Crítica LA MUJER RUBIA

Estreno en España: 28 Noviembre 2008

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Sinopsis

Verónica (María Onetto) conduce por la carretera cuando, de repente, en una distracción, un fuerte golpe en el vehículo anuncia un atropello. Aturdida, reemprende la marcha sin mirar atrás. Durante varios días, se muestra confusa mientras la vida social absorbe y diluye el acontecimiento. Cuando, finalmente, le cuenta a su marido que cree haber matado a alguien, ambos se dirigen al lugar para descubrir el cadáver de un perro. Verónica, poco a poco, regresa a la normalidad y recobra la calma, pero una inesperada noticia se encarga de revivir el incidente. Ha aparecido el cuerpo sin vida de un chico en la zona del siniestro.

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Crítica de Cine.com
por Leo Aquiba Senderovsky

Lucrecia Martel continúa por el camino de lo sugerente con su tercera película, que explora los sentimientos que comienzan a aflorar en el personaje de Vero, luego de que esta cree haber atropellado a alguien en la ruta. Martel no se demora en presentarnos a Vero, y prefiere colocar el accidente minutos después del comienzo del film. De esa manera, Vero se configura ante el espectador directamente como una mujer que contrasta plenamente con la gente que lo rodea, pareja, primos, amigos, etc. Una mujer desencajada ante la agobiante cotidianeidad de la familia, que en su cuasi mutismo encierra la angustia que siente por no saber si ha matado a una persona. Lucrecia Martel, la cineasta más sugestiva del cine argentino, consigue de María Onetto (actriz con amplia experiencia en el teatro independiente, conocida tardía y masivamente por el público argentino con su formidable actuación en la telenovela Montecristo) una brillante interpretación de Vero, quien en su confusión y su angustia, la vemos lidiar entre su marido, los escarceos amorosos con su primo, las insinuaciones de la joven Candita, y la alienada rutina de toda su familia. Vero divaga, intentando volver sobre sus pasos, para reconstruir lo que ha sucedido. En el medio aparece brevemente la tía Lala, la última aparición en pantalla de la excelente María Vaner (todo un símbolo de la renovación del cine argentino en la década del ’60), mujer mayor que en su senilidad compatibiliza bastante con Vero, compartiendo con ella el mismo miedo por todos los que la rodean. De la misma forma, Martel vuelve a relucir las diferencias sociales en Salta, como si el cuerpo de un chico humilde, a los ojos de la clase media alta, pudiese ser confundido con el de un perro. En este caso, si bien para Vero no da lo mismo si es un chico o un perro quien perdió su vida por un descuido de ella, sí da lo mismo para la película, ya que, como en los films anteriores de Martel, las aristas dramáticas se construyen a partir del misterio y de la ambigüedad, tanto en la violencia como en el sexo. Martel vuelve a explotar al máximo un recurso característico en su cine, el fuera de campo sonoro, que adquiere un significativo poder, ya que en sus tres películas posee un peso dramático tan relevante como lo que se encuentra frente a los ojos del espectador. Sin embargo, pese a estos méritos, que no hacen más que confirmar los potentes recursos narrativos de Lucrecia Martel, La mujer rubia no llega a contar con la dimensión trágica de su primera película, La ciénaga, y finalmente queda a medio camino, sostenida principalmente por el sinuoso andar de Vero.

Lo mejor de la película: María Onetto, y los recursos tradicionales del cine de Lucrecia Martel

Lo peor de la película: Su falta de fuerza dramática, si se la compara con La ciénaga.

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Dirección y guión: Lucrecia Martel.
Países:
Argentina, España, Francia e Italia.
Año: 2008.
Duración: 87 min.
Género: Drama.
Elenco: María Onetto (Verónica), Guillermo Arengo (Marcelo), César Bordón (Marcos), Claudia Cantero (Josefina), Inés Efron (Candita), Daniel Genoud (Juan Manuel), María Vaner (Lala).
Producción: Pedro Almodóvar, Agustín Almodóvar, Esther García, Verónica Cura, Enrique Piñeyro, Lucrecia Martel, Marianne Slot, Vieri Razzini, Cesare Petrillo y Tilde Corsi.
Fotografía: Bárbara Álvarez.
Montaje: Miguel Schverdfinger.
Diseño de producción: María Eugenia Sueiro.
Vestuario: Julio Suárez.
Estreno en Argentina: 21 Agosto 2008.

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Biofilmografía de Lucrecia Martel

Lucrecia Martel (Salta, 14 de diciembre de 1966) es una directora de cine argentina.

Dirigió los cortos El 56 (1988), Piso 24 (1989), Besos Rojos (1991) y Rey Muerto (1995), así como la serie de televisión D.N.I. (1995) antes de realizar su primer largo, La Ciénaga (2001), por el cual obtuvo numerosos premios, entre ellos el premio NHK del Festival de Cine Independiente de Sundance, el Grand Prix del Festival de Cine Latinoamericano de Toulouse y el premio a mejor película y mejor director del Festival de Cine de La Habana, además de una nominación al Oso de Oro en Festival Internacional de Cine de Berlín.

En 2004 su segundo largometraje, La niña santa, fue nominado a la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes.

Su tercer film, La mujer sin cabeza, fue seleccionado en Cannes en 2008.

Filmografía

* La ciénaga (2001)

* La niña santa (2004)

* La mujer sin cabeza (2008)

* El Eternauta (2010, en preproducción)

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