Crítica DOOMSDAY: EL DÍA DEL JUICIO

Estreno en España: 24 Julio 2008

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Sinopsis

Las autoridades someten a un país a una brutal cuarentena cuando ven que sucumbe al miedo y al caos ante el ataque de un virus. Durante tres décadas, el terrible virus parece haber desaparecido detrás de las paredes que se levantaron para contenerlo, hasta que reaparece con virulencia en una gran ciudad. Un grupo de especialistas de élite, liderados por Eden Sinclair (Rhona Mitra), es enviado con urgencia al país aún en cuarentena para obtener una vacuna a cualquier precio. Apartados del resto del mundo, el equipo deberá luchar a través de un paisaje convertido en la peor pesadilla.

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Crítica de Cine.com
por
Leo Aquiba Senderovsky

El cine británico suele evidenciar a veces su intención, no digamos de pisarle los talones, pero al menos de disputarle a Hollywood una mínima porción del cine de género. No hay nada que se pueda hacer, y no se trata, al menos en este caso, de nivel técnico, sino de originalidad a la hora de contar una historia. Doomsday puede hacernos creer que estamos ante una superproducción americana, una mezcla de ciencia ficción y terror, a cargo de un realizador algo experimentado en este último género. Su argumento y algunos pasajes de la película nos pueden despertar reflexiones de índole política, y podríamos suponer que la película enfatizará algunas de estas ideas. Sin embargo, desde el minuto uno, entendemos la naturaleza de este producto, y lo que sigue no nos da muchas esperanzas de algo más. Si bien posee un correcto despliegue visual, y la película suma puntos al desplegar tímidamente ciertas reminiscencias a Mad Max en algunas escenas puntuales, Doomsday no logra salir de la híper-violencia que, de tan reiterada y carente de sorpresas, la sumerge en el tedio absoluto. Ni los personajes, completamente estereotipados, ni las pomposas situaciones, salvan a esta propuesta de la mediocridad, hasta hacernos pensar que George Romero podría haber hecho un producto más coherente y genuino con los numerosos elementos que giran hacia el cine de terror clase b o gore. No conforme con desarrollarse de manera muy poco interesante, la película amaga con darse vuelta como una media cuando la protagonista se encuentra con una fortaleza montada por refugiados, y la película pasa del tono apocalíptico futurista, al fantástico medieval, con nada menos que Malcolm McDowell como rey de esa comarca. Si a esa altura la película ya se encuentra condenada, el cambio de tono solo le agrega absurdo y sinsentido, del cual no logra salir hasta el final, entre decapitaciones y villanos con look punk, algo que en una película futurista actual, resulta extremadamente demodé. Si Hollywood no parece estar transitando por su momento de mayor originalidad, esta desmesurada producción británica no ayuda a pensar en una variante europea que pueda dar pelea ante la fuerte imposición en el mercado de superproducciones americanas de género.

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Dirección y guión: Neil Marshall.
Países:
USA y Reino Unido.
Año: 2008.
Duración: 105 min.
Género: Acción, thriller, ciencia-ficción.
Elenco: Rhona Mitra (comandante Eden Sinclair), Bob Hoskins (Bill Nelson), Adrian Lester (sargento Norton), Alexander Siddig (Primer Ministro Hatcher), Malcolm McDowell (Dr. Kane), David O’Hara (Michael Canaris), Craog Conway (Sol).
Producción: Steven Paul y Benedict Carver.
Música: Tyler Bates.
Fotografía: Sam McCurdy.
Montaje: Andrew MacRitchie.
Diseño de producción: Simon Bowles.
Vestuario: John Norster.
Estreno en USA: 14 Marzo 2008.

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Biofilmografía de Neil Marshall

Neil Marshall (nacido en Newcastle upon Tyne, Inglaterra, el 25 de Mayo de 1970) un director, guionista y editor. Marshall comenzó su carrera editando y en 2002 dirigió su ópera prima Dog Soldiers, que se convirtió en un film de culto. Siguió con The Descent en 2005, una película de terror que fue aclamada por la crítica. Marshall también dirigió Doomsday en 2008 y tiene varios proyectos en carpeta para el futuro.

