Crítica ÁNGELES Y DEMONIOS

Estreno en España: 15 Mayo 2009

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Sinopsis

Tom Hanks repite su papel como experto en simbología de Harvard, Robert Langdon, que una vez más descubre que antiguas fuerzas no se detendrán ante nada, ni tan siquiera el asesinato, para cumplir con sus objetivos. ¿Con qué situación tan estremecedora se ha de enfrentar el Vaticano para tener que pedir la ayuda de Robert Langdon, el hombre que descifró el código más controvertido de la historia? Cuando Langdon descubre evidencias del resurgimiento de una antigua hermandad secreta conocida como Illuminati – la organización clandestina más poderosa de la historia- descubre también el peligro mortal al que se enfrenta la organización más odiada por las sociedades secretas: la Iglesia Católica. Cuando Langdon comprende que el reloj de una imparable bomba de tiempo de los Illuminati, se ha puesto en marcha, vuela a Roma donde une fuerzas con Vittoria Vetra (Ayelet Zurer), una bella y enigmática científica italiana. Ambos se embarcan en una incansable búsqueda a través de criptas selladas, peligrosas catacumbas, catedrales desiertas e incluso el corazón de la tumba más secreta del planeta.

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Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky

Hacer una crítica de esta película es como analizar el sabor de un chocolate. No porque Ángeles y demonios tenga un rico sabor, sino porque tiene su misma espesura argumental. Una espesura argumental que no da lugar a demasiado análisis. Ángeles y demonios es tan prototípica, tan adocenada, que no parece merecer demasiado análisis. Mucho no sorprende a esta altura, siendo la secuela de El código Da Vinci, una película que jamás hubiese tenido tanto éxito si no hubiese sido precedida por una insoportablemente desproporcionada campaña publicitaria, un final perfectamente previsible para la adaptación de la novela que representó el mayor boom publicitario del mundo literario en los últimos tiempos. Sí podemos partir comparando esta secuela con la original, y aquí comienzan las sorpresas. Si El código Da Vinci ni siquiera llegaba a la categoría de dulce (era apenas un edulcorante, un producto artificial, mero marketing), se agradece que Ángeles y demonios sea por lo menos un dulce, algo un poco más real. ¿Cómo puede apreciarse esta diferencia? Básicamente, Ángeles y demonios tiene más acción, apela más a los elementos básicos del entretenimiento, aburre menos que El código Da Vinci. Para cuando llegamos a Ángeles y demonios, ya nos ha quedado claro que tanto una historia como la otra responden enteramente a la ficción, por más apelación mitológica/histórica que se siga haciendo en la campaña publicitaria. Esto hace que se ponga en la misma línea que cualquier thriller. En ese sentido, más allá de sus componentes propios del cine de entretenimiento (sucesivas muertes, algunas secuencias mínimamente interesantes y mejor resueltas que en la primera), tenemos un film demasiado grandilocuente (sus gigantescas tramas conspiratorias terminan tornándose completamente inverosímiles) y a la vez absurdamente básico, empezando por la lógica infantil, pseudo-“sherlockholmesiana” del profesor Robert Langdon, el personaje de Tom Hanks. Podrá interesarle a alguien la forma en que Langdon elabora sus conclusiones analizando las sucesivas pistas, pero el apelar constantemente a la agobiante verbalización de su lógica detectivesca, termina volviéndose un recurso obvio y trillado. Si a esto le sumamos que en muchas ocasiones Langdon se encuentra con una nueva pista o una revelación por casualidad o “accidente”, comienzan a florecer los elementos imperdonables de este tanque. Sumamos recursos lógicos trillados para hacer avanzar la trama, una casi inútil presencia femenina (menos carismática y a la vez menos molesta que Audrey Tatou, e igual de inútl), alguna que otra rutilante vuelta de tuerca final, y lo que nos da como resultado es más de lo mismo, con el mismo tono grave que la anterior, pero mucha más tendencia a la aventura, gracias a la mano de David Koepp, guionista de varias de las últimas aventuras de Spielberg, Carlito’s way y Spider-Man, entre muchos otros éxitos (aunque Langdon tiene el 5 % del sentido de la aventura de un Indiana Jones, y una preponderancia feroz al estilo deductivo, que no hace más que alejarlo de la aventura), y en síntesis, un producto que se beneficia al alejarse de la megalómana campaña publicitaria de la anterior (al fin y al cabo aquí las expectativas no son tan grandes), medianamente entretenida, pero solo inteligente cuando se anima a plantear algunos puntos complejos respecto al debate entre ciencia y fe, y a articular parte de la resolución de la trama en torno a ese mismo debate. El resto, convencionalismo puro, apenas más interesante que la primera, apenas un poco más divertida, apenas, apenas…

