Crítica “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford”

Estreno en España: 31 Octubre 2007

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Sinopsis

“El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford” explora la vida privada y las hazañas públicas del bandido más notorio de América. Mientras el carismático e impredecible Jesse James (Brad Pitt) planea su próximo gran robo, declara la guerra a sus enemigos, quienes intentan hacerse con la recompensa —y la gloria— que implicaría su captura.

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Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky

¿Qué habrán opinado los productores cuando vieron terminada esta película? ¿Faltan planos? ¿No pasa nada? ¿Es muy lenta? Suena, cuanto menos, raro, que la hayan lanzado como está. Tal vez algo de eso tendrá que ver con el retraso de dos años desde que se terminó hasta su estreno. Quizás habrán sentido que faltaban planos, pero no supieron cómo y dónde colocarlos. Quizás que le sobraba metraje, y no sabían qué cortar. Lo cierto es que esta obra, esta suerte de western sin acción, esta película que prefigura, como aquella obra maestra de Bresson “Un condenado a muerte se escapa” y tantas otras más, desde su título lo que va a pasar, avanza a paso lento, explicita sus elipsis por títulos (años y lugares que sitúan cada acción) aunque parece carecer por completo de ellas, tiene en sí los planos que debe tener y los tiempos que merece la historia para ser narrada con toda su riqueza. Más allá de cierta publicidad que lo eleva a Brad Pitt por este personaje, como si en su filmografía no contara ya con personajes memorables, la verdadera gema de esta película es Casey Affleck, en la piel del cobarde, atormentado y humillado Robert Ford, que oculta un innegable amor por su admirado y adorado Jesse James. El film se adentra en su psiquis y explora su accionar, llegando a límites insospechados. Todo parece estar dicho de entrada, y eso es lo más atractivo de esta propuesta, verdaderamente poderosa, escrita con maestría y narrada con suma destreza, más cercana al cine europeo que al americano, y con tiempos completamente ajenos a los productos prefabricados que habitualmente nos entrega la maquinaria hollywoodense. Toda una proeza para un realizador que contaba con una notable primera película en Australia (Chopper, film que sacó a la luz el enorme talento de Eric Bana), y que recién debuta como director en el cine americano. Sin duda, y junto con El libro negro y alguna otra más, uno de los mejores estrenos de 2007.

 

 

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Dirección: Andrew Dominik.
País:
USA.
Año: 2007.
Duración: 160 min.
Género: Drama, western.
Elenco: Brad Pitt (Jesse James), Casey Affleck (Robert Ford), Sam Shepard (Frank James), Mary-Louise Parker (Zee James), Paul Schneider (Dick Liddil), Jeeemy Renner (Wood Hite), Zooey Deschanel (Dorothy), Sam Rockwell (Charley Ford), Garret Dillahunt (Ed Miller).
Guión: Andrew Dominik; basado en la novela de Ron Hansen.
Producción: Brad Pitt, Dede Gardner, Ridley Scott, Jules Daly, Brad Grey y David Valdes.
Música: Nick Cave y Warren Ellis.
Fotografía:
Roger Deakins.
Montaje: Dylan Tichenor y Curtiss Clayton.
Diseño de producción: Patricia Norris.
Estreno en USA: 21 Septiembre 2007.

 

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Biofilmografía de Andrew Dominik

Andrew Dominik (n. 1967) es un director de cine australiano, originario de Nueva Zelanda. Ha vivido en Australia desde los dos años de edad y se graduó de la Melbourne’s Swinburne Film School en 1988.

Su carrera en el cine comienza en 2000, cuando dirigió el film Chopper, basado en el famoso criminal australiano Mark Brandon Read, protagonizado por Eric Bana y Vince Colosimo. Chopper recibió buenas críticas, y Bana fue premiado por su retrato de Chopper.