Neil Marshall comenzó a sonar con ser director a los once años, cuando vio Raiders of the Lost Ark (1981). Comenzó a filmar videos caseros usando película Super 8, y en 1989, ingresó a la escuela de cine en Newcastle Polytechnic (hoy Northumbria University). En los ocho años siguientes, trabajó como editor freelance. En 1995, fue contratado para coescribir y editar la primera película del director Bharat Nalluri, Killing Time. Marshall continuo escribiendo y desarrollando sus propios proyectos, dirigiendo su primer film en 2002, Dog Soldiers, una cinta de terror convertida en film de culto en el Reino Unido y los Estados Unidos. En 2005, continuo con su segunda película de terror, The Descent (2005), que ganó varios premios. Por su desempeño en The Descent, Neil Marshall fue identificado como miembro de Splat Pack.

Neil Marshall identificó nueve “placeres culposos” del cine: 1941 (1979), Battle Beyond the Stars (1980), Excalibur (1981), Top Secret! (1984), Race for the Yankee Zephyr (1981), High Risk (1976), Big Trouble in Little China (1986), The Sword and the Sorcerer (1982), y The Legend of Boggy Creek (1972).

Filmografía

# Doomsday (2008)

# The Descent (2005)

# Dog Soldiers (2002)

# Combat (1999)

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CÓMO SE HIZO “DOOMSDAY: EL DÍA DEL JUICIO”

1. El proyecto y el reparto

  Después del éxito de sus dos películas anteriores, The Descent y Dog Soldiers, Neil Marshall decidió ir aún más lejos. El director, conocido en Inglaterra como uno de los chicos “Splat”, en otras palabras, los que llenan la pantalla con acción continua a ritmo de vértigo, ideó DOOMSDAY – EL DÍA DEL JUICIO, una historia que transcurre en un futuro muy próximo en un paisaje digno de una pesadilla. Sin embargo, la película no encaja con el thriller de acción actual, que se apoya en gran medida en los efectos creados por ordenador. En este caso, el realizador prefirió aproximarse a las películas que veía de niño y que pocas veces pueden verse en las multisalas actuales. Neil Marshall explica: “Estaba decidido a que DOOMSDAY – EL DÍA DEL JUICIO debía ser de esas películas de acción con efectos y trucos realizados por especialistas, de esos que ya no se hacen, con personas de verdad haciendo cosas peligrosas en un mundo de verdad. Nada de pantallas verdes ni cables, sino especialistas locos agarrados a coches yendo a 120 por hora a punto de chocar”. “En cierto modo, DOOMSDAY – EL DÍA DEL JUICIO es mi visión del futuro”, sigue diciendo. “Un virus mortal ataca Inglaterra y el gobierno se ve obligado a levantar un muro para aislar toda Escocia y proteger el resto de la nación. Pasa un cuarto de siglo y mandan a un equipo de élite para encontrar la cura del virus Reaper (Segador)”. El productor Benedict Carver, copresidente de Crystal Sky Pictures, con el también productor y fundador de la productora, Steven Paul, opina que la evolución de Neil Marshall, de películas de bajo presupuesto a una película mediana, era algo natural. “Dog Soldiers fue una buena película realizada con poco dinero”, dice el productor. “Lo mismo ocurrió con The Descent, ambas escritas y dirigidas por Neil. Un buen director puede hacer cualquier película sin importar el presupuesto. Me parece que demostró una habilidad especial en ambas películas, que también saldrá a relucir en DOOMSDAY – EL DÍA DEL JUICIO”. Aunque esta película recuerde con cierta nostalgia algunos de los filmes más importantes del género de los años setenta y ochenta, es una creación muy actual del inventivo guionista. El productor Steven Paul dice: “La última película de Neil se inspira en las producciones postapocalípticas del pasado, como Rescate en Nueva York, The Warriors/Los amos de la noche, El último hombre… vivo, y Mad Max. Esas son las películas que nos han inspirado. Queríamos rodar algo que recordara los filmes de John Carpenter y de George Miller, y de todos los grandes directores de los setenta de este género. Aunque la película es una especie de homenaje a ese tipo de película, debo recalcar que Neil aporta su visión personal a DOOMSDAY – EL DÍA DEL JUICIO”.