 

Lo mejor de la película: Mayor tendencia a la aventura que la primera

Lo peor de la película: Su grandilocuencia y el básico e insoportable perfil deductivo de Langdon

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Dirección: Ron Howard.
País:
USA.
Año: 2009.
Duración: 138 min.
Género: Drama, thriller.
Elenco: Tom Hanks (Robert Langdon), Ewan McGregor (Camarlengo), Ayelet Zurer (Dra. Vittoria Vetra), Stellan Skarsgård (comandante Richter), Pierfrancesco Favino (inspector Ernesto Olivetti), Nikolaj Lie Kaas (asesino), Armin Mueller-Stahl (cardenal Strauss), Thure Lindhardt (Chartrand), David Pasquesi (Claudio Vincenzi), Cosimo Fu
sco (padre Simeón), Victor Alfieri (teniente Valenti).
Guión: David Koepp y Akiva Goldsman; basado en la novela de Dan Brown.
Producción: Brian Grazer, Ron Howard y John Calley.
Música: Hans Zimmer.
Fotografía:
Salvatore Totino.
Montaje: Daniel P. Hanley y Mike Hill.
Diseño de producción: Allan Cameron.
Vestuario: Daniel Orlandi.
Estreno en USA: 15 Mayo 2009.

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Biofilmografía de Ron Howard

Ronald William Howard (n. 1 de marzo de 1954) es un actor, director y productor de cine estadounidense ganador del Óscar.Howard nació en Duncan, Oklahoma. Hijo de Jean Speegle Howard, una actriz, y de Rance Howard, director, escritor y actor. Tiene ascendencia holandesa, escocesa, inglesa, irlandesa, alemana y cheroqui. Su hermano menor, Clint Howard es un reconocido actor. Estudió en la escuela de Cinematografía de la Universidad del Sur de California, pero no llegó a graduarse.

Howard se dio a conocer por interpretar a Winthrop Paroo, en la versión cinematográfica de Vivir de ilusión con Robert Preston y Shirley Jones. Después de este proyecto, participó como Opie Taylor en la serie de televisión The Andy Griffith Show, que fue el exitoso spin-off de The Danny Thomas Show, donde era acreditado como Ronny Howard. También apareció en el film The Courtship of Eddie’s Father con Glenn Ford.

Además hizo una participación notable en la popular serie M*A*S*H, interpretando a un marino en la guerra de Corea.

Howard es conocido por su papel de Richie Cunningham en la serie Happy Days. Al mismo tiempo participó en la película de George Lucas, American Graffiti, interpretando a Steve Bollander. En 1977, dirigió su primer film, Grand Theft Auto.

Después de dejar Happy Days en 1980, dirigió varias series de televisión. El salto a director de cine ocurrió en 1982 cuando dirigió el exitoso film Night Shift, con Michael Keaton y Shelley Long y el co-protagonista de Happy Days, Henry Winkler.

Ha dirigido muchos filmes de renombre, como Splash, Willow, Cocoon, Apolo 13 (nominada a varios Premios de la Academia), Una mente brillante, por la cual ganó el Oscar por Mejor Director, y Cinderella Man. Su último film fue la adaptación cinematográfica de El código Da Vinci, película de gran polémica cultural y religiosa, la cual fue protagonizada por Tom Hanks, protagonista de otras películas de Howard. Se espera la adaptación de la protosecuela de El código Da Vinci, Ángeles y Demonios, cuyo estreno está previsto para 2009.

