Estreno en España: 18 Julio 2008
Puntuación:
Sinopsis
La película se rodó en Brujas, la ciudad medieval mejor conservada de Bélgica, visitada por viajeros de todo el mundo. Pero para los asesinos a sueldo Ray y Ken, podría convertirse en un destino sin retorno. Después de un trabajo complicado, Harry, el jefe londinense de ambos, les manda a descansar dos semanas a esta ciudad. Sintiéndose totalmente fuera de lugar entre la arquitectura gótica, los canales y las calles adoquinadas, los dos asesinos pasan el día haciendo de turistas. Ray, que no consigue olvidar las brutales imágenes de su último trabajo en Londres, odia la ciudad. Sin embargo, mientras Ken observa con paternal mirada a su compañero y sus hazañas a menudo hilarantes, descubre que la belleza y serenidad del lugar tienen un efecto positivo en su mente y su alma. Mientras esperan la llamada de Harry, su estancia se hace más surrealista a medida que empiezan a descubrir a la gente del lugar, los turistas, el arte medieval. Allí conocen a un actor estadounidense enano que rueda una película de arte y ensayo, y a Chloë, por la que Ray se siente atraído, pero que parece tener oscuros secretos. Cuando por fin llega la esperada llamada de Harry, las vacaciones de Ken y Ray se convierten en una lucha por la supervivencia, de oscuras proporciones cómicas y sorprendentes consecuencias emocionales.
Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky
El reconocido y provocador autor teatral británico Martin McDonagh hace su debut en el largometraje como guionista y director de esta pieza, en la que aborda la espera de dos asesinos a sueldo como disparador de una historia que mezcla comedia, thriller y drama en partes iguales. Los dos asesinos, Ray y Ken (Colin Farrell y Brendan Gleeson) llegan a la antigua ciudad de Brujas, por pedido de su jefe, y quedan a la espera de nuevas instrucciones. La ambigua visión que despierta esta ciudad (tan hermosa como aburrida, según palabras del director), se traduce en las dos miradas opuestas sobre la ciudad y la espera. Mientras Ken se dedica a observar la arquitectura de la ciudad, Ray se pregunta por el cielo, el infierno o el purgatorio, y comienza a preguntarse si esa ciudad no será alguno de esos dos últimos destinos para su vida. Ray se fascina por un rodaje en el que participan enanos, y queda perdidamente enamorado de una chica de la ciudad que trabaja en la producción. Este parece ser el único escape que encuentra a un “percance laboral” que lo persigue y se ha vuelto un estigma en su vida. Los diálogos y las situaciones cómicas comienzan a sucederse unos tras otros, hasta que el llamado que ambos asesinos esperan se concreta, y la película pasa a adquirir un fuerte peso dramático conforme crece el suspenso. El humor inteligente de McDonagh, que tiende a inclinarse a la comedia negra (con un desenlace brillante, tan hilarante como terrible) combina a la perfección con el suspenso que finalmente invade la trama. La elección del elenco no podría haber sido mejor, tanto Farrell, como Gleeson y Ralph Fiennes (quien encarna a Harry, el jefe de ambos), saben interpretar con habilidad un texto que se acomoda perfectamente en cuanto género aborda. Farrell, a quien le sienta bien el rol de desesperado (rol que lo llevaba a la sobreactuación insoportable en Cassandra’s Dream), consigue desarrollar un papel que logra por momentos contener y por momentos justificar los habituales desbordes del irlandés. Ralph Fiennes compone a un gángster tan desquiciado y cínico, como dueño de una extraña nobleza, y convence en los diferentes aspectos que guarda este complejo personaje. Quizás el mayor mérito se lo lleve McDonagh, que en su debut en la gran pantalla, construye una notable pieza que parte de algunos elementos propios del humor británico, para ir mucho más allá de él, y junto a la curiosa amalgama de géneros, termina por definir una sorprendente y muy original propuesta que, así como convierte a la “hermosa y aburrida” ciudad de Brujas en un espacio maravilloso para el crimen, de la misma manera trastoca con humor y acción el habitual aburrimiento que genera la espera.
Dirección y guión: Martin McDonagh.
País: Reino Unido.
Año: 2008.
Duración: 107 min.
Género: Comedia dramática.
