Crítica “La criatura perfecta”

Estreno en España: 18 Enero 2008

Puntuación:


Sinopsis

Hace tres siglos, en un mundo similar al nuestro, un alquimista italiano descubrió accidentalmente los secretos de la ciencia genética. Al hacerlo, el alquimista desencadenó una oleada de virulentas enfermedades contra las que la raza humana lucha todavía. Otra consecuencia de estos experimentos fue la creación accidental de una nueva raza de personas: los Hermanos, resultante de una mutación genética provocada por un virus y que sólo se manifiesta en los varones. Los Hermanos son seres superiores, física y mentalmente, que se han convertido en los guardianes de la ciencia genética y se han dedicado a mantener a buen recaudo el peligro potencial que encierra esa ciencia. Los Hermanos también ayudan a la humanidad a combatir las enfermedades que periódicamente asolan el planeta. Se trata de una relación simbiótica, a cambio de su compromiso de preservar la vida humana, los Hermanos sólo piden a la humanidad una cosa: su sangre. Los Hermanos son vampiros, no de la clase de vampiros que alimenta el mito europeo, sino unas criaturas vivientes de carne y hueso: quizás el próximo eslabón de la cadena de la evolución. Entonces surge un problema que amenaza con destruir esta armonía. Uno de los Hermanos ha hecho algo que ningún otro había hecho jamás: cazar seres humanos.


Crítica de Cine.com
por
Leo Aquiba Senderovsky

Tediosa a más no poder. Ese quizás sea el peor defecto de La criatura perfecta, producción europea de corte fantástico, que en su afán de emular las versiones americanas de historias de vampiros (o tal vez, en su intento de despegarse de esa visión), se olvida del entretenimiento, o por lo menos, cuando se acuerda de ello, ya es demasiado tarde. Lo único que recuerdan mis retinas de esta fastuosa, vacua y deslucida producción, es la apocada e inmutable actuación de Dougray Scott, que al menos está mejor, o más contenido, que en su papel de agente de la Interpol en Hitman. También a Leo Gregory, cuyo rostro aquí se asemeja al de Klaus Kinski. Del resto, no hay mucho más para decir. A esta criatura perfecta le pesa ostensiblemente el tono solemne que le han pretendido dar, y le sienta a la perfección los términos “engendro” y “olvidable”, en sus más negativas acepciones.


Dirección y guión: Glenn Standring.
Países:
Reino Unido y Nueva Zelanda.
Año: 2006.
Duración: 90 min.
Género: Acción, fantástico, terror.
Interpretación: Dougray Scott (Silus), Saffron Burrows (Lilly), Leo Gregory (Edgar), Scott Wills (Jones), Stuart Wilson (Augustus), Craig Hall (Dominic), Robbie Magasiva (Frank), Lauren Jackson (Steph), Peter McCauley (profesor Liepsky), Stephen Ure (Freddy).
Producción: Tim Sanders, Russell Fischer, Haneet Vaswani, Michael Cowan y Jason Piette.
Música: Anne Dudley.
Fotografía:
Leon Narbey.
Montaje: Christopher Blunden.
Diseño de producción: Phil Ivey.
Vestuario: Kirsty Cameron.


Filmografía de Glenn Standring

La Criatura perfecta (2006)

La verdad irrefutable sobre el demonio (2000)


CÓMO SE HIZO “LA CRIATURA PERFECTA”

