Crítica NUNCA ES TARDE PARA ENAMORARSE

Estreno en España: 8 Mayo 2009

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Sinopsis

Esta historia de amor tardío y últimas oportunidades nos presenta a Harvey Shine (Dustin Hoffman), un músico de Nueva York que está a punto de perder su empleo justo en el momento en que se ve obligado a viajar hasta Londres para asistir a la boda de su hija (Liane Balaban). Sin embargo, una vez allí se encontrará con que ésta ha preferido que sea su padrastro (James Brolin) quien la acompañe al altar en su lugar. Sintiéndose desolado por la noticia, el hombre decidirá abandonar la ceremonia con la intención de tomar su avión de regreso a tiempo, pero las cosas se complicarán aún más para él cuando pierda el vuelo y sea despedido por su jefe (Richard Schiff). Para su consuelo, mientras ahoga sus penas en el bar del aeropuerto, conocerá a Kate (Emma Thompson), una mujer que arrastra sus propias frustraciones profesionales y sentimentales, con la que establecerá una conexión automática que transformará sus vidas.

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Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky

Es una verdad de perogrullo afirmar que en el cine de género todo se trata de fórmulas. En una comedia o drama romántico, cualquier fórmula puede reducirse al mínimo, si tenemos a dos grandes actores (dos grandes actores, no solo dos grandes estrellas) al frente de la historia. Esto no sucede con muchos géneros, y quizás es lo que debería haber aprendido el novato en el mundo de las producciones importantes Joel Hopkins. Ya desde el afiche, Hopkins amaga con sintetizar esta película al talento de sus dos grandes figuras, Dustin Hoffman y Emma Thompson. Parecería que una historia de amor interpretada por ellos, no necesita de nada más. Parece y, al menos en esta película, es así, ya que los mejores momentos (o tal vez, los únicos momentos valiosos) ocurren cuando Hoffman y Thompson llenan la pantalla con sus encuentros especiales, con las escenas dedicadas a mostrar cómo dos personas de mediana edad se conocen y se enamoran. El resto es relleno, en este caso un relleno que viene a decir que ambos, tanto Harvey como Kate, están en conflicto con su entorno, y viene a justificar la desolación de ambos que posibilita su encuentro, pero no deja de ser relleno al fín. Si no supiéramos nada de estos personajes, muy probablemente Hoffman y Thompson conseguirían que nos importe su historia de amor de la misma manera en que nos importa con todo el trasfondo que se asoma detrás. Si Hopkins no hubiese elegido una música incidental tan dedicada a reforzar a pies juntillas los momentos dramáticamente más importantes, la historia nos conmovería de la misma manera. Mejor aún, el contexto y el elenco que los rodea no se acerca siquiera al magnetismo de los protagonistas, y la música incidental por momentos molesta, por lo que sin ese contexto y sin esas puntuaciones musicales, el efecto que generaría sería mucho más fuerte, y el espectador podría acercarse mucho más, identificarse mucho más con las sensaciones de los personajes. El contexto de ambos bien podría ser actuar desde el off como un detonante del encuentro, pero como esto es una película y la creencia popular sostiene que a diferencia del teatro, en el cine todo se trata de evitar comprimir las situaciones, de abrir el plano y mostrar todo lo que se puede, esto lamentablemente ni siquiera parece una decisión que Hopkins habría barajado. Una lástima, ya que los encuentros de Harvey y Kate podrían haberse extendido a lo largo de toda la película, sin necesidad de nada más, y dándole al espectador lo que el espectador puede demandar de una película cuyo afiche parece decir tan solo “Hoffman-Thompson-Londres”. Simplemente eso, tres elementos tan grandes, tan poderosos, tan cinematográficos, que pueden solos resolver la fórmula perfecta para una película romántica, sin depender de nada ni nadie más.


Lo mejor de la película: Hoffman-Thompson-Londres

Lo peor de la película: La necesidad de mostrar el entorno que rodea a estos personajes, y la innecesaria puntuación musical.

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Dirección y guión: Joel Hopkins.
País:
USA.
Año: 2008.
Duración: 92 min.
Género: Drama romántico.
Elenco: Dustin Hoffman (Harvey Shine), Emma Thompson (Kate), Eileen Atkins (Maggie), Liane Balaban (Susan), James Brolin (Brian), Kathy Baker (Jean), Richard Schiff (Marvin), Tim Howard (Johnnie), Wendy Mae Brown (Aggie), Bronagh Gallagher (Oonagh), Jeremy Sheffield (Matt), Michael Landes (Peter).
Producción: Tim Perell y Nicola Usborne.
Música: Dickon Hinchliffe.
Fotografía:
John de Borman.
Montaje: Robin Sales.
Diseño de producción: Jon Henson.
Vestuario: Natalie Ward.
Estreno en USA: 16 Enero 2009.

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Biofilmografía de Joel Hopkins

Ganó el premio BAFTA por su primer largometraje “Jump Tomorrow”, la cual fue financiada por Film four. La película fue estrenada en el festival de Sundance. También ganó el premio del público en el Festival de Cine de Deauville y fue niminado a cinco premios en los British Independent Film Awards.

El ha escrito guiones para distintas compañías de cine como Tiger Aspect, Tiny Dancer, The Film Consortium y Working Title.

Hopkins creció en Londres y después de graduarse en artes se fue a estudiar a la Universidad de Nueva York. Su proyecto de tesis “Jorge” ganó el premio Wasserman y el Richard Vague.