 

Filmografía

# Angels & Demons (2009)

# Frost/Nixon (2008)

# The Da Vinci Code (2006)

# Cinderella Man (2005)

# The Missing (2003/I)

# A Beautiful Mind (2001)

# How the Grinch Stole Christmas (2000)

# Edtv (1999)

# Ransom (1996)

# Apollo 13 (1995)

# The Paper (1994)

# Far and Away (1992)

# Backdraft (1991)

# Parenthood (1989)

# Willow (1988)

# Take Five (1987) (TV)

# Gung Ho (1986)

# Cocoon (1985)

# Splash (1984)

# Littleshots (1983) (TV)

# Night Shift (1982)

# Through the Magic Pyramid (1981) (TV)

# Skyward (1980) (TV)

# Cotton Candy (1978) (TV)

# Grand Theft Auto (1977)

# Cards, Cads, Guns, Gore and Death (1969)

# Deed of Daring-Do (1969)

# Old Paint (1969)

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CÓMO SE HIZO “ÁNGELES Y DEMONIOS”

1. El proyecto

  ÁNGELES Y DEMONIOS comienza con la muerte del Papa y el antiguo ritual del cónclave, el proceso por el cual el Colegio Cardenalicio elige al nuevo Santo Padre. Entre los cardenales se encuentran los papables, que son los cardenales que tienen más probabilidad de ser elegidos Papa. El proceso es conocido por ser llevado a cabo en el más absoluto secreto, y los cardenales se mantienen aislados hasta que su importante trabajo es completado. La única comunicación con el mundo exterior se produce en forma de humo desde la Capilla Sixtina. El humo oscuro indica que no ha logrado el voto unánime de las dos terceras partes, el humo blanco (y más recientemente, campanadas) indican que las dos terceras partes de la mayoría se han puesto de acuerdo y un nuevo Papa ha sido elegido. El Camarlengo tiene unas funciones muy específicas dentro del Vaticano. Es quien certifica la muerte del Papa y destruye el anillo con su sello oficial, también conocido como el Anillo del Pescador. Hasta la elección del nuevo Papa, el Camarlengo se convierte en la cabeza visible del Vaticano. La Guardia Suiza ha protegido al Papa y al Colegio Cardenalicio dentro de los muros del Vaticano desde el 22 de enero de 1506. Son famosos por considerar que se trata de una vocación y no de un trabajo. Para acceder a la Guardia Suiza, se tienen que reunir ciertas condiciones: ser hombre soltero católico, tener entre 19 y 30 años, un mínimo de estatura de 1,73 m, haberse graduado en una escuela superior, haber realizado un entrenamiento básico en el ejército suizo y poseer la ciudadanía de ese país. Las obligaciones policiales dentro del Vaticano las lleva a cabo la Gendarmería. Se encargan, entre muchas otras tareas, del orden público, el control del tráfico… y de la investigación de secuestros y asesinatos. En ÁNGELES Y DEMONIOS, estos grupos se ven inmersos en la acción cuando los Illuminati secuestran a los papables y amenazan con matar un cardenal por hora y finalizar con la explosión de una bomba en el Vaticano. La historia “oficial” detrás de los verdaderos Illuminati es que se trata de una sociedad secreta fundada en Baviera en 1776, con alrededor de 2.000 librepensadores que llegaron a ocupar los más altos niveles del arte, la ciencia, y el gobierno antes de disolverse oficialmente a finales del siglo XVIII.

  Muchos creen, sin embargo, que las raíces de dicha sociedad secreta son mucho más antiguas y que los Illuminati han existido desde el siglo XVI, como resultado de la preocupación del conflicto entre la Iglesia Católica y los grandes científicos de la época. En ÁNGELES Y DEMONIOS, estos Illuminati o “iluminados” fueron obligados a la clandestinidad, desapareciendo hace más de cien años. Durante este tiempo se convirtió en un grupo de fervorosos anti-vaticanistas que decidieron adorar a los cuatro elementos de la naturaleza, el agua, la tierra, el aire y el fuego. Este es el marco en el que se desarrolla la atrapante historia de la película.

  En la vida real, hay gente que dice que los Illuminati siguen existiendo. En Internet abundan artículos, vídeos e historias, entre las mucha teorías que hay publicadas, algunas sugieren que los Illuminati controlan los sucesos en el mundo, que están altamente posicionados y que están creando un nuevo orden mundial para reemplazar los gobiernos actuales por un gobierno internacional autónomo de los “iluminados”.

  Después de verse inmerso en la aventura que le enfrentó a la Iglesia Católica y a dos mil años de sagrada historia religiosa, Robert Langdon vuelve a embarcarse en un nuevo caso en ÁNGELES Y DEMONIOS, aunque en esta ocasión lo hace desde el corazón del Vaticano, intentando salvar a la Iglesia de uno de sus enemigos más antiguos: los Illuminati.