  Se trata de un mundo familiar, pero no del mundo que conocemos. La historia ha cambiado. Es un universo alternativo en el que los vampiros y los seres humanos han estado coexistiendo durante 300 años. LA CRIATURA PERFECTA se basa en la creencia de que, durante el siglo XV, un cierto alquimista descubrió el alumbramiento de un nuevo ser: unos bebés que mamaban sangre en lugar de leche”, asegura el guionista y realizador, Glenn Standring. “El alquimista creyó ver la mano de Dios en la tierra a través de estas hermosas criaturas. Rescató a tantas de ellas como pudo de la ignorancia y las supersticiones imperantes en aquel tiempo, y creó una iglesia en torno a aquéllas, que denominó la Hermandad. A partir de entonces, la historia cambió para siempre y el universo de este filme se distanció de lo que pasaba en nuestra propia historia”. “Nuestra película se desarrolla unos 300 años más tarde, en un mundo en que la Hermandad se valora como una institución que tiene la misión de cobijar y proteger a los seres humanos, casi como unos representantes de Dios en la Tierra. Gracias a una mutación de valores, los vampiros han dejado de ser azotes de la humanidad para convertirse en sus salvadores espirituales. Su capacidad para salvaguardar la vida humana de las afecciones virales y de las mutaciones del ADN los ha convertido en seres indispensables. Pero este delicado equilibrio parece cercano a la autodestrucción cuando uno de los vampiros se convierte en un ejemplar de los que mejor conocemos y más tememos: un vampiro depredador de seres humanos”. “Silus es uno de los Hermanos que debe trabajar con Lilly, agente de la policía local, para descubrir el paradero del Hermano demente”, continúa diciendo Standring. “Los personajes acabarían preguntándose si la Hermandad y el universo que ésta ha contribuido a crear son realmente justos. En el proceso, se analizan conceptos tales como los lazos familiares, el honor y la dinámica de corrupción de las instituciones, y se incide en el debate planteado en torno a la ciencia genética y a la aplicación de la misma”. “Me sentí inmediatamente atraído por el Guión de Glenn y el notable punto de inflexión en este género”, asegura Tim Sanders, el productor afincado en Nueva Zelanda, que habría de dedicar los dos años siguientes a lograr la convergencia de las nueve entidades diseminadas por todo el mundo que financiaron el filme. Reconoce que “ese fue mi mayor problema”.

  Russel Fischer y Haneet Vaswani, de Roc Media, buscaban una película que siguiese la estela de su exitosa opera prima, “Quiero ser como Beckham”, una cinta que no los encasillase en un determinado género. “Íbamos a desarrollar otro proyecto con Glenn”, afirma Fischer, “pero nos sentimos inmediatamente atrapados por la tremenda vitalidad de esta historia”.

  “Nos sentimos captados por la visión y el talento de Glenn”, añade Michael Cowan, de Spice Factory. “Y resultó apasionante trabajar con un equipo tan creativo en un filme de esta magnitud”.

  “Negociar con los fondos británicos constituye una tarea estresante”, explica el productor Vaswani: “Tardamos más de un año en evaluar a la totalidad de los fondos financieros para poder estimar cuáles poseían realmente el dinero preciso para realizar la película y diseñar un plan financiero viable para el proyecto.” Por tratarse de una producción oficial anglo – neozelandesa, era preciso lograr un equilibrio entre los elementos creativos y económicos en el marco del filme. “Se hizo evidente desde un principio que el reparto principal tendría que proceder del Reino Unido”, afirma Sanders. “Entonces, nos pusimos a la tarea elaborar nuestras listas de preferencias y, para nuestro asombro y satisfacción, el proyecto agradó, tanto a Dougray Scott, como a Saffron Burrows, desde el principio mismo”.

  “Era fantástico poder elegir a cuatro de los cinco actores principales fuera del Reino Unido y realizar la película utilizando a los artistas idóneos para el filme, en vez de tener que plegarnos a las presiones comerciales”, afirman los productores Fischer y Vaswani.

  “Una coproducción como ésta constituye un proceso muy creativo”, añade el productor Jason Piette. “Tenemos un equipo heterogéneo, en parte neozelandés y en parte británico, que trabaja compenetradamente para realizar una película”.

  “Era algo inusitado. Nunca antes había leído algo semejante, y me sentía intrigado”, asegura el actor escocés Dougray Scott (Silus). “Afirmar que es una película de vampiros es simplificar demasiado las diferentes dimensiones que caracterizan al guión. No se trata de una sencilla película de terror; no se trata de un simple thriller. Está compuesto de una variedad de elementos. Hay mucha acción, gran cantidad de efectos especiales… pero también hay inteligencia ahí, y una historia de amor irredento. Realmente, me encantó”.

  “Había visto a Dougray en “Misión Imposible II”, en la que aquél encarnaba a un “malo” incorregible, y en “Enigma”, en la que el actor interpretaba el papel de un genio de las matemáticas”, recuerda Standring. “El hecho de que ambas producciones fuesen tan radicalmente diferentes entre sí y, no obstante, estuviesen tan bien realizadas, me indicó que, a) Dougray es muy buen actor, y b) posee los rasgos definitorios de Silus: una naturaleza un tanto inquietante y un cierto toque de ambigüedades”.

  “A espaldas suyas, su hermano menor se ha estado esforzando por ingerirse en la genética. Las experimentaciones, no obstante, han sido un fracaso y el hombre se ha infectado y se ha vuelto un tanto chalado. Mi misión consiste en darle caza antes de que se abra la caja de Pandora. Por supuesto, la Hermandad desea guardar el mayor secreto sobre el asunto. No quiere que trascienda a la sociedad civil. Pero la policía se implica y es aquí donde aparece el personaje de Lilly”.