Su siguiente film es The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford, con las actuaciones de Brad Pitt y Casey Affleck. A pesar de haber sido completada en 2005, The Assassination fue retrasado el estreno, originalmente previsto para 2006, y fue finalmente lanzada en 2007. Dominik está actualmente escribiendo su tercera película, en la que explorará las tensiones raciales que existen hoy en día en Sydney, siendo considerada para el papel protagónico la actriz aborigen Deborah Mailman; Heath Ledger, Toni Collette y Aaron Pederson serán también de la partida.

 

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CÓMO SE HIZO “EL ASESINATO DE JESSE JAMES POR EL COBARDE ROBERT FORD”

1. El proyecto

Cuando el escritor/director Andrew Dominik leyó la novela de Ron Hansen, El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford, quedó intrigado por algunas de las mismas preguntas que provocaron los años de investigación de Hansen sobre los anteriormente inexplorados rincones de la vida de Jesse James y las interioridades de la vida privada del hombre detrás de su imagen pública. “Yo no sabía nada más sobre Jesse James o Robert Ford que la mayoría de las personas, pero me vi arrastrado por esa historia de personajes y emociones tan intensa y realista”, dice. “¿Quienes eran? ¿Qué sentían? ¿Cómo se relacionaban entre sí? El hecho de que resultaran ser dos figuras de la historia norteamericana añadía cierto nivel de drama, pero en realidad fue un tema secundario”. “Este era un retrato de Robert Ford que nunca antes había visto”, revela el director. “Te da una idea de lo que ese suceso pudo haber significado para él—disparar a un hombre en su propia casa con la esposa y los hijos de Jesse ahí al lado y luego esperar durante días con un hermano que está totalmente desconcertado, e intentar hacer frente a la enorme reacción de la gente. Ves su ansiedad, su necesidad y su ambición y piensas, ‘Probablemente así es cómo era’. Eso es lo qué me motivó del libro y lo que quería plasmar en la pantalla”. Brad Pitt, que, además de ser el protagonista principal, es uno de los productores de la película, lo encontró un tema igualmente apasionante , “El análisis minucioso de estos mitos, el de Jesse James como un héroe y el de Robert Ford como un cobarde”. “La película ofrece un retrato íntimo de estos dos hombres y del mundo que les rodea, humanizando al legendario forajido y dejando al descubierto su vulnerabilidad”, dice el productor Jules Daly. “Muy poca gente conocía la verdadera historia de Robert Ford. Para él, tenía que ver con la desesperación de un joven para convertirse en todo lo que no era y en todo lo que veneraba”. Aunque está basada en una exhaustiva investigación de los protagonistas, de su historia y de la época en que vivieron, la relación entre Jesse James y Robert Ford en la película es especulativa y está pensada para avivar la imaginación más que para imponer un punto de vista.

Dice el productor Ridley Scott, “El universo de Robert Ford solo se puede imaginar, al igual que el dilema de Jesse James al final de su vida, sus íntimos pensamientos y posibles remordimientos. La película suscita preguntas que es mejor que las conteste el público individualmente. Andrew plantea las posibilidades”.

El productor Dede Gardner añade: “La historia es auténtica en lo que se refiere al estudio de la conducta , la adoración, el ego y el resentimiento humano. Lo que ocurrió entre esos dos hombres podría aplicarse a innumerables historias a lo largo de los tiempos. La relación entre Jesse James y Robert Ford es sobre las consecuencias y los deseos cumplidos. Es sobre cómo la adoración de alguien hacia otro, tiene que ser examinada dentro del contexto de ambos, de sus vidas y necesidades individuales. La adoración del héroe no puede existir puramente. Entran en juego influencias exteriores mucho antes de que los dos personajes en cuestión se encontraran”.