  “En un principio, en ÁNGELES Y DEMONIOS, la relación entre Langdon y el Vaticano es muy fría a raíz de lo sucedido en El Código Da Vinci (The Da Vinci Code)”, explica Tom Hanks, que repite su papel como el extraordinario Profesor Langdon. “Él posee un gran conocimiento de los rituales y la historia de la iglesia pero no es bienvenido. Hay una lucha de poder en el seno del Vaticano, pero debido a la amenaza que pende sobre la elección papal, y a pesar de su historia con la iglesia, Langdon es el elegido para tratar de prevenirlo”.

  “El Vaticano es atacado en su momento más vulnerable”, explica el director Ron Howard, que vuelve al mundo de Dan Brown después dirigir el éxito mundial de El Código Da Vinci (The Da Vinci Code), que en el año 2006 recaudó más de 750 millones de dólares en el mundo. “El Vaticano está en medio del proceso del cónclave, que es cuando los cardenales eligen a un nuevo Papa. Cuando se hallan bajo amenaza de muerte y con una bomba a punto de estallar, llaman a Robert Langdon, el único que tiene el conocimiento y la habilidad como para develar el misterio, entender los símbolos y tratar de evitar el desastre. No es un hombre en el que el Vaticano confíe, es el hombre que el Vaticano necesita”.

  En ÁNGELES Y DEMONIOS, Langdon trata de desbaratar a los Illuminati, una organización clandestina centenaria, y sus planes de terminar con el Vaticano. Para Howard, esa idea es el villano perfecto y un valioso antagonista para Robert Langdon. “Cuando leí ÁNGELES Y DEMONIOS, me quedé absorto con la idea de los Illuminati”, recuerda Howard. “Se dice que esta sociedad secreta contó con hombres como Galileo y Bernini. ¿Qué ocurrió con ellos? ¿Fueron realmente eliminados? ¿Han dejado alguna vez de existir? Hay algunos que creen que los Illuminati han sobrevivido como organización y aún siguen entre nosotros, manejando nuestra vida cotidiana, la política gubernamental, empresarial y estratégica”.

  “En nuestra historia, los Illuminati vuelve para cobrarse una venganza que se remonta a más de cuatrocientos años”, afirma el productor Brian Grazer. “Los Illuminati han secuestrado a cuatro cardenales, los favoritos entre los que se encuentra quien será nombrado Papa, y han amenazado con destruir el Vaticano y la ciudad. Las autoridades llaman a Robert Langdon, para ellos un viejo enemigo, pero que es el único que puede ayudarlos en ese momento de crisis. Sólo Langdon puede descifrar los misteriosos códigos de los Illuminati que están relacionados con los antiguos símbolos de la tierra, el aire, el fuego y el agua”.

  “Lo que resulta más interesante en la aventura de Robert Langdon es que estimula la curiosidad y la investigación”, continúa el director. “Lees el libro o ves la película, y luego sientes la necesidad de ir a la biblioteca o Internet, porque quieres entender a Bernini, Galileo y sus relaciones con el Vaticano, con el arte, la ciencia y el misterio de los Illuminati. Seas o no creyente, es un material muy interesante, y la prolífica imaginación de Dan Brown te lleva a un fascinante conjunto de pistas y a un gran misterio”.

  El productor John Calley agrega, “Tuve mucha suerte al descubrir los libros de Dan mucho antes de que llegaran a manos del gran público y que “El Código Da Vinci” (The Da Vinci Code) se convirtiera en un fenómeno. Creo que lo que ha creado con “El Código Da Vinci” (The Da Vinci Code) y “Ángeles y Demonios” (Angels & Demons) es una saga actual. Ambos libros tienen suspense y un ritmo trepidante y cuenta con un personaje central que es un héroe ingenioso y dinámico. Eso explica el porqué del gran éxito que ha logrado Dan y todos esperamos con gran expectativa la próxima aventura de Robert Langdon”.

  Para Howard, estas son las razones por las que la decisión de dirigir ÁNGELES Y DEMONIOS fue muy fácil de tomar. “Hay algo único en la creación que ha hecho Dan del personaje de Robert Langdon”, explica. “Es increíblemente original, te incita a pensar y, a nivel cinematográfico, es irresistible”.