  La idea nació cuando el director imaginó una historia en la que un guerrero moderno se enfrenta a un caballero con armadura… en un paisaje postapocalíptico. Neil Marshall dice: “Me parece que este género no se ha tocado últimamente; es un regreso al cine que tanto me gusta”.

  Los productores sabían que crear una visión semejante en el momento actual presentaría problemas. Benedict Carver dice: “Fuimos conscientes desde el principio que sería un proyecto difícil, sobre todo porque es una película de mucha acción con un presupuesto modesto. Además, Neil quería que la acción fuera realmente física, sin muchos efectos visuales. Lo primero era encontrar los decorados idó-neos para rodarla ‘de verdad’ y no generarla por ordenador”.

  Pero además de encontrar los decorados naturales, también fue necesario buscar los actores dispuestos a actuar ‘de verdad’ con falsos puñetazos, úlceras supurantes, cabezas cortadas, peleas con espadas, persecuciones en coche, fiestas caníbales, muchedumbres enloquecidas y mucho más.

  Cuando Neil Marshall escribió el tratamiento de la película hace cinco años, giraba sobre todo alrededor de la comandante Eden Sinclair. La describe diciendo: “Sinclair es una soldado dura, una fría asesina de un futuro no lejano, que ha perdido el alma en algún punto del camino. Es un producto del sistema que la educó, pero su pasado difiere de los demás y está conectada a la historia a un nivel emocional. Su misión, encontrar el antídoto del letal virus, es un viaje hacia la redención. Debe volver a conectarse con el ser humano que lleva dentro. Vuelve a casa y debe encontrar lo que perdió de niña. Por culpa del virus y del desastre que supuso para su país, ha vivido otra vida. Tuvo que convertirse en un ser independiente porque no tenía a nadie que la cuidara. Aprendió a luchar en la calle y a enfrentarse a los chicos”.

  En sus películas anteriores, Neil Marshall había trabajado con actores poco conocidos y llegó a declarar que quería, como John Ford, trabajar con el mismo reparto en todas sus películas: “Idealmente, me gusta trabajar con el mismo reparto en cada película, pero probando algo nuevo cada vez, intercambiando o dándoles nuevos papeles para que se diviertan con algo diferente. Pero también quiero añadir nuevos actores a un reparto de base”.

  El guionista y director añade que, aunque tenga presente a sus actores habituales cuando escribe el guión, no siempre piensa en alguien específico cuando construye un papel. Prefiere estar abierto… Tan abierto que para encontrar a la actriz que encarnaría el papel protagonista de Sinclair realizó castings abiertos.
Y Rhona Mitra, conocida por sus papeles en series de éxito como “El abogado”, “Boston Legal” y “Nip/Tuck: a golpe de bisturí”, y películas como Shooter: el tirador y El número 23, se presentó a uno de esos castings.

  La actriz se sintió inmediatamente atraída por el personaje de Sinclair: “Está desilusionada con la situación del país. Cuando le ofrecen encabezar la misión y regresar al lugar donde nació, no quiere perder la oportunidad de descubrir qué pasó realmente. Realiza un tremendo viaje entre diversas visiones de la historia, de la moda, de la cultura y de la locura creada por Neil”.

  Sigue diciendo: “Sinclair es directa, ve el mundo tal como es. Decidí interpretarla como si fuera una londinense espabilada. Tenía que estar en buena forma física, pero tampoco quería dar la impresión de haberme pasado 24 horas al día en el gimnasio durante los últimos dos meses”.

  Neil Marshall impresionó a la actriz desde la primera vez que se reunieron para hablar del papel. Se dio cuenta de la convicción con la que había escrito el guión y del apoyo que tenía por parte de la productora. Hablaron de la imagen equivocada de la mujer en papeles de heroínas de acción, y estuvieron de acuerdo en que dos excepciones estelares confirmaban la regla: Linda Hamilton en Terminator, y Sigourney Weaver en las diversas entregas de Alien. Rhona Mitra reconoce que se inspiró en estas dos actrices durante el rodaje, pero que también influyeron en ella dos actores: “En ocasiones sentí a Mel Gibson o a Harrison Ford sentado en mi hombro”.