“Es más un drama psicológico que un Western”, dice Pitt. “Tiene que ver con la anatomía de un asesinato y de sus consecuencias.” Y es la perspectiva de esta naturaleza lo que marca la diferencia de, “El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford”, de otras muchas dramatizaciones sobre el famoso fuera de la ley y de su poco conocido asesino. Aunque la acción empieza con una emboscada durante la noche y el robo de un tren típico de la banda de James en sus buenos tiempos, el auténtico drama se revela en el periodo de después del robo—en los personales demonios de Jesse, en la intensa dedicación para cubrir sus huellas y sus enigmáticas relaciones con los miembros de su banda cada vez más inquietos y que debían permanecer sin hacer nada hasta que él les avisara para el siguiente trabajo.

Después del robo, Jesse rompe con su hermano Frank, que siente que ha llegado el momento de abandonar la vida de forajido por una existencia más segura en cualquier otra parte. Mientras tanto, el precio por la cabeza de Jesse ha aumentado tanto que ninguno de su banda podría soñar conseguir algo así en sus múltiples robos. ¿Qué podría evitar que alguno de ellos le delatase o le metiera una bala en la cabeza a cambio de su propia seguridad y una abultada recompensa? ¿La lealtad? O tal vez el miedo. Más bien un poco de ambas cosas.

“Una de las cosas que me gusta particularmente es cómo estos personajes luchan más contra sí mismos que entre ellos,” comenta Dominik. “Cada uno de ellos moldea la realidad para satisfacer sus deseos e inquietudes y, en realidad, no se relacionan entre sí”.

Jesse James empezó a ser conocido en la época en que el concepto de la imagen en los medios empezaba a desarrollarse. Los editores de los periódicos y de noveluchas alimentaban a un público hambriento de un entretenimiento excitante y Jesse James estaba hecho a la medida. Los relatos de sus delitos eran a menudo aumentados y, cuando eso no era suficiente, se lo inventaban de la nada haciendo énfasis en su audacia y en su carisma. Ese era la clase de material escrito con el que creció Robert Ford y que le inspiró sus propios y grandiosos sueños.

“Quería fama y celebridad en el auténtico sentido de la palabra,” expresa Scott. “Pero, en aquella época, había cierto sentido de simplicidad unido a ese tipo de atención, incluso cuando se referían a Jesse James y a sus famosos robos. Se convirtió en una visión romántica, en un héroe y un rebelde más que en un asesino y delincuente”.

El autor Ron Hansen dice: “En muchos sentidos encerraba el individualismo norteamericano, haciendo cosas que pensaban los demás pero que era demasiado convencional para llevarlas a cabo. Deseaban apuntarle con su dedo acusador pero, al mismo tiempo, estaban contentos de que estuviera allí para representarles. Su imagen era, en parte, debida al publicista que tenía John Newman Edwards, un editor de periódicos de Kansas City. Siempre que Jesse cometía un delito, Edwards lo dulcificaba para hacerle aparecer como un apuesto pícaro o una especie de vengador que había asestado un golpe contra todos aquellos intereses que, supuestamente, empobrecían a la gente de Missouri, cuando, de hecho, era Jesse James el que provocaba el empobrecimiento. Consecuentemente, su auténtica vida delictiva se convirtió en la acción de un héroe y, a partir de ahí, le siguió la adulación”.

En contraste, Ford fue olvidado por la historia y los medios—su existencia quedó reducida a un solo propósito, como haciéndose eco del sentimiento de la lápida de Jesse, “En memoria de mi amado hijo, asesinado por un traidor y cobarde cuyo nombre no es digno de ser mencionado aquí”.

La ironía es que la verdadera personalidad de Jesse James no necesitaba ser adornada para fascinar, por impredecibles arranques de cólera, sus móviles y sus complejas relaciones con las pocas personas que consideraba sus confidentes. Asimismo, Robert Ford tenía mucho para ser estudiado, igual que la relación que se desarrolló, más tarde deteriorada, entre los dos hombres.

“Mientras profundizaba en ello, me di cuenta de que nadie había contado la historia de cómo Ford mató a Jesse James con todos los auténticos detalles, y es un drama muy complicado”, dice Hansen.