  ÁNGELES Y DEMONIOS es la primera película en la que Howard repite con un personaje. “Nunca quise hacer eso, porque en general me interesa explorar nuevos territorios”, explica Howard. “Y ÁNGELES Y DEMONIOS me da eso, a pesar de que Robert Langdon vuelve a ser el personaje central, la película es muy diferente a El Código Da Vinci (The Da Vinci Code) y me permite ejercitar un nuevo conjunto de elementos cinematográficos. ÁNGELES Y DEMONIOS requiere un ritmo diferente, otra motivación. Es, literalmente, un thriller que es una bomba de tiempo, dentro de un misterio completamente original. Estos dos componentes me han llevado, como director, a moverme de manera totalmente diferente a la que lo hiciera en El Código Da Vinci (The Da Vinci Code)”.

  Además, Howard tiene otra razón para querer volver a ÁNGELES Y DEMONIOS, la oportunidad de volver a trabajar con Tom Hanks por cuarta vez. “Me encanta trabajar con Tom, y lo que ha hecho con Robert Langdon es estupendo”, elogia Howard. “A medida que avanza, la conexión entre el actor y el personaje es cada vez más profunda y fuerte. La inteligencia de Tom, la curiosidad y su sentido del humor se fusionan naturalmente con el Robert Langdon que ha creado y eso hace que sea más rico y por supuesto mucho más interesante para ver”.

  Hanks cuenta que interpretar la mente misteriosa y brillante de Langdon es muy estimulante y es uno de los grandes atractivos del proyecto. “Es un desafío interpretar a alguien que es un experto en un campo tan desconocido. Él es capaz de realizar conexiones que nadie más ve, un símbolo puede representar diferentes puntos de vista y él es el único que puede encontrarle un sentido. Cuando trabajamos en Roma cerca de sitios que tienen tanta antigüedad, me fascinó aprender la historia de los lugares, cuál era la idea original detrás de las edificaciones, qué ocurría en Roma en ese momento, quién las había financiado, cuándo y por qué se le habían añadido diferentes elementos. Robert Langdon ve la historia como capas. Él busca la información, recoge las diferentes opiniones y conflictos, las contrasta con diferentes interpretaciones y trata de entender el porqué de la necesidad de crear esos símbolos”.

  Hanks explica por qué Robert Langdon encaja con la fantasía que todos tenemos de poder resolver grandes misterios. “Si eres lo suficientemente listo como para ver una pista, lo suficientemente listo como para seguirla y lo suficientemente inteligente como para darle sentido a todas las claves ocultas y finalmente descubrir que te enfrentas a una gran conspiración, pero sólo tienes un tiempo equis para resolverlo. ¿A quién no le apasiona eso?”

  Hanks también estaba encantado de volver a formar equipo con el director Ron Howard. ÁNGELES Y DEMONIOS es la cuarta colaboración de ambos, la más reciente ha sido El Código Da Vinci (The Da Vinci Code). “No existe nada que pueda perturbar a Ron”, afirma el actor. “Ni tan siquiera rodar frente al Panteón de Roma con cientos de turistas. Ron halló unos pequeños callejones traseros para rodar durante las tempranas horas de la tarde cuando hacía mucho calor, nos rodeaba una gran multitud de curiosos, pero él estaba tan concentrado que no sabía que toda esa gente estaba allí. Siempre que se enfrenta a una toma complicada, encuentra la forma de hacerla y transmite confianza. Ron ha hecho un trabajo impresionante a lo largo de su carrera y continúa haciendo películas cada vez más complejas, aunque él hace que todo parezca fácil. Como cineasta, cada vez se arriesga más, asumiendo más desafíos que cuando tenía mucho menos que perder. Su voluntad, su deseo de hacer las películas de la manera que él las hace, requiere de todos los demás el mismo compromiso”.

  Junto a Hanks están algunos de los mejores y más brillantes actores del panorama internacional. Según Brian Grazer, poder atraer a un gran reparto era una de las prioridades de los realizadores. “Un reparto internacional aumenta la proyección del filme”, explica Grazer. “Hace que sea mucho más accesible en el mercado internacional. Además, contar con un material tan rico y con la oportunidad de trabajar con Tom, es un gran atractivo para cualquier actor. Se lo hemos propuesto a los mejores actores que, por supuesto, encajaran artísticamente con la película, y en cada caso hemos podido obtener nuestra primera opción”.

  “El reparto aportó una energía cinética”, afirma Hanks. “Ewan McGregor brinda una gran sinceridad al Camarlengo, Stellan Skarsgård hace un retrato temible como jefe de la Guardia Suiza y Armin Mueller-Stahl le da sabiduría, benevolencia y moral al cardenal. Ayelet Zurer no pronunciaba ni una línea de su diálogo a menos que supiera exactamente las explicaciones científicas que las respaldaban. Todos y cada uno trabajaron con las mismas expectativas, la misma dedicación, cosa que hizo del rodaje una experiencia muy intensa”.