Elenco: Colin Farrell (Ray), Brendan Gleeson (Ken), Ralph Fiennes (Harry), Clémence Poésy (Chloë), Jérémie Rénier (Eirik), Thekla Reuten (Marie), Jordan Prentice (Jimmy).
Producción: Graham Broadbent y Pete Czernin.
Música: Carter Burwell.
Fotografía: Eigil Bryld.
Montaje: Jon Gregory.
Diseño de producción: Michael Carlin.
Vestuario: Jany Temime.
Estreno en Reino Unido: 18 Abril 2008.
Biofilmografía de Martin McDonagh
Martin McDonagh (26 de marzo de 1970) es un dramaturgo angloirlandés, conocido por sus piezas teatrales de gran brutalidad y estilo cinematográfico. Se considera que cultiva una vertiente extrema del teatro de la crueldad, conocida como in your face, que destaca el aspecto violento y grotesco de las obras para captar la atención del espectador y que tuvo como predecesor el sangriento género del grand guiñol.
Nacido en Londres en 1970, de padres irlandeses, dejo el colegio y la casa a los 16 años para vivir del Estado con su hermano. Inicialmente escribió guiones de cine y televisión, pero todos fueron rechazados por su chocante brutalidad.
En 1996 comenzó a escribir teatro, estrenando la obra “La reina de belleza de Leenane”, iniciando un ciclo de obras ambientadas es Irlanda, de gran violencia, que le ganaron el favor del público y la crítica. En el 2002 su obra “El teniente de Inishmore”, acerca de un terrorista expulsado del IRA por su brutalidad que va a su pueblo a tomar una sangrienta represalia contra quienes han asesinado a su gato, tuvo problemas para estrenarse, por ser considerada excesivamente dura.
Su obra más famosa hasta la fecha, “El hombre almohada” (2003), lleva a nuevos extremos su concepción del teatro de la crueldad. Trata de un escritor detenido por la policía en un Estado totalitario debido a que sus cuentos se relacionan con asesinatos de niños. Carentes de pruebas contundentes, sus interrogadores pretenden ejecutarlo extrajudicialmente. Los cuentos -algunos de los cuales son puestos en escena- sorprenden por los atroces maltratos y asesinatos que son inflingidos en escena a niños.
En el 2005 hizo su primera incursión en el cine con el cortometraje “Six shooter” sobre un hombre que viaja en tren a su casa y que está golpeado por la muerte el mismo día de su esposa, el cual se encuentra en el vagón con un joven extraño que resulta ser un psicópata. El filme obtuvo el premio Oscar al mejor cortometraje en el 2006.
Martin McDonagh ha declarado que las obras de dramaturgos como Shakespeare y Anton Chejov le parecen aburridas y tiene la misma opinión de la mayor parte del teatro existente. Ha manifestado en cambio su admiración por Harold Pinter y Quentin Tarantino, que han influido en su obra, junto con diversos aspectos violentos de los medios de comunicación contemporáneos.
Se le ha criticado que la excesiva violencia de sus piezas teatrales tiende más a golpear sentimientos primarios del público, que a llevar a una reflexión más elaborada y que su técnica apela en exceso a este recurso para ganar la atención de los espectadores. Destaca además su frecuente uso del humor negro.
Filmografía
# Six Shooter (2004)
# In Bruges (2008)
CÓMO SE HIZO “ESCONDIDOS EN BRUJAS”
ESCONDIDOS EN BRUJAS empezó a tomar forma cuando el guionista y director Martin McDonagh pasó un fin de semana en la ciudad. Brujas está a algo menos de una hora de Bruselas. Fue una importante ciudad comercial en la Edad Media y se hizo muy rica. Perdió importancia, pero la arquitectura, el arte y los canales sobrevivieron al paso del tiempo. Hacia finales del siglo XIX empezó a convertirse en atracción turística. Martin McDonagh recuerda: “La primera vez que fui, hace unos cuatro años, tuve sentimientos encontrados acerca de la ciudad. Pensé en dos personajes que vieran Brujas de dos modos muy diferentes y empecé a escribir situándolos en zonas específicas de la ciudad”. Los productores Graham Broadbent y Pete Czernin leyeron el guión. El primero recuerda: “Me pareció un guión asombroso con diálogos brillantes, una historia convincente y papeles maravillosos. Al visitar Brujas, supe inmediatamente que sería otro personaje dentro de la historia. La ciudad tiene una atmósfera muy particular, muy pintoresca. Da igual dónde mire la cámara, siempre es extraordinaria”.
