Crítica “El ultimatum de Bourne”

Estreno en España: 14 Agosto 2007

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Sinopsis

Treadstone, el programa de operaciones secretas que creó a Jason Bourne (Matt Damon), ya no existe. Ha sido absorbido por el programa Blackbriar, del Departamento de Defensa, que ha lanzado a la calle una nueva generación de asesinos profesionales a disposición del gobierno y cuya existencia es desconocida. Para ellos, Bourne debe ser eliminado; para él, ellos son el único eslabón que le une a una vida que se ha esforzado en olvidar. Bourne ha llegado al final del camino. Esta vez no le bastarán las promesas vacías de sus antiguos amos; tampoco se detendrá al matar a los que le persiguen sin tregua. No le queda nada que perder y se servirá de todo lo que le han enseñado, de todos sus instintos para llegar hasta sus creadores y acabar de una vez por todas.

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Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky

Contrario a la opinión de muchos, que vinculan la trilogía escrita por Robert Ludlum, con la serie de James Bond, nada más alejado del espíritu servil de esas historias, que la trilogía del espía amnésico. El ultimátum de Bourne, además de ser, por lejos, la mejor de las tres, es la excepcional confirmación de cómo esta saga aprovecha sabiamente los entresijos del mejor entretenimiento, para subvertir todos y cada uno de los lugares comunes del cine de espionaje. Bourne dista de ser un aventurero mujeriego al servicio de intereses gubernamentales, es, en síntesis, un hombre que amó a una sola mujer, la perdió en manos de las mismas personas que lo buscan, y aquellos que lo persiguen son sus otrora compañeros y jefes, aquellos que, desde un sistema (la CIA, ni más ni menos) que ha posibilitado operaciones clandestinas al mando de jefes corruptos, lo han convertido en un mercenario. Bourne es, desde el inicio de la trilogía, el dedo en la llaga de la CIA, un blanco necesario, un espía destinado a rebelarse del mismo sistema que lo creó, dedicado a escapar de sus propias autoridades, para recuperar su vida y su identidad. Este espíritu “anti-sistema” es lo primero que la eleva del resto de estas superproducciones, sumado al hecho de que esta trilogía es una de las más coherentes y sólidas de su tipo. Los tres guiones son tres partes de una misma historia que viene a completarse aquí, y si bien en esta se explica gran parte del contenido de las dos anteriores, conviene, antes de verla, hacer un repaso por aquellas dos, para evitar cabos sueltos. La vibrante dirección de Greengrass, que ya en La supremacía… había superado con creces la primera, dirigida por Doug Liman, aquí logra superar sus propios resultados, brindando una realización que no da respiro ni decae en ningún momento, y posee todas las vueltas de tuerca necesarias para no poder despegar los ojos de la pantalla. A Matt Damon se lo ve mejor que nunca como el imperturbable agente, y las incorporaciones de David Strathairn y Albert Finney, dos enormes actores, son un excepcional acierto de casting. Entre todo esto, una trama compleja, y una película imperdible, especialmente para aquellos que han disfrutado las anteriores, y para todo aquel que guste del mejor cine de acción. Sin duda, lo mejor en su género en mucho tiempo.

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Dirección: Paul Greengrass.
País:
USA.
Año: 2007.
Duración: 111 min.
Género: Acción, drama, thriller.
Interpretación: Matt Damon (Jason Bourne), Julia Stiles (Nicky Parsons), Joan Allen (Pamela Landy), David Strathairn (Noah Vosen), Paddy Considine (Simon Ross), Scott Glenn (Ezra Kramer), Edgar Ramírez (Paz), Albert Finney (Dr. Albert Hirsch).
Guión: Tony Gilroy, Scott Z. Burns y George Nolfi; basado en un argumento de Tony Gilroy; sobre la novela de Robert Ludlum.
Producción: Frank Marshall, Patrick Crowley y Paul L. Sandberg.
Música: John Powell.
Fotografía: Oliver Wood.
Montaje: Christopher Rouse.
Diseño de producción: Peter Wenham.
Vestuario: Shay Cunliffe.
Estreno en USA: 3 Agosto 2007.