  El papel de Lilly está interpretado por Saffron Burrows, que anteriormente había coprotagonizado con Dougray Scott el thriller romántico “Enigma”, en la compañía de Kate Winslet y Jeremy Northam. “Para un actor, la oportunidad de trabajar con otro actor por segunda vez es magnífica. El día uno, comienzas por otorgar confianza, y esto es de gran ayuda. Estáis en el mismo lado y os observáis mutuamente. Esto nos ayudó a realizar las escenas de una forma distinta de como lo habríamos hecho si todavía estuviésemos tratando de conocernos”.

  “Lilly ha vivido mucho y muestra un cierto grado, si no de coraje, quizás sí de estoicismo. Su vida ha sido, en cierta medida, paralela a la de Silus, porque en la Hermandad no existen el amor humano ni los contactos humanos. Es probable que Lilly lleve una existencia casi monacal y pienso que ella ve en Silus un alma gemela de la suya en ese sentido.” explica Burrows.

  “Este guión es inusitadamente pormenorizado y sutil”, afirma la Burrows. “Yo podría calificarlo de cine negro neo feminista. Podría decir que es una historia de amor. Alguna de la gente que me rodea la califica de película de vampiros. Yo me niego de catalogarla como tal. Sin embargo, yo lo abordé – el personaje de Lilly – en un plano muy egoista. Glenn le había dado tanto! Desde la primera línea, ha resultado una cosa estimulante e inusitada para mí”.

  “Saffron captó en seguida la humanidad y la fuerza del personaje de Lilly y se sintió impelida a convertirlo en algo real y creíble”, asegura Standring. “No creo que la hayan concebido realmente de forma similar a lo que es en realidad: tremendamente humana y entrañable. El personaje de Lilly lleva puesta una máscara porque su mundo es muy cruel. El talento artístico de Saffron consistió en colocarse esa máscara, dado que la totalidad de la inteligencia y la humanidad de Lilly subyacen dentro del personaje. Encima, la hemos encadenado, golpeado, herido…casi la hemos matado, y Saffron ha aportado al personaje todo lo que tiene. Desde su perspectiva, su trabajo no consiste en sentirse cómoda, sino en hacer que el personaje sea real”.

  Comenta Burrows: “A Glenn le gustan las imágenes muy viscerales que, en ocasiones, adquieren en la pantalla un cariz muy erótico, lo cual resulta inquietante porque se trata, en realidad, de la condición vampiresca y de el resultado de lo que falla en la manipulación genética, en el momento en que comenzamos a manipular la ciencia”.

  “En la película se aborda un buen número de cuestiones importantes”, reconoce el actor británico Leo Gregory, que interpreta a Edgar. “Si reemplazas la Hermandad por la Iglesia sin esforzarte por ser paradójico, casi se parece a un mundo en el que el Gran Hermano te vigila. Al igual que en el mundo real, se nos mantiene en la ignorancia respecto de muchas cosas, y otros deciden por nosotros sobre lo que afecta a nuestros intereses. Las personas son meros rehenes. Sin embargo, hay esperanza en este filme, como hay también desesperanza, y existen unas sensaciones y relaciones que emergen de toda esta problemática. Es una producción muy interesante”.

  “Aunque hicimos un visionado de centenares de actores británicos, noveles y consagrados, antes de elegir a Edgar, comprendimos enseguida que Leo Gregory era el ideal para el papel, en cuanto contemplamos su interpretación en Out of Control”, confirma el productor Russel Fischer.

  “Glenn ha escrito algunos guiones muy válidos sobre la humanidad y sobre cómo los hombres tratan a los hombres, y sobre lo que estamos haciendo al medio ambiente con nuestra ciencia.” añade el neozelandés Scott Willis, quien interpreta al detective Jones, que trabaja con Lilly.

  “Todo este tipo de cuestiones impregnan toda la cinta, aunque, básicamente, se trata de una historia de amor humano, en la que se han introducido algunas pistolas y se ha vertido un poco de sangre! Tiene todos estos componentes.” asegura Standring. “Todos asumimos desde un principio la idea de que queríamos hacer un filme de vampiros como nadie había visto antes. La clave es la originalidad”.

  “Creo que resulta interesante en el presente de la cinematografía neozelandesa, que hayamos evolucionado hasta el punto en que podemos hacer diferentes modalidades de películas.” dice el productor Tim Sanders. “En otro tiempo, sólo se podían realizar dramas individuales introspectivos y llenos de angustia. Hemos avanzado mucho desde entonces. Peter Jackson, con sus primeras producciones, fue un adelantado. El filme de Glenn titulado “Irrefutable Truth About Demons”, constituyó un exitoso exponente de este género. Creo que existe un nivel de sofisticación y de estilo que ahora aportamos a esta película y que la hará sobresalir”.