El actor Ralph Fiennes dice: “El nerviosismo de los dos personajes contrasta con fuerza con el telón de fondo de esta antigua, bien conservada y preciosa ciudad europea. Martin es muy especial a la hora de escribir; sabe envolver a unos personajes muy definidos con un ligero baño humorístico. Como director, me ha parecido inteligente y generoso”. La película se organizó rápidamente. Al año del primer encuentro con los productores, Focus Features se hacía cargo de la película y el casting estaba terminado. Más aún, con la “Venecia del norte” – como se conoce a Brujas – en un papel relevante dentro de la historia, la ciudad recibió a los actores y al equipo con los brazos abiertos. El productor Graham Broadbent dice: “Nos concedieron todos los permisos necesarios para rodar en los lugares escogidos por Martin. El Ayuntamiento, las oficinas municipales de Turismo y de Cine nos lo pusieron muy fácil”. El actor Brendan Gleeson recuerda, riendo: “Al llegar, nos presentaron al alcalde y le dije: ‘Gracias por iluminar los decorados, Sr. Alcalde’. Parecía como si alguien hubiera construido un estupendo decorado sólo para nosotros. Es increíblemente pintoresco y romántico”. Pero el guionista y director Martin McDonagh quiere dejar claro que “según avanza la película, Brujas se hace más oscura y el lado gótico cobra importancia. Las escenas nocturnas lo muestran desde el principio, por ejemplo, cuando Ray descubre el decorado de una película inspirado en el Bosco”.
El diseñador de producción Michael Carlin añade: “El decorado recuerda a un cuadro del Bosco que se ve más tarde en la película, cuando lo mira Ray. Brujas es un personaje clave de la historia. Al principio parece benigno, pero poco a poco se vuelve casi tan siniestro como Harry (el personaje de Ralph Fiennes), que juega con las inquietudes de Ray”.
Colin Farrell recuerda que cuando leyó el guión “me reía a carcajadas. Pero también me pareció conmovedor porque se acaba sintiendo afecto por cada uno de los personajes. No tenía la menor duda de que era el mejor guión que había leído nunca. Martin es muy inteligente. Escribió un guión brillante, con personajes y situaciones únicas. Los diálogos son asombrosos”.
Martin McDonagh dice: “No escribí los papeles pensando en alguien en particular. De hecho, al principio Ray y Ken eran londinenses. Pasaron a ser irlandeses después de que Colin y Brendan aceptaron interpretarlos. A partir de ese momento, todo pareció encajar, la camaradería, el antagonismo de ambos hacia Harry”.
El director sigue diciendo: “Entre las muchas cualidades de Brendan como actor, está su capacidad de que todo parezca natural, como si se lo estuviera inventando en el momento. Más aún, su personalidad cálida, sus ganas de vivir se palpan en casi todo lo que hace”.
El actor explica que ya conocía bien al director, después de protagonizar el oscarizado corto “Six Shooter”, además de ser un gran admirador de sus obras dramáticas. Dice: “No se me ocurre un solo personaje, en todas sus obras y guiones, que sea realmente odioso. Todo lo que escribe tiene alma. Es robusto y delicado a la vez. Es capaz de ofrecer lo peor del ser humano con unos diálogos absolutamente aplastantes de tan libres. Es imposible no sentir cierta conexión con esos personajes porque son muy humanos”.
“Un cínico es capaz de menospreciar a su personaje y conseguir que el público haga lo mismo, tachándolo de inhumano”, sigue diciendo. “La gran aportación de Martin es que, por muy inhumano que parezca el comportamiento de los personajes, todo pertenece a la historia del ser humano. No nos permite desconectar y odiar; al contrario, simpatizamos con ellos. Interpretarlos es andar por la cuerda floja y un reto para un actor”.
