. Estoy seguro de que va a dar mucho que hablar”.
A la hora de escoger a la protagonista, Ella Crystal, una mujer complicada que duda entre el respeto por su jefe, Mark Hunter (Douglas), y el amor por el entusiasta periodista C.J. (Metcalfe), Hyams pensó inmediatamente en una de las más talentosas jóvenes intérpretes del momento, Amber Tamblyn (THE RING (LA SEÑAL), EL GRITO 2, JOAN OF ARCADIA). “Estaba decidido a que Amber cogiera este papel”, dice Hyams, “porque es la protagonista femenina y tiene un romance con C.J., así que tenía que ser una chica muy guapa. No obstante, también tenía que ser muy inteligente, y Amber es una mujer muy, muy lista, además de muy independiente y feminista”.
Al igual que su compañero de reparto, Tamblyn también impresionó a Michael Douglas. “Es buena”, afirma antes de corregirse. “Mejor dicho, es muy buena. El otro día estaba viendo la escena del juicio donde la cámara se centra en la reacción de Amber –que ve cómo se desarrolla la escena en segundo plano– y me quedé alucinado con lo buena que es, al ver cómo reaccionaba ante algo que no estaba ocurriendo delante de ella… Cuando eres buena, eres buena”.
En cuanto al reparto, Hyams recurrió a un par de actores conocidos por su faceta cómica. El papel del detective Nickerson, el policía de Shreveport, un hombre hastiado del mundo que vigila de mala gana a C.J. y a Mark Hunter, ha sido interpretado por Orlando Jones. Conocido por sus interpretaciones cómicas en MAD TV y en comedias de culto como TRABAJO BASURA y SOUR GRAPES. Para el papel de Nickerson, Jones tuvo que sumergirse en territorio dramático, un ámbito que ya había trabajado en su interpretación en la película de Charles Stone, por la que recibió muy buenas críticas. De hecho, esa interpretación fue lo que convenció a Hyams de que el versátil actor era lo que estaba buscando para MÁS ALLÁ DE LA DUDA. “Tanto Limor como yo conocíamos y adorábamos a Orlando”, comenda Hyams. “Me encantó en DRUMLINE. Conocíamos muy bien su trabajo. Es un tipo que me gusta mucho. Siempre me ha caído muy bien”.
Jones confiesa que fue un alivio poder aceptar el trabajo, dado que por un momento parecía que no le cuadrarían los plazos de su apretada agenda. “La verdad es que estaba rodando otra película en Florida cuando me llegó esta oferta”, recuerda. “Temí que no pudiera hacer este largo y me dio mucha rabia porque me apetecía muchísimo trabajar en este proyecto”. Pero entonces consiguió hacer un hueco en su agenda y Jones se unió al equipo de Hyams, a quien define como “extraordinario… Quiero mucho a ese tío. Es increíble tanto como director de fotografía, como director y como productor. Este guión que ha escrito tiene una cadencia muy específica; es un texto muy claro. Uno siempre cree que lo tiene todo bajo control, pero nunca lo sabe a ciencia cierta hasta que no está en el plató y el director le dice ‘vale, ya está’. Ha sido maravilloso trabajar en esta película, con este guión y con este director. Estoy encantado”.
El resto del reparto se muestra contentísimo y muy agradecido de haber trabajado con Jones, quien acudía al rodaje incluso los días que no tenía que hacerlo, simplemente para disfrutar de las interpretaciones de sus compañeros. “Ha trabajado muy duro y ha contribuido mucha inteligencia al papel y a la película en general”, comenta el director, algo en lo que coinciden todos sus compañeros, menos uno.
“Orlando es más gracioso que yo”, dice de mala gana Joel David Moore, que interpreta a Finley, el compañero periodista de C.J., un tipo turbio y listillo. “Eso no me gusta nada. Pero nada de nada”, añade jactándose cómicamente. “Siempre estoy intentado sacarle ventaja, pero no me gusta esa sensación porque no quiero que nadie sea más gracioso que yo”.
Moore (CUESTIÓN DE PELOTAS, CARIÑO ESTOY HECHO UN PERRO, EL ARTE DE ESTRANGULAR) fue el último de los actores principales en unirse al rodaje. Hyams comenta que le hubiera gustado ser el responsable de fichar a Moore, pero fue cosa de Limor Diamant. “Vino y me propuso que trabajáramos con Joel David Moore. Recuerdo claramente haberle dicho, ‘¿Quién demonios es Joel David Moore?’”, prosigue Hyams, “Pero ella siguió dándome la tabarra. Nos mandaron un vídeo, un DVD de Joel y nos convenció a los dos; nos pareció genial. Fue una de esas veces en las que de repente todo cuadra y resulta que estaba disponible justo cuando necesitábamos a alguien con urgencia”.
Según Moore, en cuanto se enteró de que le había fichado para el film, reaccionó de la mejor manera posible. “Sí”, comenta irónicamente, “en cuanto me enteré pensé, ‘Vale, voy a trabajar en una película con Michael Douglas… creo que es buen momento para dejar de beber’. Así que ésta la rodé sobrio”. Se ríe antes de retomar la compostura y mostrarse serio por un instante, “En realidad… si vas a trabajar con Peter Hyams y Michael Douglas, tienes que estar al 100% para poder darlo todo”.
Para uno de los coprotagonistas contar con Moore posibilitó un reencuentro, dado que habían participado juntos en otro proyecto anterior. “Joel me dirigió en SPIRAL, que se estrenó el año pasado”, comenta Amber Tamblyn. “Así que cuando me enteré de que trabajaría con nosotros, me emocioné. Me vinieron a la mente todas las coñas que habíamos tenido durante el rodaje, nos pasamos el rato gastándonos bromas y disparándonos con pistolas de balines. Recordé cómo nos lo pasamos. Y pensé, ‘Espero que no actuemos igual aquí. He madurado. Ahora soy seria’. Así que llegamos al rodaje y en cuanto nos vimos nos pusimos a darnos collejas y comportarnos como si tuviéramos ocho años”.
Por su parte, Moore ve su amistad desde otro punto de vista. “Está loquita por mí y es una pesada”, comenta con muchísima seriedad. “Creo que está enamorada de mí, supongo que lo está desde que nos conocimos”.