Estreno en España: 14 Diciembre 2007
Puntuación:
Sinopsis
El afamado escritor de novelas de terror Mike Enslin (John Cusack) sólo cree en lo que ve con sus ojos. Sin embargo, después de una saga de bestsellers dedicados a desacreditar los hechos paranormales ambientados en los más terribles cementerios y casas encantadas de todo el mundo, el autor no posee una prueba real de la existencia de vida… después de la vida. Pero la interminable secuencia de largas noches libres de fantasmas vividas en solitario por Enslin está a punto de cambiar definitivamente cuando entra en la suite 1408 del famoso hotel Dolphin para su último proyecto: “Diez noches en habitaciones de hotel embrujadas”. Despreciando las advertencias del director del hotel (Samuel L. Jackson), el autor es la primera persona en varios años que se hospeda en la habitación conocidamente embrujada. Mike Enslin tendrá que enfrentarse a sus demonios para llegar al final de la noche.
Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky
Comienzo aclarando que esta es una dignísima película, tanto en sus momentos de suspenso, como en los de terror. Lo aclaro por las dudas, para poder abrir una reflexión. Alguna vez leí una nota a Adolfo Aristarain, en la que se quejaba, citando una escena de Colateral, de los recursos obvios que utilizan ahora los guionistas de Hollywood, particularmente el de mencionar o mostrar algo al comienzo de la película que se retomará después. Hoy en día no hay director (salvo excepciones demasiado ostensibles como David Lynch), ni película, ni guión que no apele a este recurso supuestamente inteligente, aunque netamente previsible y de manual. En 1408 se menciona una vieja novela escrita por el protagonista, y se le pregunta si la historia con el padre en la novela tiene algo de biográfico. Consecuentemente, luego aparecerá el padre. Este elemento (la relación con el padre) sobra por completo en la película, tanto que ni falta hacía mencionarlo antes, mucho menos después. Curiosamente, sorprende que no sepamos nada de su mujer y su hija hasta que comienzan a acecharlo las alucinaciones en la aterradora habitación de hotel. Punto y aparte.
Primero. Un recurso técnico nos vuelve cual déjà vu. En un momento, Mike, el escritor, mira por la ventana y le da vértigo, recurso calcado de la película homónima de Hitchcock. Segundo. La acción sucede en un 70 por ciento en la habitación 1408, solo con Mike adentro, y eventualmente algún que otro fantasma y/o alucinación. Otra apelación al maestro del suspenso, que con La soga y Náufragos demostró que no hacen falta muchas locaciones para generar suspenso.
1408 es una película de suspenso y terror con algún que otro toque hitchcockiano, y un elemento bastante reciente que el maestro inglés no llegó a conocer: El diseño de sonido. En una escena se ve un ventilador y se oyen aspas para enfatizar el delirio del pobre Mike, claro homenaje a Apocalipsis now, primer film con diseñador de sonido acreditado. El diseño de sonido ha representado un gran avance, tanto en la forma cinematográfica como en la proyección de las películas, pero también le ha facilitado la tarea a los directores al aplicarle más efectismo y menos inteligencia al suspenso.
1408 es tremendamente efectista, pero funciona muy bien, pese o gracias a ciertos caprichos en la estructura del guión, pese o gracias a John Cusack. Cusack es uno de los pocos actores que pueden cargar un protagónico como este. Pocas veces se lo ha visto tan exacerbado, tan al límite de la sobreactuación (está incluso mejor al principio, cuando parecer reírse de sí mismo interpretando al escritor en su costado más soberbio).
Y más aún, funciona, sencillamente, porque cuenta un poco más de lo que muestra, apelando a un trauma del personaje como motor del terror. Si se hubiera quedado en el terror liso y llano, sin un trasfondo que valga la pena contar, no sería la misma película, pero quizás tampoco la habrían protagonizado dos monstruos como Cusack y Samuel L. Jackson, que han hecho mucho “cine pop corn”, pero se nota que les gustan las buenas historias.