  A lo largo de esta aventura, Langdon se une en su búsqueda a una científica italiana de la CERN, interpretada por Ayelet Zurer. El CERN (Centro Europeo para la Investigación Nuclear) es el laboratorio más grande de física del mundo. Con base en Suiza, el CERN ha puesto en marcha durante la producción el acelerador de partículas más grande del planeta, el gran colisionador de hadrones (LHC) . Los resultados que se obtengan de estos experimentos se espera cambien nuestra visión del universo en el que vivimos. Investigarán la razón de la preferencia de la naturaleza por la materia en lugar de la antimateria y buscarán la prueba de la existencia de la materia desde el principio de los tiempos. En ÁNGELES Y DEMONIOS, el trabajo de Vetra en el CERN gira en torno a una pequeña cápsula de antimateria que ha sido robada y se convierte en el arma de destrucción masiva más avanzada con la que es amenazada la esencia de la Iglesia Católica, el Vaticano.

  Zurer preparó su papel no sólo leyendo todo tipo de experimentos llevados a cabo por los aceleradores de partículas como los que se realizan en el CERN (y mirando vídeos en YouTube del LHC), sino que además leyó el libro de Bill Bryson, “Una breve historia de casi todo” (A Short History of Nearly Everything) recomendado por Tom Hanks. De hecho, varios miembros del equipo se apasionaron con el libro y comparaban notas de capítulos como “El universo de Einstein” (Einstein’s Universe), “El poderoso átomo” (The Mighty Atom) y “La visión singular de Darwin” (Darwin’s Singular Notion).

  En cuanto a su personaje, Zurer destaca, “Vittoria me interesó porque ella representa a una generación de mujeres muy preparadas en campos profesionales donde aún predomina el hombre. Y al mismo tiempo no ha dejado de lado su sensibilidad por su carrera. Es una mujer reflexiva que no pierde el control con facilidad”.

  “Todos los que forman el equipo de Ron se conocen desde hace años y han trabajado en gran cantidad de proyectos juntos. Se comportan como las abejas de una colmena”, continúa la actriz. “Tienen códigos de comunicación abreviados, como si fuera otro lenguaje, que no pude entender hasta pasado un tiempo. Eran rápidos, divertidos, intensos pero a la vez relajados. Fue muy emocionante para mí. Ron solía decirme, ‘Relájate, no te apresures, baja la voz’, él me ayudó a mantenerme en la dirección correcta. Tenía muy claro que quería que Vittoria fuera muy fuerte, inteligente y frontal, pero a la vez emocional con las cosas que le afectaban. Creo que ella se siente muy responsable por todo lo que ocurre”.

  Zurer tuvo la libertad de decidir cómo iba a trabajar el acento italiano de Vittoria Vetra. “Decidí que fuera un acento más neutro, internacional, y no simplemente el típico inglés con acento italiano”, cuenta la actriz. “En muchas ocasiones me sorprendí lo bien que entró en mí el italiano, se adaptó a mi cuerpo con mucha facilidad. Me sentí muy cómoda. Tal vez resultó tan natural porque soy mediterránea… pero lo cierto es que me encantó”.

  En ausencia de un Papa y hasta que el nuevo Papa sea elegido, el poder del Vaticano reside en su mano derecha, el Camarlengo. En ÁNGELES Y DEMONIOS esta figura clave es interpretada por Ewan McGregor.

  “El Camarlengo es un secretario, pero cuando el Papa muere, él es la cabeza visible del estado del Vaticano y tiene bastante poder”, apunta McGregor. “Es un personaje fantástico para interpretar porque le suceden muchas cosas”.

  “El Camarlengo ama verdaderamente a la Iglesia y el sentido de permanencia que lleva consigo, la fuerza de la historia con mayúscula”, continúa McGregor. “Y ahora, aquello que ama se ve amenazado en el momento de mayor debilidad. Él se ve a sí mismo como el hombre que hará lo que sea necesario para salvar a la Iglesia y todo lo que ella representa de los Illuminati”.

