Estreno en España: 6 Noviembre 2009
Puntuación:
Sinopsis
¿Qué pasaría si alguien te diera una caja con un botón que al apretarlo ganaras un millón de dólares pero, simultáneamente, se llevara la vida de alguien que no conoces? ¿Lo harías? ¿Y cuáles serían las consecuencias? Año 1976. Norma Lewis, profesora de un instituto privado, y su marido, Arthur, ingeniero de la NASA, son una pareja normal, hasta que un misterioso hombre aparece en su puerta y les propone una vida alternativa: la caja. Norma y Arthur, que sólo tienen 24 horas para decidirse, se enfrentan a un dilema moral imposible. Lo que no saben es que, decidan lo que decidan, ya han empezado a desencadenarse terribles consecuencias.
Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky
Richard Kelly sí que es un caso extraño en Hollywood. Su ópera prima, Donnie Darko, si bien no tuvo un éxito explosivo de taquilla al momento de su estreno, se convirtió en muy poco tiempo en uno de los films de culto más importantes del nuevo milenio. Para un director joven, con sólo una película en su haber, puede llegar a ser muy difícil convertirse en el involuntario impulsor de muchos grupos de fans, que comienzan a tratarlo como a un nuevo genio de la industria. Evidentemente, este hecho le ha pesado enormemente, porque su esperada segunda película, Southland tales, una película tan desmesurada como confusa (a niveles extremos), pretendidamente promocionada como un nuevo material presto a convertirse en film de culto, gustó a muy pocos. Para su tercera película, Kelly parece haber bajado unos peldaños en su creciente presuntuosidad, para entregar un thriller clásico. Bueno, al menos eso parece en un principio.
The box arranca como una película de suspense tradicional. Una familia aparentemente feliz, de clase media y con algunos problemas económicos que amenazan con derribar su estilo de vida, un día recibe la visita de un extraño, quien les entrega una caja y les hace una propuesta muy particular. La propuesta es la siguiente: Si aprietan el botón en la caja, reciben un millón de dólares y un desconocido de ellos muere. Si no lo hacen, la caja se la llevarán a otra persona, y tienen sólo un día para resolver el dilema. La reflexión moral está servida en bandeja, y es la base del relato de Richard Matheson (autor de novelas adaptadas al cine con diversos resultados, como I am legend, The shrinking man o What dreams may come), adaptado en los ochenta a la televisión en un episodio de The twilight zone. En su momento, Matheson desaprobó la versión televisiva al ser modificado el final del relato. Viendo esta versión de Kelly y comparándola con lo que narra el cuento “Button, button”, difícil es creer que Matheson pueda dar el visto bueno a semejante producto.
The box se ajusta al relato original en la primera parte de la película, mientras se atiene a construir el suspenso sobre la base del dilema moral. Kelly expone todo su talento como realizador construyendo este suspenso con claras referencias al cine de De Palma (especialmente en la fotografía, que remite a sus memorables thrillers), o a Kubrick (la escena de la explosión de agua en la casa recuerda al ascensor desbordante de sangre en El resplandor). Kelly demuestra ser un experto en el desarrollo del suspenso, generando una enorme expectativa secuencia tras secuencia. Sin embargo, en determinado momento, se evidencia el divorcio que puede ocurrir entre la obra original y la adaptación, cuando quien adapta la obra no se preocupa por darle a la película resultante una identidad netamente cinematográfica, capaz de respetar las dimensiones reales del texto y aprovechando los elementos que la vuelven única.
Un thriller que esconde una reflexión moral puede tener resultar de distintas maneras en su adaptación. Puede convertirse en una mala película que se desentiende del thriller para concentrarse en un mensaje moralista, obteniendo un producto mediocre, puede desdeñar el componente moral para abocarse a un thriller vacuo, o puede aprovechar la cohesión entre el suspenso y el dilema moral que lo sostiene para desarrollar inteligentemente ambos aspectos. Kelly, fiel a su condición autoimpuesta de realizador extraordinario, le da a esta adaptación un tono acorde a esta etiqueta. Lo que hace es respetar la unión entre estos dos aspectos en la primera mitad, para luego preocuparse únicamente por explicar el misterio detrás de esa caja y de ese sujeto extraño. Kelly sabe que esa es su excusa para un relato desproporcionado y netamente fantástico. En esa desmesura, lo único que aflora es la voz de Kelly, quien parece creerse más inteligente que el relato que adapta.