El final (no exactamente el plano final) que recuerda al final de Carrie (otra de terror con traumas, otra historia como esta, escrita por el enorme Stephen King), termina de mostrar que, a veces y sólo a veces, la cita constante puede construir algo legítimo y tan aterrador como sus antecedentes directos en dicha materia.
Dirección: Mikael Håfström.
País: USA.
Año: 2007.
Duración: 104 min.
Género: Terror, thriller.
Interpretación: John Cusack (Mike Enslin), Samuel L. Jackson (Gerald Olin), Mary McCormack (Lily Enslin), Tony Shalhoub (Sam Farrell), Jasmine Jessica Anthony (Katie Enslin).
Guión: Matt Greenberg, Scott Alexander y Larry Karaszewski; basado en el relato de Stephen King.
Producción: Lorenzo Di Bonaventura.
Música: Gabriel Yared.
Fotografía: Benoît Delhomme.
Montaje: Peter Boyle.
Diseño de producción: Andrew Laws.
Vestuario: Natalie Ward.
Estreno en USA: 22 Junio 2007.
Biofilmografía de Mikael Håfström
Jan Mikael Håfström (nacido el 1 de Julio de 1960 en Lund, Suecia) es un guionista y director sueco.
Filmografía
1408 (2007)
Derailed (2005)
Drowning Ghost (Strandvaskaren) (2004)
Evil (Ondskan) (2003)
Days Like This (Leva livet) (2001)
CÓMO SE HIZO “1408”
Muy apreciado -y nominado a un Oscar por “Evil”– por películas realizadas en su país natal, el guionista y director sueco Mike Hafström captó la atención del público y la crítica norteamericanos por su escabroso thriller en 2005 “Derailed”, protagonizado por Clive Owen y Jennifer Aniston en sendos roles de ejecutivos adúlteros. Su último proyecto, una adaptación del escalofriante relato corto de Stephen King, 1408, conduce a Hafström a un mundo completamente diferente, creado por el indiscutible maestro del horror. Hafström se sentía confiado al hacerse cargo del que sólo era su segundo filme en lengua inglesa. Le encantó verse rodeado de la mayor parte del reparto que había tenido en “Derailed”: el responsable de montaje, nominado a un Oscar, Peter Boyle, la diseñadora de vestuario Natalie Ward, y el diseñador de producción Andrew Laws. El equipo de creadores se completaba con el director de fotografía Benoit Delhomme. Además, “teníamos un gran guión”, afirma Hafström refiriéndose a la adaptación realizada por el prolífico escritor de thrillers Matt Greenberg y por los guionistas, ganadores del Globo de Oro, Larry Karaszewski y Scott Alexander. “Y tenímos grandes actores”. El actor principal era John Cusack, uno de los actores más populares y versátiles de Hollywood, que se había incorporado al proyecto para interpretar al atormentado autor Mike Enslin. El actor había visto “Evil”, el drama realizado por Hafström en 2004, que había sido nominada para el Oscar a la mejor película en lengua extranjera y se sintió “muy impresionado por la misma. Realmente, me gustó la película y me pareció que él tenía mucho talento”, explica Cusack. “Mikael tiene verdadero talento para abordar este tipo de cosas. Es sueco y los suecos son muy agradables, pero tienen un gran sentido de la predestinación”, añade. “Están claramente en contacto con sus pulsiones interiores”. Halfströn estaba encantado de dirigir a una estrella como Cusak, famoso, no sólo por su interpretación, sino también por su simpatía. “Los hombres simpatizan con él, y las mujeres simpatizan con él”, afirma Hafström. “Incorporó esa simpatía a un personaje escéptico”. La habilidad de Cusak para hacerse querer por el público resultaba esencial para el éxito de la narración, asegura Halfström. “Era muy importante que potenciásemos a Enslin, de modo que el público quisiera acompañarlo a lo largo de toda su singladura”, asegura. “El público necesita, no sólo comprenderlo y comprender su lugar en la vida, sino también sentir simpatía por él”.