  “Silus es un miembro importante de la Hermandad – una orden religiosa que había reemplazado a la iglesia como punto de referencia y fuente de orientación sobre el comportamiento en sociedad”, afirma Scott respecto al personaje que encarna en LA CRIATURA PERFECTA. “La gente experimenta hacia él una gran adhesión reverencial, tanto por su elegante serenidad, como por su jerarquía”.

  “El personaje experimenta el dolor y el sufrimiento de los seres humanos atrapados en el universo cruel y hostil de la película. Es un hombre muy bueno, muy inteligente, tranquilo y meditabundo. Pero es igualmente un instrumento de la Hermandad y esto genera un conflicto de intereses entre sus ideales y los objetivos de la Hermandad”.

  Para pergeñar su personaje, Scott leyó mucho sobre la religión. “Realmente me atraía: la historia de la religión y su evolución a lo largo del tiempo”, aseguró. “Podía utilizar la Iglesia Católica como referente de la Hermandad y del papel que desempeñan los sacerdotes en la sociedad”.

  El actor también practicó intensamente el yoga y trabajó con la coreógrafa corporal Shona McCullough. “Silus tiene un aspecto y un comportamiento que parece muy exótico a los seres humanos”, asegura Scott. “Queríamos que el aspecto físico del personaje fuese un factor diferencial. Trabajamos mucho sobre sus gestos y su forma de andar, de desplazarse y de moverse. Es increíblemente fuerte (cosa que también logró con prótesis metálicas) y, sin embargo, muy esbelto”.

  Scott confiesa que su mayor dificultad consistía en “hablar con los dientes. Resultaba muy difícil. Empleamos muchísimo tiempo en colocar los dientes correctamente, porque, al principio, me hacían atragantarme continuamente. Al final, optamos por usar fundas”.

  “Cuando era más joven, pensaba que actuar en el cine suponía disimular. Ahora pienso lo contrario”, asegura Burrows. “Tienes que proyectar mucho de ti misma para que el papel sea gratificante de interpretar y, a ser posible, impartirle algo de humanidad. Simplemente, intento ver qué me interesa de una persona, qué me ha atraído en un principio hacia el personaje. Es estimulante encarnar a alguien que, sobre el papel, no se parece nada a ti y, entonces, descubrir los paralelismos”.

  “Para afrontar el papel de Lilly en LA CRIATURA PERFECTA, yo estaba decidida a prepararme intensamente, incluso convertirme en tripulante de un coche patrulla del Cuerpo de Policía de Los Ángeles, y aprender a manejar armas de fuego con eficacia; (mis amigos de Londres me daban consejos sobre dónde guardar mi pistola y qué hacer con ella!), recuerda Saffron divertida. “Decidí que nada de eso era importante, porque nos encontrábamos en un mundo paralelo (que te puede convertir en actor muy perezoso, porque puede inducirte a no investigar nada)! Pero eso era positivo, porque podíamos desarrollar un lenguaje corporal y un estilo de trabajo que era absolutamente exclusivo de nuestro mundo: de Jamestown. La visión que tiene Glenn no es contemporánea, así que usamos, más bien, un lenguaje de 1940. No se usaba la jerga actual, ni estaba presente esa proclividad al uso de armas que ahora vemos tanto en nuestras pantallas”.

  A Burrows le pareció que la dimensión material de su papel era “muy interesante”, según confiesa. “Inicié una secuencia en este cuarto de calderas, en el que aparecen una conducción y unas esposas. ¡Le tenía terror! Entonces, a mitad de la primera jornada, comencé realmente a disfrutar. Te sientes muy reforzada también en este aspecto material, cosa que yo no esperaba realmente: no me he preparado mucho, a decir verdad, y no soy demasiado musculosa. Pero, en las secuencias que requerían alguna destreza física y tú tienes que lidiar con alguien en la pantalla, tu corazón late de prisa y resulta verdaderamente muy emocionante!”

  “Edgar ha llevado una vida muy apartada y reprimida”, asegura Gregory sobre personaje que interpreta en LA CRIATURA PERFECTA. “Dada la naturaleza de su labor científica, Edgar dedica mucho tiempo al estudio y la meditación. Cuando se contagia de una enfermedad, ésta comienza a roerlo interiormente y el hombre comienza a cuestionar sus propias ideas sobre el mundo en que vive. Se vuelve un ser poderoso y malvado”.

