Crítica CONFESIONES DE UNA COMPRADORA COMPULSIVA

Estreno en España: 27 Marzo 2009

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Sinopsis

En el mundo glamuroso de la ciudad de Nueva York, Rebecca Bloomwood (Isla Fisher) es una chica muy divertida y muy buena haciendo compras, demasiado buena quizás. Sueña con trabajar en su revista de moda favorita, pero no encuentra el modo de meter la cabeza hasta que, irónicamente, consigue un trabajo como columnista en una revista económica publicada por la misma compañía. Con su sueño a punto de cumplirse, Rebecca tiene que hacer los esfuerzos más increíbles para impedir que su pasado arruine su futuro.

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Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky

La boda de mi mejor amigo no es ni por asomo una obra maestra, pero en materia de comedias románticas, uno nunca se cansa de volver a verla, y dejarse seducir (e indignarse a la vez) con la histeria insufrible de Julianne, uno de los personajes más ricos de Julia Roberts. A nadie se le ocurriría pensar en esta película en función de aquella comedia de hace diez años, pero siendo P.J. Hogan el mismo director de aquella, es inevitable la comparación. En ambas, el personaje femenino posee una conducta absolutamente reprobable, y pese a eso, no deja de caer simpática. Rebecca Bloomwood no es histérica como Julianne, es mucho peor que eso. Es una compradora compulsiva, una shopaholic, como ya lo aclara su título. Es decir, es una persona con una adicción concreta, que se suma a su absoluta frivolidad y superficialidad. A poco de empezar, ya asociamos esta comedia con Legalmente rubia. Claro, la comedia de la Witherspoon (y su secuela) por lo menos poseían el mérito de haber mostrado lo mismo antes. A su vez, el personaje de la Witherspoon era tan frívolo, tan superficial y tan simpático como el de Isla Fisher en esta película, pero sin la adicción de esta. Se supone que una adicción es un elemento que define la trama hacia determinado lado. Si se puede hacer una comedia en base a una adicción, sea cual sea, no va a faltar un cierto dejo de acidez, de crítica a la adicción en cuestión. En La boda de mi mejor amigo, Julianne era tan simpática como insufrible, es una de las pocas comedias románticas en las que el espectador desea que la protagonista no se quede con el hombre que ama, sencillamente porque no lo merece, porque su amor, o enamoramiento, es un simple capricho que solo consigue arruinar la vida que él ha elegido. Confesiones de una compradora compulsiva posee un enfoque distinto, es una comedia preferentemente para un público femenino adolescente, lo que le da un dejo de cuento de hadas. Ninguna adolescente querría que Rebecca se quede sin su enamorado, más allá de que su conducta adictiva la aleja de sus amistades, de su trabajo y de su amor. Por supuesto, como debe ser en este tipo de comedias, y como sucedía con La boda…, Rebecca se redime, entiende que ha actuado mal, y decide intentar desprenderse de su adicción a las compras. Pero la redención se narra de manera tan lineal, tan obvia, que no llega a establecer un corte, un quiebre a las secuencias que celebran su adicción. Si durante toda la película, la cámara simpatiza con sus escapadas a las tiendas de ropa, la adicción nunca termina de narrarse de manera crítica, por lo que un quiebre en su conducta no viene a decirnos nada más que lo obvio, que todo aquello estaba mal, aunque nos haya parecido gracioso, y que ella nunca deja de ser simpática, aunque se comporte de manera enfermiza. Con tanta simpatía, el mensaje no parece quedar del todo claro, y las adolescentes podrán disfrutar de esta comedia, pero los adultos preferimos una comedia más inteligente, y con un personaje más ambiguo, como La boda de mi mejor amigo. Para los que disfrutamos de aquella, esta nos parece un poquito insufrible, con una muy buena protagonista (Isla Fisher), y secundarios de renombre (Kristin Scott Thomas, John Goodman y un desaprovechado John Lithgow,), pero con un planteo bastante bobo, que en realidad termina celebrando lo que parecería que pretende criticar.

 

Lo mejor de la película: Isla Fisher, Kristin Scott Thomas, y John L

Lo peor de la película: Su actitud celebratoria hacia la adicción consumista de la protagonista.

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Dirección: P.J. Hogan.
País:
USA.
Año: 2009.
Duración: 104 min.
Género: Comedia romántica.
Elenco: Isla Fisher (Rebecca Bloomwood), Hugh Dancy (Luke Brandon), Joan Cusack (Jane Bloomwood), John Goodman (Graham Bloomwood), Kristin Scott Thomas (Alette Naylor), John Lithgow (Edgar West), Leslie Bibb (Alicia), Krysten Ritter (Suze), Fred Armisen (Ryan Koenig), Julie Hagerty (Hayley).
Guión: Tim Firth, Tracey Jackson y Kayla Alpert; basado en los libros “Loca por las compras” y “Loca por las compras en Manhattan” de Sophie Kinsella.
Producción: Jerry Bruckheimer.
Música: James Newton Howard.
Fotografía:
Jo Willems.
Montaje: William Goldenberg.
Diseño de producción: Kristi Zea.
Vestuario: Patricia Field.
Estreno en USA: 13 Febrero 2009.