  El actor no sólo fue tentado por la riqueza de su personaje sino también por tener la oportunidad de trabajar con Ron Howard. “Soy un gran fan de Ron Howard, lo había encontrado en algunas ocasiones sociales cuando estuvo rodando El Código Da Vinci (The Da Vinci Code) en Londres” cuenta McGregor. “Nos encontramos en un restaurante que a ambos nos gusta ir a comer el domingo. Es estupendo trabajar con un director que no solamente es bueno en la técnica de la realización sino que también es de gran ayuda en lo que a la interpretación y a la emoción de la escena se refiere. Creo que el hecho de que él también haya sido actor es lo que lo hace tan buen director”.

  El contrapunto del Camarlengo en el Vaticano es el dignificado y silencioso cardenal Strauss, interpretado por el veterano actor Armin Mueller-Stahl. El cardenal Strauss, un experto en las turbulentas aguas de la política del Vaticano, sabe y ve más de lo que deja entrever. De hecho, la impasibilidad del cardenal Strauss encaja con la actitud que Mueller-Stahl tiene frente a la interpretación.

  “Strauss está siempre observando y analizando qué es lo que tienes que hacer para entender el paso siguiente. No da mucha información acerca de lo que piensa o de quién sospecha, y para mí, ese también es el secreto de la actuación”, elabora Mueller-Stahl. “Tú tienes un rostro. Y bajo ese hay otro rostro y es éste segundo el que es importante dar vida sin mostrarlo. La idea no es mostrarlo todo, hay que revelarlo. Tiene que ser entendido por el público, pero no puede ser obvio”.

  Para investigar en su personaje, Mueller-Stahl ha leído mucho acerca del Papa actual, y tal vez, parte de su personaje haya sido modelado por el pontífice de la vida real. “He leído un poco acerca de Joseph Ratzinger, antes de que fuera elegido Papa, cuando era cardenal”, aclara el actor.

  Mueller-Stahl también utilizó algunos de sus propios recuerdos. “Conocí a Juan Pablo II cuando fue cardenal en Cracovia”, cuenta el actor. “Pero eso fue hace mucho, mucho tiempo”. Junto al cardenal Strauss, y protegiéndolo a él y al Colegio Cardenalicio, está el Comandante Richter, que es el Comandante Principal de la Guardia Suiza, interpretado por Stellan Skarsgård. La Guardia Suiza ha estado defendiendo el Vaticano desde el 22 de enero de 1506 y Richter, el venerable líder de esta imponente y majestuosa fuerza, personifica todo lo que esto significa: la máxima dedicación, respeto y fidelidad a la Santa Sede. Aunque a medida que la investigación avanza él también puede convertirse en sospechoso.

  “Como jefe de seguridad del Vaticano, con cuatro cardenales secuestrados y una bomba a punto de estallar, Richter se halla en problemas, pero él es un personaje frío”, explica Skarsgård. “Es una persona muy controlada y en varios puntos de la historia no sabemos si podemos confiar en él”.

  “Richter, por supuesto, desprecia a Langdon,” continúa Skarsgård. “Él es un hombre del Vaticano, muy devoto y sabe la historia que hay detrás entre Langdon y el Vaticano, por lo que Richter no acepta de muy buena gana la ayuda del profesor. Ambos tratan de resolver el crimen, pero hay una pica constante entre ellos por el mutuo sentimiento de desconfianza y escepticismo que uno provoca en el otro”.

  Richter, naturalmente, trabaja muy de cerca con el Camarlengo a lo largo de la investigación. En una secuencia particularmente intensa entre ambos personajes, Ron Howard posicionó las cámaras de tal manera que estas pudieran captar los planos cortos y los contraplanos de ambos actores simultáneamente, esto permitió que Skarsgård y McGregor pudieran relacionarse con el otro de una manera más orgánica.

  “Ron entiende qué es lo que mueve a los actores”, continúa Skarsgård. “Sabe cuándo y cómo quitar la presión y también sabe qué es lo que puede pedir, lo que quiere de cada escena y cómo quiere llegar al resultado. Jamás hablamos del personaje, nuestras conversaciones durante los ensayos fueron acerca de las escenas y de hacia dónde nos dirigíamos con ellas”.