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Biofilmografía de Paul Greengrass

Paul Greengrass (Cheam, Inglaterra, 13 de agosto de 1955); director de cine británico.

Debutó en la dirección con Resurrected en 1989 y tras pasar varios años trabajando en producciones para televisión realizó Extraña petición en 1998, aunque no sería hasta 2002 cuando se diese a conocer al gran público con la excelente Bloody Sunday, película que repasa los acontecimientos del Domingo sangriento con un estilo casi documental que se ha hecho característico en su filmografía.

Posteriormente realizó El mito de Bourne, secuela de El caso Bourne, donde continuaba las andanzas y el proceso de autodescubrimiento del amnésico espía Jason Bourne. En 2006 realiza United 93, película en la que retoma su estilo casi documental para narrar los hechos sucedidos en el vuelo que durante los atentados del 11-S acabó estrellado en Pensilvania tras frustrarse el ataque al capitolio gracias a los pasajeros.

Como productor y guionista fue autor de Omagh, película que relata el atentado peretrado en 1998 en Omagh.

Filmografía

El Ultimátum de Bourne (2007)

They Marched Into Sunlight (2007)

United 93 (2006)

El mito de Bourne (2004)

Bloody Sunday (2002)

The Murder of Stephen Lawrence (1999) (TV)

Extraña petición (1998)

The Fix (1997) (TV)

The One That Got Away (1996) (TV)

Kavanagh QC (1995) Serie TV

Open Fire (1994) (TV)

When the Lies Run Out (1993) (TV)

Resurrected (1989)

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CÓMO SE HIZO “EL ULTIMÁTUM DE BOURNE”

1. El proyecto

Durante los últimos cinco años, numerosos espectadores han seguido ansiosamente el peligroso viaje de Jason Bourne. Después del estreno de El caso Bourne en 2002, el público se quedó maravillado por la osada estructura que colocaba a la película en una nueva categoría posmilenio dentro del género de espías. “La gente se quedaba sorprendida por la frescura de la película”, recuerda el productor Frank Marshall. “No era una película de acción a la usanza. Creo que no esperaban que la historia fuera contada de ese modo, ni que fuera rodara con tanta precisión, ni que Matt Damon estuviera tan espléndido”. Para dirigir la segunda entrega, El mito de Bourne, los productores optaron por Paul Greengrass, un realizador inglés reconocido a nivel internacional por el público y la crítica por sus documentales y largometrajes como Domingo sangriento/Bloody Sunday y Omagh. A pesar de ser una película de gran presupuesto, el realizador quiso mantener su estilo de rodaje cámara en mano, de iluminación y de montaje rápido. El mito de Bourne fue muy aclamada y Peter Travers, de la revista Rolling Stone, dijo: “Si no recuerda lo que significa disfrutar viendo una película rodada por todo el planeta, con enfrentamientos y acción insuperable, realizada con humor, estilo e inteligencia, no se pierda El mito de Bourne”. Paul Greengrass alcanzó la cúspide gracias a El mito de Bourne y al ser nominado a un Oscar al Mejor Director por United 93. Ahora vuelve a llevar al solitario héroe a la gran pantalla en su búsqueda de respuestas en EL ULTIMÁTUM DE BOURNE. La necesidad de cerrar el círculo fue lo que le convenció para rodar esta tercera entrega: “Bourne es un hombre de carne y hueso en un mundo real empeñado en una búsqueda mítica”, dice. “Me gusta porque es una historia de oposiciones. ¿Es un asesino o le transformaron en uno? Siempre planea la sensación de que Bourne es uno de nosotros y que rehúye ser como ‘ellos’. Quiere respuestas, pero no se fía de ellos. Todos son malos, el sistema es corrupto. Me lo paso muy bien describiendo todo esto con un ritmo trepidante contra un telón de fondo muy contemporáneo”.