Colin Farrell dice: “Son personajes con un lado puro gracias a su humor y a su forma de ver el mundo. Es verdad que son instrumentos de muerte, pero no son blancos y negros”. El productor Graham Broadbent añade: “Al principio no parece posible simpatizar con esos dos hombres, sobre todo con Ken, alguien que ha matado a mucha gente, pero se acaba sintiendo afecto por él, viéndole como a un ser humano en su papel de mentor de Ray”.
Martin McDonagh explica: “A su manera, todos los personajes buscan respuestas. Al final de la historia, espero que el espectador haya entendido qué les empuja, las razones por las que han hecho lo que han hecho, incluso antes de su estancia en Brujas”.
“Ken y Ray no se conocían bien antes del trabajo de Londres”, sigue diciendo el director y guionista. “Ahora están obligados a vivir juntos en una ciudad desconocida. Se hacen amigos al ir descubriendo cosas el uno del otro”.
Graham Broadbent explica: “Ray es alguien que lleva el peligro con él, pero también es una persona sensible, vulnerable y llena de remordimientos. En muchos aspectos es lo opuesto a lo que uno espera de un despiadado asesino”.
El director añade: “Ray debía ser peligroso e imprevisible y, a la vez, sensible, oscuro, incluso desesperado en algunos momentos. Había visto a Colin interpretar a personajes peligrosos e imprevisibles, pero en cuanto hablamos del papel, supe que tenía muchos más ases en la manga. Hace falta mucho valor y talento para sacar a la luz los aspectos más tristes y vulnerables sin hacer gala de sentimentalismo. Me parece que Colin lo consigue a la perfección”.
El productor dice: “Aunque esta película hable de unos asesinos a sueldo, de violencia, lealtad y honor, Martin también ha sabido atrapar su lado inocente y les trata con mucho cariño. Quizá sea más patente en la relación entre Ken y Ray. Es obvio que el afecto es mutuo. Al final, Ken ofrece y recibe una oportunidad de redención”.
“Por eso Brendan es una parte clave de la película”, sigue diciendo Graham Broadbent. “Transmite mucha fuerza y compasión. Demuestra que un asesino a sueldo con corazón no tiene por qué ser una contradicción”.
Por su parte, Brendan Gleeson piensa que “defender a Ray en esa ciudad, en ese momento, libera a Ken y le permite volver a tener esperanza, la fe necesaria para cambiar una vida de violencia, a pesar de que se le haya dado bien durante tantos años. Hace todo eso por Ray, porque el joven le ha dado el don de la esperanza”.
Hablando de la relación entre Ken y Harry, el director dice: “Comparten el mismo pasado. Harry es un individuo muy peligroso, pero la amistad entre él y Ken es auténtica. Se fía de él por la enorme lealtad que les une”.
Colin Farrell dice: “Harry tiene un comportamiento violento y agresivo, pero al ser Ralph quien lo interpreta, es capaz de mostrar todos los matices que Martin dio al personaje, además de ser muy gracioso”.
Ralph Fiennes, hablando de su personaje, explica: “Harry ha mandado a esos dos hombres a Brujas como parte de una venganza. Su intención es cuadrar las cuentas morales de su mundo, un mundo muy violento”.
Martin McDonagh añade: “Para encarnar a Harry quería a un actor que no hubiera interpretado cien veces el papel arquetípico del gánster londinense de clase trabajadora. Quería que fuera un muy buen actor capaz de ofrecer algo más amplio y sorprendente. Pero hasta verle en el papel no descubrí lo aterrador que puede llegar a ser Ralph”.
Graham Broadbent está de acuerdo: “La interpretación de Ralph no sólo deja al descubierto a un escalofriante psicópata, sino también a su código de honor. Ralph se lo pasó muy bien con los diálogos que le había escrito Martin y también buscando un acento particular para su personaje”.
Hablando de su personaje, Clémence Poésy dice: “Me parece que Chloë es el único aspecto positivo en la vida de Ray. Hay una chispa entre los dos y Ray se da cuenta de que quizá ahí haya algo, alguien para quien vivir”.
“Cuando leí el guión”, añade, “fue como entrar en el universo de Martin. Contenía cosas que nunca había oído ni visto, y me apetecía ser parte de todo aquello, aunque sólo fuera un papel pequeño. Disfruté mucho en la primera lectura con los otros actores. Luego, durante el rodaje, Martin demostró tener un gran sentido del humor. Me hizo sentir que creaba algo”.