Después de su presentación por Charley Ford y del exitoso debut de Robert como miembro de la banda de James en el trabajo del ferrocarril Blue Cut, Jesse incorporó a Robert para ayudarle a trasladar su hogar a un nuevo lugar, algo que, para él, era práctica común después de un robo importante. Después, acabada su labor, Ford se quedó en la casa como invitado, sin duda disfrutando de la presencia de su ídolo— y probablemente, también empezando a darse cuenta de cómo era realmente.

Lógicamente, Jesse también vio algo en su joven admirador por lo que le mereció la pena tenerle a su alrededor. “Puede que Ford le estimulara el proceso mental que ya le estaba rondando por la mente,” sugiere Scott. “Al mismo tiempo, Jesse debió de reconocer el aspecto de veneración al héroe en la devoción de Ford, además de los errores e ironías que van estrechamente relacionados con esa idea”.

“Tal vez Ford le recordara a Jesse tiempos mejores, o puede que hasta la ambición que él mismo tenía a esa edad”, añade Gardner. En relación al peligro potencial de invitar a Ford a su casa, Hansen cree que la respuesta a eso se puede encontrar en la naturaleza de Jesse. “Era un hombre que robaba bancos y trenes; le gustaba estar en situaciones donde la muerte era una posibilidad. Necesitaba ese riesgo. Lo que hacia con Robert Ford era como andar por el borde de un precipicio y mirar abajo”.

“También es posible,” postula Pitt, “que estuviera mofándose de Ford. “Ciertamente es curioso que se quitara la pistolera y le diera la espalda. Esta acción ha suscitado un gran debate histórico y especulación pero sigue siendo ambiguo. Con toda su investigación, incluso Ron Hansen diría que hay preguntas que continúan sin respuestas.”

En cuanto a qué es lo que buscaba Ford en ese hombre al que había admirado en sus años de adolescencia, el director dice, “Robert era una persona que parecía poder ser herida fácilmente. Y tal vez imaginase que si estaba con Jesse James—mejor dicho, si él fuera Jesse James— esa sería el tipo de armadura que le protegería. Todos leemos sobre casos así. Una persona se imagina a sí misma teniendo una conexión especial con alguien, para luego descubre que no es así, o que no es suficiente. Y la adoración se convierte en ira. Creo que los sentimientos de Ford siempre iban uno al lado del otro entre esas dos emociones.”

“La transición de Ford de venerar al héroe a ser su asesino no es tan drástica como pueden sugerir las palabras, y este es uno de los propósitos de la película,” expone Gardner. “Bob nunca contempla el papel que tiene su ego persiguiendo la amistad de Jesse. De lo que sí se da cuenta es de que con Jesse en su vida, todo es Jesse y muy poco Bob. En un momento de irritación, se emociona con la idea de ser él el hombre que derrotará al famoso forajido. Una vez lo pone en marcha, es todo lo que puede hacer para mantenerse; es muchísimo más de lo que nunca podía prever o comprender ”.

En el análisis final, había un sinfín de factores que contribuyeron a la decisión de Robert Ford para matar a Jesse James, entre ellos se encontraba la factible consideración de defensa propia y el dinero de la recompensa. Además de todo ello, Daly considera que podría incluirse “el miedo, el destino, la envidia, la decepción y la irresistible oportunidad para ser ‘grande’ e importante. En algunos aspectos, su vínculo fue el destino. Era como si Jesse escogiera a Robert Ford tanto como Ford le eligió a él”.

Pero incluso mientras realiza su disparo mortal, y mucho después, Daly dice, “La posición de Ford nunca dejó de ser el adorador del héroe. Nunca dejó de admirar a Jesse”.

“Al final, creo que es más un caso de lágrimas derramadas por unas plegarias satisfechas,” comenta Dominik. “Robert Ford consigue lo que quiere y logra una cierta dosis de fama y notoriedad pero descubre que no es lo que imaginaba… al igual que puede que la vida que llevó Jesse James tampoco fuera del todo tal como Jesse imaginara”.

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