Crítica LEONERA

Estreno en España: 21 Noviembre 2008

Estreno en Argentina (DVD): 20 Enero 2009

Puntuación: 9.jpg

leonera-poster.jpg
Sinopsis

Julia amanece en su departamento, rodeada de los cuerpos ensangrentados de Ramiro y Nahuel. Ramiro aún vive; Nahuel ha muerto. Ambos, de un modo confuso y simultáneo, han sido sus amantes. Julia está embarazada de uno de ellos. Julia es enviada a una unidad penitenciaria, donde se alojan las reclusas madres y embarazadas. Allí, pasa los días iniciales abstraída y ajena. Dos personajes se incorporan a su vida. Uno es Marta, una compañera de reclusión que ya ha criado dos hijos adentro de la cárcel y que se convierte en guía y consejera; el otro es Sofía, su propia madre, un personaje ambiguo con el que Julia se reencuentra después de muchos años. Sofía trata de reparar los errores del pasado, ayuda a su hija, le contrata un buen abogado, le lleva ropa para el bebé, y de a poco restablece la relación con Julia. Su amiga Marta se convierte en su aliada; su madre, en su oponente. Una intenta enseñarle a ser madre en el lugar menos indicado para serlo; la otra, desea tomar en sus manos la crianza del niño, para que crezca afuera, libre. El duelo entre Julia y Sofía expresa la disyuntiva de qué es mejor para el niño, criarse en prisión junto a su madre o sin ella pero en libertad.

leonera-1.jpg
Crítica de Cine.com
por Leo Aquiba Senderovsky

Más de diez años pasaron desde que unos pocos realizadores cambiaron completamente el panorama cinematográfico argentino. En esos diez años, quienes emprendieron el cambio, quienes renovaron los rostros y las historias y la calidad del cine argentino, evolucionaron y maduraron muchísimo. En el caso de Pablo Trapero, autor de una de las películas fundantes del Nuevo Cine Argentino, su ópera prima Mundo grúa, probó con films de distinto tenor, con distintas búsquedas estéticas y narrativas, pero siempre girando en torno al drama social, género que mejor le sienta. Con Leonera, Trapero mantiene la energía dramática de todas sus historias (exceptuando su obra menos valorada por la crítica, la comedia dramática Familia rodante) y aún más, la potencia al máximo, retornando al nivel de realismo social de sus primeras dos películas, particularmente su segundo film, El bonaerense. A diferencia de aquella, donde se hacía una crítica inteligente a la institución policial, Trapero no hace foco aquí en el sistema carcelario argentino, especialmente las condiciones en las que se encuentran las mujeres reclusas en Argentina. Desde la secuencia de títulos inicial (la más atractiva secuencia de títulos de toda su filmografía, y de la mayoría de los films argentinos actuales), Trapero expone uno de los temas centrales de Leonera, la disyuntiva en torno al lugar del recién nacido en la cárcel. Poco importa si Julia Zárate asesinó o no a su novio, si fue un accidente, y quien acuchilló a quién. Lo que realmente importa es la pérdida de libertad de Julia, y cómo debe configurar su embarazo y su maternidad en un entorno extremadamente duro y hostil. En ese entorno, Julia se acerca a una reclusa, Marta, una madre que la ayuda a criar a su hijo, a la vez que establece una relación particular con ella, una relación que se evidencia natural en este tipo de ámbitos, donde se eliminan las barreras entre la amistad, el amor y el sexo. Trapero trabaja con un elemento habitual en su cine, haciendo hincapié en la fisicidad de los personajes. Fisicidad que asomaba en las revisaciones médicas del Rulo en Mundo grúa, que se hacía carne en escenas como la del sexo en el auto en El bonaerense, y que aquí recorren toda la película, en la constante desnudez de los cuerpos en general, y de las reclusas en particular. Desnudez como evidencia de la violencia vivida (tanto el cadáver de Nahuel como las huellas de golpes en el rostro de Julia), como elemento de humillación, en las revisaciones de guardias a las reclusas, como simple vehículo de contacto permanente entre las reclusas, y como reflejo de la vida, en el amamantamiento del pequeño Tomás. Trapero cuenta en este caso con una formidable aliada, Martina Gusman, mujer de Trapero y productora ejecutiva de la película, quien ya había aparecido en su anterior film, Nacido y criado, y que aquí demuestra sus enormes virtudes dramáticas, encarnando a Julia. Gusman se entrega por completo a su papel de mujer constantemente sometida por su entorno, a quien la cárcel le sirve para imponer una barrera con su madre (siempre ausente y solo presente desde el momento en que nace el hijo de Julia), y construir una maternidad primeriza bajo la presión que significa estar privada de la libertad. Bajo esas condiciones, el hijo de Julia se convierte en su única razón de vivir. A pesar de algunas actuaciones poco convincentes, como la de Elli Medeiros, quien interpreta a Sofía, la madre de la protagonista, y de algunas de las reclusas (exceptuando Laura García, en el papel de Marta, la amiga de Julia), se destaca la enorme potencia del drama. Trapero establece un relato profundo, duro y conmovedor, con los mismos códigos característicos de su filmografía, y valiéndose de una notable actuación de Martina Gusman, en un personaje que aprovecha al máximo su caudal interpretativo. Y una vez más, Trapero muestra que es uno de los realizadores más enérgicos e inteligentes del cine argentino, especialmente cuando se propone trascender los límites del realismo social, para narrar una historia compleja y reflexiva.

Lo mejor de la película: La excelente puesta de Trapero, en un relato duro y complejo, y Martina Gusman, en un personaje que es una prueba extrema de vitalidad interpretativa.

Lo peor de la película: La poco convincente interpretación de Elli Medeiros.

leonera-2.jpg
Dirección: Pablo Trapero.
Países:
Argentina, Brasil y Corea del Sur.
Año: 2008.
Duración: 113 min.
Género: Drama.
Elenco: Martina Gusman (Julia), Elli Medeiros (Sofía), Rodrigo Santoro (Ramiro), Laura García (Marta), Blanca Cardozo (Susana), Lorena Nuñez (Claudia), Orlando Barreiro (juez), Valeria Silva (Mucama), Clara Sajnovetzky (Elsa).
Guión: Alejandro Fadel, Martín Mauregui, Santiago Mitre y Pablo Trapero.
Producción: Pablo Trapero y Youngjoo Suh.
Música: Intoxicados, Chango Spasiuk y Los Palmeras.
Fotografía:
Guillermo Nieto.
Montaje: Ezequiel Borovinsky y Pablo Trapero.
Dirección artística: Coca Oderigo.
Vestuario: Marisa Urruti.
Estreno en Argentina: 29 Mayo 2008.

pablo-trapero.jpg
Biofilmografía de Pablo Trapero

Pablo Trapero (San Justo, provincia de Buenos Aires, 4 de octubre de 1971) es un director de cine argentino. Es uno de los máximos exponentes del nuevo cine argentino surgido a mediados de los años 1990. Sus películas son de corte realista, casi documentales, retratando gente normal en actividades cotidianas y muchas veces destacando las injusticias de la sociedad contemporánea.

Comenzó su carrera con la realización de algunos cortos, hasta que realizó su primer largometraje, Mundo grúa, en 1998. La película le valió el galardón al mejor director en la primera edición del Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires en el año 1999.

Filmografía

* Mundo grúa (1999)

* El bonaerense (2002)

* Familia rodante (2004)

* Nacido y criado (2006)

* Leonera (2008)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio