Crítica ARRÁNCAME LA VIDA

Estreno en España: 24 Julio 2009

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Sinopsis

“Arráncame la vida” es la historia de Andrés Ascencio (Daniel Giménez Cacho) y Catalina Guzmán (Ana Claudia Talancón), de su relación amorosa, de las relaciones y el poder entre hombres y mujeres, de los cómplices del poder. Es la historia de una mujer que busca la libertad en una puebla machista de 1930. Catalina encuentra en Andrés, un hombre simpático y poderoso, una vía para salir de su pequeño mundo, de acceder a cosas más a la medida de su curiosidad y sus ganas de vivir. Pero muy pronto descubre que al haber ligado su vida a la de Andrés, también está perdiendo su libertad. Y en Andrés encuentra un difícil adversario, sobre todo porque Andrés es en todo momento seductor, generoso y protector. Catalina tiene que vencer antes que nada su propia fascinación por el personaje que es Andrés, por todo lo que le trae a su vida. Pero Catalina ha dejado de ser feliz junto a él. Está creciendo, descubriendo el mundo, y de pronto se da cuenta de que no es libre, de que quiere serlo. Pero liberarse de ese hombre tan poderoso en el México de 1930 es poco menos que imposible. Cuando Catalina trata de huir, Andrés le impide llevarse a sus hijos, la hace seguir. Catalina empieza a vivir como mujer cuando entra al Palacio de Bellas Artes y conoce al director de la orquesta, Carlos Vives (José María de Tavira).

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Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky

Lo primero que salta a la vista de esta película es el notorio parentesco, tanto en las actuaciones como en la esencia de la trama, con la telenovela o culebrón mexicano y centroamericano. Este parentesco no parece casual ni accidental, como en otras películas centroamericanas. Ya desde el título de la novela, la primera y una de las obras más famosas de Ángeles Mastretta, se revela el parentesco. El título Arráncame la vida es el de un famoso bolero de la década del treinta, y su implicancia en la trama, más allá de que se canta tanto en la novela como en la película, se debe principalmente a que el relato es un melodrama, y el melodrama hispanoamericano siempre va de la mano del bolero.

Lo peor del melodrama como género, es cargar con el agobiante peso de su constante representación televisiva. El melodrama posee una tradición que se remonta al cine hispanoamericano clásico, tanto el cine mexicano, como el argentino y el español, han contado con numerosas películas en sus períodos clásicos, inscriptas entre lo más importante de la producción cinematográfica en sus respectivos países. Sin embargo, la sobreproducción y la popularidad que han acumulado los culebrones mexicanos y centroamericanos en los últimos cuarenta, cincuenta años, hoy convierten a cualquier intento de melodrama, en una producción lindante con lo más bajo, arquetípico y reiterativo del género. Esto sucede con la adaptación de la novela de Mastretta.

Dos vertientes atraviesan esta historia, por un lado el relato de la escalada de poder en manos del militar Andrés Ascencio, quien sin dejar de protegerse bajo el manto de “lo hago por el bienestar de la patria y del pueblo”, comienza a hacer desaparecer a cualquier persona contraria a su despótico accionar. Por otro lado, la vertiente principal, el relato de Catalina Guzmán, casada a los quince años con Ascencio, quien comienza por hacer oídos sordos a la realidad política en la que se ve envuelto su marido, y a medida que comienza a obtener cierto espacio gubernamental (el pequeño espacio que en ese momento se le daba a las mujeres, particularmente a las esposas de los gobernadores, como responsables de las respectivas sociedades de beneficencia), empieza a darse cuenta del despotismo de su marido, no sólo en lo político, sino principalmente en el ámbito privado, cuando éste comienza a presentarle sus hijos ocultos, y cuando no se preocupa demasiado en esconder sus repetidas infidelidades.

Arráncame la vida es mucho más el relato melodramático de una mujer que sufre al ejercer un papel involuntario en una sociedad excesivamente machista, y que termina enamorándose perdidamente de un joven opositor al gobierno de su marido, que un relato histórico sobre las miserias del poder político. Esto se enfatiza en la trágica historia de amor furtivo entre Catalina y Carlos, y en el papel interpretado por Ana Claudia Talancón en el centro de la trama. Ninguna de las actuaciones del elenco se aleja del estereotipo telenovelesco, pero en ese sentido, la sólida interpretación (dentro del esquema del melodrama, con sus exacerbadas aristas) de Talancón, hace que su personaje se eleve mucho más que el de Ascencio, a cargo de Daniel Giménez Cacho, en un papel bastante sobreactuado. Arráncame la vida no es un drama histórico-político, aunque lo más interesante de la historia radique en ese trasfondo, presentado de manera mucho más débil que el grueso de la historia. Lo principal es el melodrama romántico, y en ese sentido, en ningún momento consigue despegarse de la mediocre medianía del culebrón. Las bases del género han alimentado buena parte del primer cine hispanoamericano, y ha gestado también el espíritu del libro en el que esta película se basa. Pero su primaria y sólida vertiente cinematográfica ha sentado las bases de su traslación televisiva, y el cine centroamericano que hoy apela a este género, difícilmente consigue quitarse de encima la contaminación que le ha ocasionado al melodrama su sobreproducción televisiva. Arráncame la vida es un claro ejemplo de ello.  

 

Lo mejor de la película: Ana Claudia Talancón, y el relato de la corrupción del poder.

Lo peor de la película: Que el melodrama no puede sacarse de encima el fantasma de la telenovela mexicana.

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Dirección: Roberto Sneider.
País:
 México.
Año: 2008.
Duración: 107 min.
Género: Drama.
Elenco: Ana Claudia Talancón (Catalina Guzmán), Daniel Giménez Cacho (Andrés Ascencio), José María de Tavira (Vives), Joaquín Coso (Juan), Camila Sodi (Lili), Fernando Becerril (don Marcos), Irene Azuela (Bárbara), Julio BRacho (Cienfuegos), Carmen Beato (doña Elena), Guillermo Gil (Rodolfo), Isela Vega (gitana), Rafael Sánchez Navarro (Cordera).
Guión: Roberto Sneider; basado en la novela de Ángeles Mastretta.
Producción: Roberto Sneider.
Música: Leonardo Heiblum y Jacobo Lieberman.
Fotografía:
 Javier Aguirresarobe.
Montaje: Aleshka Ferrero.
Diseño de producción: Salvador Parra.
Vestuario: Gilda Navarro.

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Biofilmografía de Roberto Sneider

Sneider ha demostrado ser un hábil y talentoso narrador cinematográfico. “Dos crímenes” (1995) fue premiada en muchos festivales en el año de su estreno. La experiencia que le han dado los últimos años en que ha dirigido más de 150 comerciales de gran calidad, lo convierte en un gran conocedor del área técnica de la realización del cine.

 

Filmografía

Arráncame la vida (2008)

Dos crímenes (1995)

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