Estreno en Argentina: 19 Junio 2008
Estreno en España: 19 Febrero 2010
Sinopsis
“I’m not there” es un viaje poco convencional a la vida de Bob Dylan. Seis actores retratan a Dylan como una serie de personas cambiantes, de lo público a lo privado, a lo fantástico, tejiendo un rico y colorido retrato de este icono americano.
Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky
Existen muchas formas de escuchar y seguir a Bob Dylan. Como todo artista, cuenta con sus fanáticos, sus detractores y sus oyentes ocasionales. Yo soy de los últimos, de los que sintonizan algún tema de él muy de vez en cuando, o aprovechan algún viaje para apreciar algunos de sus discos, porque tal vez no haya mejor forma de conocer a Dylan que no sea en ruta. Claro que para Estados Unidos es mucho más, es el principal referente en la reivindicación actual de la música folk, uno de los pocos artistas capaces de fundir el rock y el folk en un estilo único y personal. A diferencia de muchos otros exponentes de la cultura musical norteamericana, Dylan se mantiene como una figura lejana para el resto del mundo, tan enraizada en la historia musical de su país, que afuera sólo llega a ser disfrutado en todo su esplendor por una minoría, lejos de la combinación entre músico popular y artista de culto que se manifiesta en Estados Unidos en torno a su obra.
En estos últimos años, Dylan se ha convertido en protagonista de varios tributos en vida, que exhiben la impronta que ha dejado su larga trayectoria en la cultura musical americana. Prueba de esto es el documental que le dedicó Martin Scorsese y este film de Todd Haynes, que podría leerse como la versión opuesta de aquél. Para su retrato de Dylan, Haynes construye un film de múltiples aristas, cada una de las cuales reflejan uno de los aspectos desde los cuales se puede trazar la huella de Dylan en la cultura americana. Para ello, Haynes, al contrario de cualquier director de biopic tradicional, apela a diversos actores, que hacen las veces de Dylan, pero nunca invocando su nombre.
Fiel reflejo del amplio sentido del título del film (y, a su vez, de una canción jamás lanzada por Dylan hasta la aparición del soundtrack de la película), Dylan está siempre presente en la película, en la medida en que esos personajes adoptan alguna faceta de su persona, pero nunca intenta ser una biopic de Dylan en el sentido clásico del término. En I’m not there podemos encontrar el relato mítico de su infancia, su salto a la fama, su polémica conversión del folk tradicional al rock, su ocasional coqueteo con el góspel y la poesía de su obra, entre muchos otros aspectos que conforman su genio y figura.
Haynes sorprende permanentemente al espectador con su construcción poliédrica de Dylan. No es casualidad que haya elegido para el pequeño Dylan a un chico de color, o que su imagen de afamado músico esté encarnada por Cate Blanchett. Sin embargo, lo más sorprendente de esta propuesta tal vez sea la apelación al mítico Billy the Kid (interpretado por Richard Gere), o el tomar como personaje al actor que interpreta en una película a Jack Rollins (el afamado cantante folk símil Dylan que se vuelve pastor y se acerca al góspel), en una suerte de juego de cajas chinas que demuestra lo inagotable de las múltiples lecturas de Haynes en torno a Dylan, siempre indagando en la forma que emplean los diversos espejos narrativos de la película para reconstruir su figura y su impronta artística, devolviendo en cada una de las lecturas algo totalmente nuevo.
Si hay una costumbre en Todd Haynes es la de jugar a que la estética del film esté plenamente unificada, mimetizada, con el relato. Aquí pueden verse algunos elementos de cierta herencia estética, como cuando adopta el blanco y negro felliniano, especialmente en el fragmento interpretado por Blanchett, que recuerda en gran medida a 8 1/2. Pero en líneas generales va más allá, porque a cada parte de la película le corresponde una estética distinta, sin que esto suene ambicioso (no más ambicioso que la propuesta en sí). Con esa suma de elecciones singulares, Haynes define un relato de Dylan más cercano a su condición mítica que a lo netamente fáctico de su vida. Un experimento por momentos críptico, pero siempre cautivante. A quienes nos formamos una imagen bidimensional de su obra, I’m not there nos demuestra que hay muchas formas y caminos por los cuales acercarse a su música. Sin duda, el mayor logro de este ejercicio tan excéntrico como lúcido es el de intentar dilucidar todos los enigmas respecto al genio y figura de Dylan, y de hacernos conocer al músico que nunca supimos ver, y que “sí está allí”.
Lo mejor de la película: La lucidez de la propuesta estética y narrativa de Haynes, que permite redescubrir a Dylan sin siquiera nombrarlo.
Lo peor de la película: La faceta críptica de la propuesta, y algunos fragmentos algo desconcertantes y erráticos respecto al eje central.
Dirección: Todd Haynes.
Países: USA y Alemania.
Año: 2007.
Duración: 135 min.
Género: Biopic, drama, musical.
Elenco: Heath Ledger (Robbie), Christian Bale (Jack/John), Richard Gere (Billy), Cate Blanchett (Jude), Julianne Moore (Alice), Charlotte Gainsbourg (Claire), Michelle Williams (Coco Rivington), Marcus Carl Franklin (Woody), Ben Whishaw (Arthur), David Cross (Allen Ginsberg), Bruce Greenwood (Keenan Jones).
Guión: Todd Haynes y Oren Moverman.
Producción: Christine Vachon, James D. Stern, John Sloss y John Goldwin.
Fotografía: Edward Lachman.
Montaje: Jay Rabinowitz.
Diseño de producción: Judy Becker.
Vestuario: John Dunn.
Distribuidora: Vértigo Films.
Estreno en USA: 21 Noviembre 2007.