Para preparar su interpretación, Cusack leyó el relato corto de Stephen King en el que se basa el filme. Originalmente, era parte de un libro sonoro y, más tarde, en 2002, se publicó como parte de la colección de relatos cortos “Everything’s Eventual”.
“Es verdaderamente fantástica y muy entretenida”, asegura. “King es un maestro de la narración, pero también posee una especie de sensibilidad proteica. Sabe cómo hacer que estas narraciones sean realmente jugosas, terroríficas y vibrantes. No sé cómo se las arregla para asustar a la gente de forma tan intensa, ni de dónde proceden esos impulsos, pero lo cierto es que King agita algunos espíritus y demonios”, continúa Cusack.
El personaje de Cusack escribe novelas que tratan de famosas casas encantadas y otros lugares terroríficos desperdigados por todo el mundo, explotando al máximo toda suerte de mitos y leyendas. Además, ha experimentado una dolorosa tragedia en su vida. Halfström describe a Enslin como un alma en pena que sufre aún por la pérdida de su joven hija. “Es un hombre que ha perdido el rumbo”, asegura el director. “Se muestra triste y deprimido, y está buscando algo”.
Tras recibir una tarjeta postal que alude al misterio de la habitación 1408 del hotel Dolphin, Enslin decide que la historia le proporcionará el material para el último capítulo de su nuevo libro “Habitaciones de hotel encantadas”. Así, Enslin se hospeda en el neoyorquino hotel y allí conoce al Sr. Olin, el director gerente del establecimiento. “Enslin considera que la 1408 es parte de un refinado timo que Olin y su equipo han montado”, afirma Cusack.
Pero, muy pronto “las cosas empiezan a cambiar realmente y se convierte en un Hotel California”, asegura Cusack. “La habitación adquiere personalidad y se convierte en un personaje. Realmente, ataca”.
“Mike Enslin experimenta el horror, que se materializa en sus propios demonios personales en “1408” y tiene que enfrentarse a ellos.”, asegura Hafström.
Samuel L. Jackson encarna a Olin, un personaje relativamente secundario del cuento literario, cuyo rol se potenció en la película.
“Siempre me ha gustado el trabajo de Sam”, afirma Cusack. “Puedes imaginar a muchas personas capaces de interpretar a Olin, pero entonces, te viene a la mente Sam Jackson: si Sam Jackson te dice que no penetres en esa habitación, no debes entrar en ella”.
“Olin lleva algún tiempo como director del hotel, y está muy contento de ello”, asegura Jackson de su personaje. “Intenta que la gente se aleje de la 1408. Tiene una razón para no querer deshacer el entuerto. Se han producido cuatro muertes durante el tiempo que ha estado ocupando el cargo, y las experiencias no han sido agradables.” “Esto no contribuye, exactamente, a incrementar la reputación del hotel”, asegura.
Mary McCormack viene a redondear el reparto principal e interpreta el rol de Lilly, la esposa separada de Mike Enslin.
McCormack no conocía la obra de Hafström, aunque su cuñada es una buena amiga del realizador. “Ella se escandalizaba porque yo no conocía los detalles de la obra de él”, asegura riendo. “Los familiares y amigos, y personas que habían trabajado con él en Los Angeles están, sencillamente, encantados. Así que yo sabía que me encontraba en buenas manos”.
Respecto a Stephen King, McCormack afirma: “Hace de repelente mejor que nadie, y lo hace de forma realmente creíble, lo que resulta todavía más terrorífico”.
La actriz se sentía sumamente intrigada por la compleja relación existente entre Mike y Lilly. “Percibes algunos destellos de la relación que tenían cuando aquélla era sana, pero, sobre todo, la relación no ha vuelto a ser la misma desde que su hija murió”, explica. “Aunque llevan años separados, creo que todavía se aman. Han caído en la trampa de no hablar del tema, de no acusar la pérdida del mismo modo y, por tanto, de no tener otra cosa de qué hablar aparte del tema que ninguno de los dos quiere tocar”.