  El Vaticano, además de ser el corazón de la Iglesia Católica es un estado dentro de Italia. Y mientras que la Guardia Suiza protege al Papa y a su Colegio Cardenalicio, la Gendarmería se ocupa de todo lo demás dentro de las murallas del Vaticano. Cuando los cardenales son secuestrados en ÁNGELES Y DEMONIOS, se desata una pesadilla de jurisdicciones que enfrenta al Comandante Richter, interpretado por Skarsgård, y al Inspector de la Gendarmería Ernesto Olivetti, interpretado por el actor italiano Pierfrancesco Favino. “Olivetti llama a Langdon después de que un físico-sacerdote da la nota en el CERN”, cuenta Favino. “Él entiende inmediatamente que no son capaces de salir airosos sin ayuda y llama a Langdon, el único hombre que sabe el significado de los símbolos. Esto lo coloca en una delicada situación con Richter, por lo ocurrido entre Langdon y el Vaticano. Richter no confía en Langdon en lo más mínimo. Olivetti sabe que es Richter, básicamente, quien está a cargo de la situación, porque la Guardia Suiza es la responsable de la protección de los cardenales, y traer a Langdon es la única carta de triunfo de Olivetti en la investigación”.

  “Tuve un par de claves para mi personaje”, recuerda Favino. “Sabía que tenía que estar casado, así que Olivetti lleva una alianza de matrimonio, a pesar de que eso nunca se menciona en la película. Aunque las reglas de la Gendarmería no son tan estrictas como las de la Guardia Suiza, también sabía que Olivetti tenia que ser católico, como ellos. Me fue de mucha ayuda pensar en él como un hombre que tenía una familia esperándolo en casa”.

  El último personaje que cierra el reparto es el sombrío Mr. Gray, llevado a la pantalla por el actor danés Nikolaj Lie Kaas. Kaas fue atraído por la acción que tenía el papel. “Él es el arma en la mano”, cuenta. “Lleva adelante toda la acción del filme, todo lo que ocurre en la película pasa por la trama que él ejecuta. Me encanta hacer acción, es genial volver a ser niño otra vez”.

  En cuanto al acento del personaje, Kaas explica que tomó en cuenta una sugerencia del director. “Siempre hago acento ruso o eslavo”, cuenta, “pero Ron me sugirió que utilizara mi propio acento danés. Incluso, en una escena, cuando hablo con uno de los cardenales muertos, lo hago en danés. La idea se le ocurrió a Ron y a uno de los guionistas y a mi pareció fantástica”.

  La trama de ÁNGELES Y DEMONIOS se pone en acción en el CERN, el laboratorio de física situado en Ginebra. “El tipo de investigación que se hace en el CERN es de los más arriesgado e innovador que existe”, cuenta el director. “Lo que me parece increíble es que Dan Brown escribió esta novela ambientada en el CERN hace unos diez años, y ahora, una década más tarde, el CERN está en las noticias y todos hablan de los experimentos que allí se realizan. Sólo es una muestra de lo avanzado que es Brown”.

  El CERN es uno de los más grandes y respetados centros de investigación científica. Su área de trabajo es fundamentalmente la física, dar respuesta a cómo funciona el universo y de qué está hecho. En el CERN, se utiliza el instrumental científico más complejo del mundo para estudiar las partículas fundamentales de la materia. Al estudiar qué ocurre cuando se chocan las partículas, los físicos aprenden acerca de las leyes de la naturaleza.

  Los instrumentos que se utilizan en este laboratorio son aceleradores y detectores de partículas. Los aceleradores impulsan los haces de partículas a una gran fuerza antes de hacer que choquen entre sí o con otros objetivos fijos. Los detectores observan y registran los resultados de esas colisiones.

  El CERN fue fundado en 1954 y está situado en la frontera franco suiza, en las proximidades de Ginebra. Fue uno de los primeros proyectos de colaboración europea y ahora cuenta con más de veinte estados miembros.

  El LHC (gran colisionador de hadrones) del CERN es un gigantesco dispositivo científico que se alza en la frontera de Francia y Suiza. Es un acelerador de partículas utilizado por los físicos para estudiar las partículas más pequeñas conocidas, el componente fundamental de todo lo que existe.

  Los físicos utilizarán el LHC para recrear las condiciones inmediatamente después al Big Bang haciendo colisionar dos haces a una altísima energía. Dos haces de partículas subatómicas conocidas como los “hadrones”, que pueden ser tanto de carga negativa, positiva o neutra, viajarán en sentido contrario dentro del acelerador circular, aumentando su energía en cada vuelta. Equipos de físicos de todo el mundo analizarán las partículas creadas como resultado de estas colisiones utilizando detectores especiales que están asignados a los experimentos realizados con el LHC.

 

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