  Además de los habituales elementos de un thriller de aventuras y de acción, la actriz subraya otros, como la fragilidad ecológica y la falsedad política que afectan al mundo de hoy. “Por desgracia, nos enfrentamos a esto actualmente”, dice.

  Además de algunos actores con los que trabajó en las dos películas anteriores, como Sean Pertwee, Craig Conway, Myanna Buring y Darren Morfitt, Neil Marshall tenía ganas de incorporar actores del nivel y la experiencia de Bob Hoskins y Malcolm McDowell al reparto: “Bob y Malcolm tienen mucha experiencia y fue un auténtico placer trabajar con ellos. Conocen su trabajo y saben hacerlo”.

  Según el veterano Malcolm McDowell, aceptó el papel porque DOOMSDAY – EL DÍA DEL JUICIO es una película de género, o de una amalgama de géneros: “De hecho, no sé muy bien a qué género pertenece. Me gustó que no fuera una película de terror, ni tampoco de ciencia-ficción, sino una mezcla. Digamos que es una película de aventuras con elementos de ciencia-ficción y de terror. Es difícil encasillarla, y esa es su fuerza, no su debilidad. El guión es magnífico y Neil ha demostrado su capacidad como director”.

  También influyó que el papel de Dr. Kane fuera un chollo, en palabras de Malcolm McDowell: “Kane es un gran personaje, el líder de unos supervivientes por selección natural. Vive aislado en su pequeño reino. Es el rey de su diminuto mundo, y eso siempre es apetecible. De algún modo, es el rey Lear”.

  Para Bob Hoskins, el director y su estilo fueron más que suficientes para que aceptara el papel de Bill Nelson, jefe del DDS, que hace las veces de figura paternal en la vida de Eden Sinclair. “Neil es fantástico, es el Tarantino inglés”, dice el actor. “Es muy tranquilo y sabe adónde va. Claro que hay escenas con sangre y vísceras, trucos, especialistas y todo lo demás, pero sabe lo que quiere y rueda exactamente lo que necesita”.

  El actor Adrian Lester ha demostrado una gran versatilidad, desde el teatro clásico, pasando por musicales en el West End, hasta la gran pantalla, donde ha interpretado a un embaucador, a un director de campaña política y a un arqueólogo en películas como Primary Colors y El día de mañana, entre otras. “Sabía que para este proyecto, debería estar en forma”, dice. “Nos entrenaron en el manejo de armas con gran eficiencia, y por fin iba a tener la oportunidad de usar mis conocimientos de artes marciales”. (Adrian Lester es cinturón negro de tae kwon do). “Neil quería que las escenas de acción fueran realistas, sucias, y así fue. Después de ocho o nueve tomas en algunas de las secuencias, sólo pensaba en meterme en una bañera llena de agua caliente. Me habría gustado hacer más cosas, pero creo que mi esposa me habría matado”.

  A pesar de que Alexander Siddig sea el sobrino de Malcolm McDowell, el nepotismo no tuvo nada que ver con haber obtenido el papel de primer ministro, un hombre que intenta liderar una nación a punto de convertirse en un manicomio por miedo a la epidemia. De hecho no se supo que eran parientes hasta que ambos firmaron sus respectivos contratos. El actor recuerda cómo conoció a Neil Marshall: “No nos habíamos visto, me ofrecieron el papel mientras estaba en el extranjero. Bajé del avión y me fui directamente al rodaje. Se acercó un tipo amable y sonriente, pensé que iba a ofrecerme algo y se lo rechacé con educación, pero me dijo: ‘Bueno, soy el director’. No sabía dónde meterme, y sólo se me ocurrió decir: ‘Hola, encantado'”.

  Para el papel del intrigante Michael Canaris, los cineastas escogieron a David O’Hara, un actor que se adapta fácilmente a papeles en ambos lados de la ley. El actor fue consciente de que su personaje era un clásico, la eminencia gris detrás del gobernante. En su interpretación, ha preferido dejar que el público decida si Canaris es realmente tan malo como parece o si tiene motivos para actuar de esta forma.

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