McCormack también admira la forma en que el guión ha puesto un nuevo hito en un género muy trillado. “Desde la perspectiva del género, esta película es engañosa, pero eso me agrada: le confiere más interés. No es en realidad un filme de horror, porque no es una película con sangre, pero es terrorífica. Es una especie de mezcla de relato de fantasmas y thriller psicológico. Al final, no estoy muy segura de saber lo que era real y lo que sólo estaba en la mente de Mike”.
Este desdibujamiento de la línea divisoria entre la fantasía y la realidad es uno de los grandes argumentos de la película.
“La película posee esta lógica mágica”, asegura Cusack. “Mucho de lo que Mike ve son cosas que pueden haber pasado o que habrían podido pasar, o que pueden haber constituido la peor de sus pesadillas”.
Esta habitación está embrujada por un espíritu que manipula todos los hechos que los ocupantes arrastran de su vida anterior. “Mike comienza a tener visiones, pero todas son cosas que le han ocurrido a él y quizás se trata de una media verdad”, afirma Cusack del viaje fantástico de Enslin. “Ve a sus familiares, a sus antiguos conocidos, y a personas fallecidas con las que Mike tenía cosas pendientes. Es, tanto el laberinto de una mentalidad metafísica, como un filme de terror. No sabes muy bien si es la habitación del hotel la que hace estas cosas a Enslin o si se trata de las proyecciones de éste”, prosigue. “Este filme está claramente destinado a hacerte pensar y asustarte”.
La mayor parte de la película consiste, realmente, en la actuación en solitario de Cusak, que lucha solamente con los demonios de su personaje dentro de los confines de una habitación de un hotel. “Resultó muy estimulante, porque no tienes ningún atajo”, confiesa Cusack. “No sabes si vas a poder resolverlo”.
“Era estimulante contar con un personaje con el que trabajar durante tanto tiempo en una habitación”, concede Hafström. “No se trata de un discurso convencional. Tienes que improvisarlo un poco sobre la marcha y hacer que siga interesando. No habríamos conseguido gran cosa sin John y sin su energía”, admite Háfström. “Creo que eso lo seducía y lo estimulaba como actor”.
Cusack no deseaba que la película dependiese en demasiada medida de los efectos generados por ordenador. Aceptó Háftröm. “Era muy importante para mí que “1408” no pareciese una película de efectos visuales”, afirma el realizador. “Yo no quería que el público pudiese decir: “Ah, esa toma se basa en efectos visuales”.
“En el segundo o el tercer acto, las cosas se desmandaron bastante, aunque, básicamente, se trataba de mi persona en esa habitación, y algunas personas haciendo de espíritus o de fantasmas”, puntualiza Cusack.
Se utilizaron unas 400 tomas de efectos visuales para crear los pasajes más complejos del filme. “El agua irrumpiendo en la habitación, ésta transformándose en una embarcación, la pared que se resquebraja…intentamos hacer tantas cosas como eran materialmente posible”, afirma Háfström. “Por ejemplo, cuando hicimos que la pared se resquebrajase, la hicimos resquebrajar realmente”.
El realizador sueco jamás había hecho una película con tantos efectos complicados. “Para mí fue una experiencia de aprendizaje”, asegura. “Procuramos no hacerlo como una extrapolación. Procuramos integrar los efectos especiales en la sensibilidad global del filme”.
Además de dominar el mundo de los efectos visuales, otro de los desafíos de Halfström consistió en decidir sobre el modo de concluir la película.
“El relato corto de Stephen King no tiene en realidad un final cinematográfico. Así que, tuvimos un cambio de impresiones y examinamos distintos tipos de finales”, asegura Haftröm, que promete que se ofrecerá a los espectadores las versiones alternativas del final en la versión en DVD de la película. “Al cabo de unos visionados experimentales, nos decidimos por el final que hemos incorporado, porque consideramos que era el más satisfactorio, no sólo para el público, sino también para el personaje y para nosotros. Tuvimos que rodar la mayor parte del filme antes de poder saber realmente a dónde nos conduciría el final”, explicó.