“No sólo es un herrero de las palabras”, dice el diseñador de producción Michael Carlin. “Es un realizador de los pies a la cabeza. Dicen que sus obras de teatro son muy cinematográficas. Vio ESCONDIDOS EN BRUJAS en su cabeza; sabía perfectamente lo que quería para la pantalla”.
Colin Farrell añade: “No sólo se trata de los diálogos, había estudiado la acción, los movimientos de los personajes, sobre todo del mío. Tiene una gran comprensión del espacio. Además, como director, Martin es generoso. Parece disfrutar con todo el proceso de creación de una película”.
Jordan Prentice, que interpreta al actor de la película dentro de la película, dice, hablando de su personaje: “Jimmy aumenta el inevitable surrealismo del lugar y de la estancia de Ray y Ken. Es un ser enojado, descontento. Me encantaron las escenas en las que explica sus extrañas teorías. Fue un papel enriquecedor y una gran oportunidad, dada la riqueza del guión de Martin, para explorar un personaje. Martin es un hombre creativo, afectuoso, con el suficiente toque de locura para caerme bien. Le veo en muchos de sus personajes…”
Thekla Reuten, que interpreta a Marie, la embarazada dueña del hotel, dice: “Marie representa la bondad en medio de tanta oscuridad. Lo que más me gustó de la historia, además de ser tan divertida y estar tan bien escrita, es que los personajes empiezan a sentir los efectos de toda la violencia que han perpetrado. No como en otras películas donde todo parece genial. Eso sí, es un auténtico contraste ver a hombres empuñando pistolas correr por las preciosas calles de la ciudad…”
“He visto algunas de las obras de Martin traducidas y representadas en Holanda”, sigue diciendo. “Martin, en su calidad de realizador, ha sido capaz de vigilarlo todo y a todos sin perder la concentración. Para una actriz es muy fácil comunicarse con un director que piensa como un dramaturgo, y Martin es uno de ellos”.
Basándose en su experiencia teatral, Martin McDonagh reunió al reparto con tres semanas de antelación para los ensayos. El director y guionista explica que “Colin y Brendan habían coincidido en varias ocasiones, pero nunca habían trabajado juntos aunque, por lo que tengo entendido, siempre habían querido hacerlo. Además de llevarse realmente bien durante los ensayos, el respeto mutuo era increíble”.
Para Brendan Gleeson, las semanas de ensayo fueron “un regalo. A veces tenía la impresión de que hubiera debido comprar una entrada para ver a un actor como Colin. Me enorgullece que sea un joven actor irlandés. Martin y él están hechos para trabajar juntos. Estudiamos el texto a fondo para tenerlo todo perfectamente preparado cuando empezase el rodaje”.
Martin McDonagh añade: “En general, durante los ensayos, analizábamos todos los aspectos de la historia y las relaciones de los personajes para saber por qué decían o hacían algo. Parece simple, pero es sorprendente lo que ayuda a todo el mundo, incluso a mí”.
Clémence Poésy estaba entusiasmada con los ensayos: “Fueron un auténtico lujo para nosotros, pero eran muy importantes para Martin. Nos dio el tiempo suficiente para conocernos. Vi cómo Colin prepara el personaje antes de llegar al rodaje. Intenta conocerlo a fondo para poder entrar instintivamente en las escenas”.
Jérémie Rénier, que encarna a Eirik, el potencialmente peligroso ex novio de Chloë, añade: “Colin se basa en el instinto, como un animal. Martin es muy preciso. Los ensayos me ayudaron mucho porque era mi primer papel con tantos diálogos en inglés. Para mí fue una auténtica oportunidad. Además, soy de Bruselas y no tuve que desplazarme mucho. Esta película no sólo es buena para Brujas, sino para la industria cinematográfica belga”.
Contando con la total cooperación de Brujas, gracias al apoyo del burgomaestre Patrick Moenaert, y con cientos de extras contratados en la ciudad, el rodaje empezó a principios de febrero de 2007 y duró dos meses. Ya se habían filmado un par de películas en la ciudad (por ejemplo, Historia de una monja, de Fred Zinnemann, con Audrey Hepburn, en 1959), pero ESCONDIDOS EN BRUJAS ha sido el rodaje de mayor envergadura hasta la fecha.