¿Por qué? ¿Cuál es la razón que lleva a Kelly a traicionar la potencia narrativa y la dimensión moral de un relato, para centrarse en un cúmulo respuestas absurdas, como si en esas respuestas se localizara su supuesta genialidad? Richard Kelly es un buen realizador, eso no hay duda, y como muestra basta el verdadero suspenso que se privilegia en las mejores partes de esta película, y hasta los momentos en los que el film coquetea con el terror. También queda claro que sería un cineasta mucho más interesante si abandonara por un segundo su enorme petulancia, que lo lleva a ocuparse durante largo rato de respuestas no sólo imbéciles y confusas, sino antes que nada, innecesarias. Si algo queda claro, de Franz Kafka a hoy, es que el texto fantástico expone su reflexión sobre el mundo en el que vivimos cuanto menos se atreve a explicar la naturaleza de los elementos extraños que se dan cita en este tipo de textos, simplemente porque su naturaleza no importa en absoluto. El peor pecado de Kelly, más allá de algunos menores como el exceso de musicalización de prácticamente todas las escenas, es olvidarse o directamente ignorar este aspecto, llevando la trama fantástica con una fuerte reflexión sobre la corrupción del ser humano a ribetes imposibles (incluyendo una intervención extraterrestre y la paranoia política que ello conlleva), que hacen que la caja con el botón pierda su sentido real.
Las esforzadas actuaciones de Cameron Diaz (¿por qué las estrellas de Hollywood insisten en congelarse sus rostros con bótox, si con eso pierden toda capacidad expresiva?) y James Marsden, sumada a la brillante participación de Frank Langella, que le imprime a su personaje la intriga necesaria, hacen todo lo necesario por elevar el nivel de la propuesta, pero sus respectivos aportes no pueden hacer demasiado frente a los excesos de Richard Kelly, quien a esta altura debería empezar a mostrar un mínimo de modestia y dejar de obsesionarse por el sello personal de sus películas. La mayoría de las veces, para ser un autor no basta con una obra de culto, sino con una larga carrera que lo sustente, y esa es una importante lección que debería aprender Kelly, con una primera película destacada y dos que sólo destacan por pretenciosas y anómalas.
Lo mejor de la película: El suspenso que genera la primera parte y las actuaciones, principalmente la de Frank Langella.
Lo peor de la película: La petulancia de Kelly, que lo lleva a ocupar un largo tramo de la película en explicar de manera desmesurada y confusa el por qué de la caja en cuestión.
Dirección: Richard Kelly.
País: USA.
Año: 2009.
Duración: 115 min.
Género: Thriller, Suspense.
Interpretación: Cameron Diaz (Norma), James Marsden (Arthur), Frank Langella (Arlington), Michael Zegen (Garcin), Gillian Jacobs (Dana), Lisa K. Wyatt (Rhonda), Andrew Levitas (Carson), Basil Hoffman (Don Poates).
Guión: Richard Kelly; basado en el relato corto “Button, button” de Richard Matheson.
Producción: Richard Kelly, Dan Lin y Kelly McKittrick.
Música: Win Butler, Régine Chassagne y Owen Pallett.
Fotografía: Steven B. Poster.
Montaje: Sam Bauer.
Diseño de producción: Alec Hammond.
Vestuario: April Ferry.
Distribuidoras: On Pictures y Warner Bros. Pictures International España.
Estreno en USA: 6 Noviembre 2009.
Biofilmografía de Richard Kelly
Richard Kelly (n. 28 de marzo de 1975 en Newport News, Virginia) es un director de cine y guionista estadounidense, que se ganó el reconocimiento de los cinéfilos gracias a su película Donnie Darko, del año 2001.
Kelly se crio en Midlothian, Virginia, pero se trasladó a Southern California para estudiar en el USC School of Cinema-Television. Una vez graduado en 1997, creó dos cortometrajes: The Goodbye Place y Visceral Matter.
Ha escrito guiones de adaptaciones para cine de Cat’s Cradle (de Kurt Vonnegut) y Holes (de Louis Sachar), aunque esta última1 nunca fue producida.
Filmografía
Donnie Darko (2001)
Southland Tales (2007)
The Box (2008)