Una entrega de Bourne no sería completa sin que el oscarizado Matt Damon volviera a encarnar al protagonista. El actor se alegró de que el director quisiera hacer la tercera parte. “Paul es uno de los grandes directores actuales”, dice el actor. “Es un gran narrador y su estilo es idóneo para estas películas porque carece de teatralidad. Su forma de rodar es muy honrada”.

Matt Damon vuelve a imprimir la misma tranquila intensidad al personaje en busca de la verdad. “Matt nunca se equivoca”, dice Paul Greengrass. “Hay algo en él que hace saber al espectador que es el bueno. Es genial a la hora de interpretar un personaje con muchas sombras. Comunica su deseo de ser bueno, sobre todo a los jóvenes. Matt y yo vemos el personaje y la película del mismo modo”.

En opinión del productor Frank Marshall, el actor imprime las mismas cualidades al personaje que las descritas en la clásica serie escrita por Robert Ludlum. “Matt encarna a la perfección lo que el Sr. Ludlum habría querido ver en el personaje. Por ejemplo, no tiene pinta de asesino a pesar de ser un profesional; es contemporáneo y puede volverse invisible en el mundo actual. Es exactamente lo que describió Ludlum”.

Al igual que los guiones de las dos primeras entregas de Bourne, la historia que Tony Gilroy escribió para EL ULTIMÁTUM DE BOURNE se aleja de la trama de las novelas de Robert Ludlum, que transcurren en plena guerra fría y que no atraerían a una generación nacida cuando ya no existía. Pero la idea de la conspiración y de un programa gubernamental descontrolado sigue siendo más que relevante. Siempre se sospechó que el autor tenía un contacto en la CIA, que alguien le contaba cosas que le ayudaban a mantener un elevado nivel de credibilidad en sus historias.

El director también conoce el oscuro mundo del espionaje. En 1987, Paul Greengrass coescribió con Peter Wright, ex subdirector del M15 (servicios secretos británicos), la historia autobiográfica del agente secreto. Los intentos del gobierno inglés para prohibir la publicación de Spycatcher – The Candid Autobiography of a Senior Intelligence Officer ayudó a convertirlo en un superventas internacional. Su contacto con el juego del espionaje le dio una experiencia que pocos realizadores habrían tenido para rodar la historia de Jason Bourne.

En las entregas anteriores, el ex asesino profesional obtuvo una información limitada sobre sí mismo gracias a sus poco comunes habilidades, que van desde matar con total discreción a un objetivo en público a saber deshacerse de cualquiera. Pero cuando pierde a su gran amor, ya no desea hacer uso de sus conocimientos. “Marie representaba el lado humano de Bourne”, dice el actor. “Tiene un pasado muy oscuro, ha hecho cosas horribles y lo sabe. Marie le ayudó a entender algunas de las cosas que hizo y lo que significa vivir como un ser humano. Ahora que ya no está, no le queda nada que perder”.

Bourne pensó que por fin había acabado con el pasado cuando una bala mata al agente de la CIA Ward Abbott (Brian Cox) al final de El mito de Bourne. “No quiere volver a tener ningún contacto con Treadstone”, explica Matt Damon. “Les dio un ultimátum al final de El caso Bourne. Hará uso de todo lo que sabe si nota que van a por él”.

La necesidad de una vigilancia global y de neutralizar cualquier amenaza a la seguridad nacional ocupa un lugar cada vez más importante en la mente de los responsables de la CIA, por eso Blackbriar ha sustituido a Treadstone. “Al descubrir que algunos agentes han sufrido colapsos, han cambiado el entrenamiento y las pautas de modificación del comportamiento”, explica el actor.

Además de los aparatos de vigilancia de última generación y de asombrosos trucos de acción, Paul Greengrass se empeñó en que esta entrega debía recorrer medio mundo. De hecho, en todas las películas Bourne se viaja mucho, pero esta transcurre en Londres, Madrid, Tánger, París, Moscú y Nueva York. “Quería paisajes contemporáneos y me gustó la idea de unir Londres, Madrid y Nueva York”, dice el realizador. “Se ve algo de Moscú y mucho de Tánger. Todas las películas Bourne, además de ser una búsqueda, también son un viaje”.

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