“Disfrutamos de la buena disposición de la ciudad cada día”, recuerda Graham Broadbent, maravillado. “Éramos conscientes de ser embajadores del cine, así que todos nosotros, al contrario que los personajes, fuimos amables con todo el mundo”.
Ralph Fiennes dice, riendo: “El equipo se movía con mucha libertad, dado que en Brujas la mayoría de la gente va a pie. Los coches de producción eran los dueños de la ciudad”. El director de fotografía Eigil Bryld también disfrutó de una gran libertad para rodar exteriores cámara en mano, dejando de lado composiciones más formales.
El diseñador de producción Michael Carlin dice: “A veces el rodaje parecía una redada perfectamente organizada. En general no tuvimos que tocar los decorados exteriores, pero el Ayuntamiento nos dejó colocar decoraciones de Navidad, árboles y luces a pesar de que la Navidad ya había pasado”.
Los numerosos decorados naturales darán la impresión al espectador de haber hecho una visita de dos horas a Brujas. Martin McDonagh dice: “Viendo esta película, no queda más remedio que aceptar a la ciudad como a otro personaje”.
Colin Farrell opina lo mismo que su personaje: “Brujas es de otro mundo; no se parece en nada a otros lugares. Personalmente, incluso me llegó a parecer opresiva”.
Martin McDonagh explica: “Nos permitieron rodar en casi todos los lugares que había escogido, por eso se ve tanta ciudad en la película. Excepto una iglesia, pudimos filmar dentro y fuera de todos los decorados incluidos en el guión. Eso demuestra lo increíble que es la gente de allí”.
Cuando se le pregunta cuál es su decorado favorito, el director habla de tres: “El hotel donde se hospedan los dos es el mismo hotel en el que me quedé la primera vez, mucho antes de saber que escribiría un guión acerca de la ciudad. Me encanta la plaza del mercado, donde filmamos gran parte de la acción. Y me gustó mucho rodar en los canales. Hubo una mañana preciosa, fría, brumosa, pero con el cielo azul. Nos dimos mucha prisa para rodar antes de que se levantara la niebla. Creo que aquel día conseguimos escenas muy bonitas”.
Al tener acceso a toda la ciudad, incluso las personas que conocen Brujas se sorprenderán con algunas tomas. Por ejemplo, el campanario con sus 83 metros de altura. Después de una ascensión de 366 escalones, una espléndida vista de la ciudad y del campo que la rodea espera al valiente que se ha atrevido a subir.
Los productores obtuvieron permiso para rodar dentro del museo Groeninge, donde Ray y Ken tienen una conversación acerca del purgatorio. En este museo pueden verse obras del Bosco, René Magritte, Jan van Eyck, entre otros. Los dos actores pudieron disfrutar visitando las salas entre toma y toma.
Graham Broadbent recalca: “En muy pocas ocasiones se consigue filmar en auténticas salas de museo. Fue necesario contratar pólizas de seguros draconianas para cubrir cualquier posible daño a la asombrosa colección del Groeninge”.
Otros decorados incluyen el “Lago del amor”, también conocido como Minnewater, que servía para unir Gantes y Brujas, y se ha convertido en un punto de encuentro romántico; la plaza Jan van Eyckplein, cerca del canal Spiegelrei; la estación de trenes de Brujas; el restaurante Cafedraal, donde Ray lleva a Chloë a cenar; el bar Diligente, donde Ken toma copas, y la Basílica de la Santa Sangre, cuya capilla contiene la famosa reliquia de la Santa Sangre, donde Ken hace cola para entrar. Fue el único sitio donde no se obtuvo el permiso para rodar en el interior. La mayoría de los interiores, como la casa de Yuri, el contacto de Harry, y la de Chloë, se rodaron en Brujas.
El director y guionista espera que con ESCONDIDOS EN BRUJAS, el público “disfrute de una historia divertida, sexy, peligrosa y, a la vez, triste, extraña y que hace pensar”. Martin McDonagh tiene intención de volver a la ciudad, y añade, riendo: “Tengo muchas ganas de volver a Brujas, pero creo que será mejor ir antes de que la película se estrene allí. Luego, me matarán”.