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Filmografía de P.J. Hogan

# Confessions of a Shopaholic (2009)

# Nurses (2007) (TV)

# Dark Shadows (2004) (TV)

# Peter Pan (2003)

# Unconditional Love (2002)

# My Best Friend’s Wedding (1997)

# Muriel’s Wedding (1994)

# Sloth (1993)

# The Humpty Dumpty Man (1986)

# Getting Wet (1984)

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CÓMO SE HIZO “CONFESIONES DE UNA COMPRADORA COMPULSIVA”

1. El proyecto

  La novela de Sophie Kinsella “Loca por las compras” y sus cuatro entregas posteriores (“Loca por las compras en Manhattan”, “Loca por las compras prepara su boda”, “Loca por las compras tiene una hermana” y “Loca por las compras espera un bebé”) son un fenómeno editorial internacional con un batallón de lectoras absolutamente leal. Todos los libros han sido bestsellers en Estados Unidos y el Reino Unido; , y llegó un momento en el que Kinsella tenía tres libros en la lista de los 10 libros más vendidos del Washington Post. El éxito de la serie llegó a conocimiento del productor Jerry Bruckheimer. “Nuestra productora está siempre buscando ideas frescas y nuevas”, afirma Bruckheimer. “Sophie nos ayudó durante la realización de la película para asegurarse de que la transición de Rebecca Bloomwood a la pantalla era fiel al espíritu y al tema de las novelas”. El productor ejecutivo Chad Oman lo recuerda: “Cuando leí por primera vez la novel, a las 10 o 15 páginas ya sabía que podíamos hacer una película. Me pareció un libro inteligente, encantador e ingenioso”. “Para identificarse con Rebecca Bloomwood, basta ver la crisis crediticia que sufren los Estados Unidos en este momento, donde todo el mundo tiene 27 tarjetas de crédito”, añade el productor ejecutivo Mike Stenson. Kinsella creó hace ochos años a Rebecca Bloomwood. Desde entonces, más de 15 millones de lectores de 35 países entre los que están Estados Unidos y Reino Unido, toda Europa Occidental y Oriental, los países nórdicos, Turquía, Japón, China, Corea del Sur, Indonesia, Tailandia y Vietnam han cumplido años siguiendo vorazmente las aventuras de esta entrañable compradora compulsiva, una optimista sin remedio. Para dirigir “Confessions of a Shopaholic” (Confesiones de una compradora compulsiva), Jerry Bruckheimer eligió a P.J. Hogan el realizador australiano residente en Estados Unidos. “El trabajo de P.J. tiene ese toque de ligereza e ingenio que queríamos en la película”, afirma el productor. “Me gustaron mucho ‘Muriel’s Wedding’ (La boda de Muriel) y ‘My Best Friend’s Wedding’ (La boda de mi mejor amigo). Tiene un sentido del humor maravilloso y también un delicioso toque romántico”.

  “Rebecca Bloomwood era un personaje con el que me identificaba plenamente”, afirma P.J. Hogan, director de la película. Un adicto a las compras es alguien que cree ciegamente en la terapia de comprar. ¿Estás depre? Pues vete de compras y verás la vida de otro color. Todo el mundo entiende el mensaje. Cuando estamos bajos de ánimo todos nos hemos ido alguna de compras para subir la moral. Pero lo malo es que Rebecca no puede parar. Si encuentra una ganga tiene que comprarla”.

  En la versión para el cine de “Loca por las compras”, tanto el escenario como la nacionalidad de Rebecca han cruzado el charco y ahora están en Estados Unidos.. “En mi mente y en los libros siempre será inglesa!, afirma la escritora. Y añade: “Pero me he encontrado con Becky Bloomwoods en todo el mundo, y de todas las nacionalidades. Lo que más me importa es que la película refleje sus sentimientos, sus debilidades y su lado cómico. La película utiliza elementos de los dos primeros libros de ‘Loca por las compras’. De hecho el segundo se desarrolla en Nueva York. Muchas de mis escenas favoritas están en la película, y ver cómo se rodaban fue una enorme satisfacción. La historia de Becky es una fábula de nuestro tiempo ya que es una mujer que intenta gastar menos, olvidarse de las tarjetas de crédito y dar un giro de 180 grados a su vida”.

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