Crítica LA VENTANA

Estreno en España: 4 Diciembre 2009

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Sinopsis

Es un día muy especial para Antonio. Después de una larga ausencia, su hijo, que ya casi es un extraño, viene a visitarle. Todo debe ser perfecto. Habrá un brindis con un champán exquisito, un abrazo, cálidas palabras que podrán llenar la distancia entre ellos… Pero antes, Antonio debe esperar. Postrado en la cama, consigue ver a través de su ventana el paisaje de la Patagonia; la luz y la vida; el pasado y el presente, mientras vislumbra el futuro. Decidido, sale secretamente de su casa, sin ser visto, para dar, quizá, el último paseo por sus campos, respirando el aire, pisando e inhalando el olor de la tierra que fue su vida.

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Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky

El argentino Carlos Sorin (La película del rey, Historias mínimas) se mete en La ventana con la vejez, el otoño de la vida, y por primera vez comienza a aparecer en su cine un cierto tono crepuscular, que contrasta fuertemente con sus anteriores películas, mucho más vitales y esperanzadoras. Sin embargo, lo crepuscular se da únicamente por la condición de postrado del protagonista, y su evidente cercanía con la muerte. A Sorin no le gusta el golpe bajo, de ahí que la película se muestre mucho más reflexiva que dramática. Sorin se pregunta sobre la consciencia del final de la vida, y felizmente, no pretende sacar conclusiones al respecto, sólo se contenta con mostrar (y ahí aparece el gesto esperanzador de su cine) a un anciano que busca liberarse de los cuidados intensivos en su hogar, para respirar un poco de aire de campo antes de la llegada de su hijo, y antes de morir.

En el cine de Sorin se puede identificar etapas muy concretas y radicalmente disímiles entre sí. Su primera etapa como director se caracterizó por relatos excesivos, desmesurados, riesgosos, excéntricos y encantadores. Esta etapa comienza con su primera y emblemática La película del rey (1986), y sigue con Eterna sonrisa de New Jersey (1989), con el protagónico de Daniel Day Lewis, nunca estrenada en cines en Argentina, donde sólo se pudo ver en televisión o en video. Luego de la terrible experiencia de ese film, Sorin no volvió a dirigir hasta 2002, cuando reaparece con la multipremiada Historias mínimas. En ese título ya se establecía un notorio cambio de propuesta, de los primeros excesos en aquellos films de los ochenta, al realismo costumbrista con mezcla de actores y “no actores”, y pequeñas historias. Tal vez con La ventana se abra una nueva etapa en su cine, con el mismo minimalismo y la misma convivencia entre actores y personas ajenas a la profesión que en sus últimas películas, pero con un ascetismo escénico y un vacío alejados de aquel costumbrismo demagógico, cuyo mejor exponente ha sido la primera de esta etapa, Historias mínimas.    

En las escenas protagonizadas por las mujeres que atienden a Antonio puede encontrarse la huella de las anteriores películas de Sorin. El resto de La ventana pertenece a otra búsqueda estética y narrativa, y esta búsqueda pretende sustentarse en la literatura. Antonio es escritor, en una escena se cuenta que Borges lo llegó a considerar una promesa de la literatura, y toda la película está atravesada por referencias literarias. Pero más allá de esto, la voz de Antonio, cuyos susurros dominan la acción, nunca llega a asociarse con lo literario. No podemos ver en Antonio a un escritor, sino a un hombre que tal vez escribió, pero que hoy es sólo un anciano esperando su muerte, y de esa manera, la literatura, un elemento tan mentado por Sorin a la hora de realizar La ventana, queda gravitando en algunas referencias inútiles y externas. Tal vez este aspecto justifique la participación del escritor Pedro Mairal en el guión, pero lo cierto es que Mairal no ayuda a darle a la trama un espesor netamente literario. Incluso la música, asociada a la profesión de pianista del hijo de Antonio, tiene mucha más presencia que la literatura en La ventana, esto merced al exquisito trabajo musical de Nicolás Sorin, hijo del director, y musicalizador de sus películas desde Historias mínimas.   

Por otro lado, el minimalismo de las anteriores se ha potenciado hasta llegar a un vacío que intenta por sí solo potenciar lo reflexivo, pero inevitablemente se queda suspendido en la fuerza de ese recurso extendido a lo largo de todo su metraje, y si bien la reflexión está presente, lo aletargado de la narración carece de un sentido narrativo que lo sustente. La ausencia de acción es consecuencia directa de la detención de Antonio, pero juega en contra de la posibilidad de establecer conexiones con la literatura. La ventana vuelve a confirmar la corrección formal de Sorin, realizador que siempre se destaca por su prolijidad y por ser capaz de generar bellas imágenes, pero lejos estamos de poder encontrar un peso netamente literario en este relato básicamente vacío, que responde a una búsqueda estética mucho menos profunda de lo que podría esperarse en un film de Sorin.

 

Lo mejor de la película: La corrección formal de Sorin, la idea de la muerte que se avecina, elemento que se asoma constantemente en el relato, y el respiro que Sorin le da a su personaje.

Lo peor de la película: La supuesta conexión con la literatura, que queda aplastada por el vacío predominante en la escena.

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Dirección: Carlos Sorin. 

Países: Argentina y España. 

Año: 2008. 

Duración: 85 min. 

Género: Drama. 

Elenco: Antonio Larreta (Antonio), María del Carmen Jiménez (María del Carmen), Emilse Roldán (Emilse), Roberto Rovira (afinador), Victoria Herrera (mochilera), Arturo Goetz (médico), Marcos Lezama (chico), Marina Glazer (Ana), Luis Luque (Farina), Jorge Díez (Pablo), Carla Peterson (Claudia). 

Guión: Carlos Sorin; con la colaboración de Pedro Mairal. 

Producción: José María Morales. 

Música: Nicolás Sorin.

Fotografía: Julián Apezteguia. 

Montaje: Mohamed Rajid. 

Dirección artística: Rafael Neville.

Distribuidora: Wanda Visión. 

Estreno en Argentina: 12 Marzo 2009. 

 

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Biofilmografía de Carlos Sorin

 

Carlos Sorín es un director y guionista de cine argentino nacido en Buenos Aires en el año de 1944. Ha dirigido films como La película del rey (1983), La Era del Ñandú (1986), “Eterna Sonrisa de New Jersey” (1989), Historias mínimas (2002), El perro (2004) y El camino de San Diego (2006) y La ventana (2008). En cuatro de ellas ha contado con la ayuda de su hijo, el compositor Nicolás Sorín, que ha intervenido en la producción musical. Por su trabajo ha recibido más de 20 premios nacionales e internacionales.

 

Filmografía

 

La Ventana – 2009

El camino de San Diego – 2006

Bombón – el perro – 2004

Historias mínimas – 2002

Eterna sonrisa de New Jersey – 1989

La Era del Ñandú – 1986 (Documental de TV)

La película del rey – 1986

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