  “Resultaba sumamente difícil encontrar a alguien que nos satisficiese para el papel de Edgar”, afirma el guionista y realizador Glenn Stranding. “Nos pusimos en contacto con The Hubbards, una agencia londinense especializada en casting y les preguntamos: “¿Quién es el actor joven más dinámico y rompedor?” Aunque nos entregaron un montón de cintas grabadas, la recomendación que nos hicieron desde el primer día fue: “Prueben a Leo Gregory; es fantástico”. Visioné una de las películas de Leo, hablé con él por teléfono y… era el adecuado! Y no me he arrepentido de mi decisión”.

  “Descubrir a Leo Gregory resultó emocionante”, añade el productor Tim Sanders. “Necesitábamos un actor más joven para encarnar al hermano de Silus, e Inglaterra parece ser un verdadero vivero de actores jóvenes, con tanto teatro, televisión y cine de bajo presupuesto. Leo ha transitado con paso firme por todos esos medios. Aunque es todavía muy joven, posee dinamismo y energía en abundancia, y esto era fundamental para este filme”.

  “Pienso que Leo se va a convertir en una gran estrella”, asegura Saffron Burrows. “Las escenas que he rodado con Leo exigen recursos físicos y precisión, y una emotividad muy contenida. En ocasiones, en las situaciones con mucha tensión y dramatismo, se pueden producir accidentes. Ambos experimentan una descarga de adrenalina con esas escenas y eso puede ser muy peligroso. Sin embargo, a diferencia de lo que suele ocurrir con los actores británicos, Leo posee grandes recursos físicos y yo me sentía muy segura junto a él. Coincidíamos cada diez días, aproximadamente, para rodar escenas movidas, que comprendían succionar sangre, jadear y respirar agitadamente. Leo se ponía en situación y daba el tono de forma inmediata, lo cual es un buen indicio. Creo que Leo tiene mucho talento y que ha sido positivo seleccionarlo para el reparto de esta película”.

  “Yo siempre había estado interesado en el cine de vampiros (especialmente en Nosferatu, de Murnau), así que, cuando me vi frente a lo que me pareció ser un enfoque original de la mitología del vampirismo, me pareció que el proyecto podría enriquecer realmente el género y el cine de ciencia ficción en general”, explica Glenn respecto a la gestación de LA CRIATURA PERFECTA.

  “Me encantan las pelíuclas y los libros que especulan sobre cómo podría ser la existencia si algo en el pasado hubiese sido distinto y el mundo hubiese evolucionado de forma distinta. Un magnífico ejemplo de esto es la obra de Phillip K. Dicks titulada “Man in the High Castle”, que propone un mundo en el que los nazis y japoneses hubiesen ganado la Segunda Guerra Mundial”.

  “Ha sido una gozada trabajar con Glenn Standring”, afirma el productor Tim Sanders. “Desde el momento en que me entregó su guión, nuestra relación ha sido fluida y abierta. Aprendimos a conocer nuestros respectivos puntos fuertes y flacos y aprendimos a asumir los dos aspectos. Glenn es muy asequible y presta atención a las cuestiones que le planteamos y, además, es muy hábil para afrontar los imprevistos. Llegará muy lejos”.

  “Pienso que “The Irrefutable Truth About Demons” era una película fantástica y, cuando conocí a Glenn, me encantó”, asegura el actor Dougray Scott. “Glenn rebosa talento. Parece ser que va montando a medida que fotografía y es muy ahorrador con lo que rueda. Su visión del mundo se ha manifestado en el diseño de todo el filme, que es fantástico. Glenn tiene una personalidad contagiosa y me dio la confianza precisa en mi personaje para ir en la dirección que él quería que fuese”.

  Añade Saffron Burrows: “Glenn ha sido un cielo para trabajar con él, porque es muy resolutivo y está muy abierto a los demás y a sus ideas. Parece hallarse libre de toda neurosis y no necesitaba realizar veinticinco tomas para hacer que las cosas marchasen, lo cual nos inspiraba confianza”.

  “En primer lugar y sobre todo, Glenn es inequívoco: sabe lo que quiere y sabe lo que hace técnicamente, por lo que tenía una visión muy clara del filme en su cabeza”, dice Stuart Wilson (en el papel de Augustus). “Y, lo que es mucho más importante, Glenn siempre está dispuesto a colaborar y a aprender, por lo que resultó verdaderamente relajante y agradable realizar esta película”.

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