 

Filmografía

Last Chance Harvey (2008)

Jump Tomorrow (2001)

Jorge (1998) 

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CÓMO SE HIZO “NUNCA ES TARDE PARA ENAMORARSE”

1. El proyecto

  El estrafalario y original largometraje con que debutó el guionista y director Joel Hopkins, Jump Tomorrow (2001), cautivó a la crítica de ambos lados del Atlántico y le significó el premio BAFTA de 2002 al debutante más prometedor. La cinta también atrajo la atención de la oscarizada actriz Emma Thompson, a quien le embargaba la suficiente curiosidad como para sentarse con Hopkins y considerar juntos la posibilidad de trabajar en un futuro proyecto común. «Me dijo que le encantaba mi trabajo y obviamente soy un gran admirador del suyo» —comenta Hopkins—. «Así que me fui y me puse a pensar en una idea para un personaje que pudiera encarnar. Ése fue el origen de su personaje, Kate, que estaba seguro sería perfecto para Emma.» Para el productor Nicola Usborne, la película era el resultado de una gran colaboración entre los protagonistas y su director, además de un film tremendamente personal para Hopkins. «Apareció con la idea, la escribió, e hizo todo el desarrollo de esa gran relación entre Kate y Harvey. Se crió en Londres, pero ha pasado mucho tiempo en Estados Unidos, y me da la impresión de que no es ninguna coincidencia que este film hable de un norteamericano en Londres que funciona a manera de fusión de los dos mundos de Joel». Según Tim Perell, también productor de Jump Tomorrow junto a Usborne, lo que atrajo la atención de Thompson fue la absoluta carencia de cinismo en el guionista y realizador del film. «La actriz estaba interesada en participar en algún tipo de historia romántica y Joel es una de esas personas que ve el mundo de color de rosa. Desconozco si la razón está en que es absolutamente ingenuo o es que simplemente carece de ese gen irónico que todos los demás parece que tenemos. Pero creo que es uno de los factores por los cuales Emma realmente reaccionó a la obra de Joel. Hay una gran calidez emanando en todo cuanto realiza. Escribió unos personajes tan ricos en detalles que Emma no hizo sino reaccionar positivamente a ello».

  Hoffman y Thompson ya habían trabajado juntos previamente y por primera vez en Más extraño que la ficción (Stranger Than Fiction, 2006). «Tan sólo tuvimos un par de escenas juntos en ese film» —comenta Hoffman—. «Solíamos caminar por las calles aprendiendo nuestros diálogos. Tratábamos de decirlos de modo que la gente pensara que estábamos manteniendo una conversación que ellos estaban escuchando a hurtadillas. Nos caímos muy bien y reaccionábamos al modo de funcionar del otro. Así que al final del rodaje nos dijimos que quizá algún día lográramos hacer juntos una película en que tuviéramos papeles de mayor envergadura. Y entonces, un año después aproximadamente, me telefoneó; se había encontrado con Joel Hopkins, él escribió algo, lo leí, y todos dijimos: ‘¡espléndido! ¡Podemos trabajar juntos!»

  «Dustin y yo éramos conscientes de que teníamos química» —comenta Thompson—. «Sencillamente es algo que en ocasiones sucede, pero no tan a menudo como nos gustaría. Cuando Joel contactó conmigo y me preguntó si tenía alguna opinión acerca de NUNCA ES TARDE PARA ENAMORARSE, le respondí que era absolutamente perfecto para Dustin y para mí: ‘si lo adaptas específicamente para él, creo que podría funcionar’».

  «Habitualmente, esas cosas nunca funcionan» —añade la actriz—. «Todo parece maravilloso: alguien que ha escrito su segundo guión para dos actores en concreto. Parece pan comido, pero lo cierto es que nunca acaba haciéndose. Y si ha ocurrido sólo se debe a que Dustin estuvo de acuerdo en participar y por mucho menos de lo que habitualmente cobra».

  De hecho, el proyecto se bastió rápidamente, según el productor Perell. «Emma leyó el primer borrador del guión en veinticuatro horas y envió un correo electrónico diciendo ‘me encanta, me encanta, me encanta. Hagámoslo. ¿Puedo enviarlo a Dustin?’ ¡No me digáis que no!’

  «Francamente, pensé que todo se convertiría en humo» —comenta Perell—. «Pero unas cuarenta y ocho horas después, envió un correo electrónico de Dustin con una respuesta muy positiva. Más o menos, sólo habían leído el primer borrador del guión, y todos ellos tenían notas, y Joel no dejaba de hacer pequeños ajustes en él mismo, pero lo importante era que teníamos el tipo de compromiso que necesitábamos de Emma y Dustin para avanzar en tiempo récord».

  Perell le llevó el guión a Robert Kessel, del recién fundado estudio Overture Films. «Todos sentíamos cierta sensación de lealtad a Robert» —comenta—. «Ha sido un admirador del trabajo de Joel desde hace muchos años. De hecho, se hallaba en el jurado cuando su cortometraje de la Universidad de Nueva York ganó el Gran Premio. La respuesta de Overture fue increíblemente alentadora así que continuamos la relación con ellos».

  Para Hopkins, la oportunidad de explorar la idea de una relación sentimental entre gente madura, entre dos personajes tan distintos se le hacía irresistible. «Creo que unos personajes de edad algo madura son mucho más interesantes» —comenta el realizador—. «Han experimentado muchas cosas, y tienen mucho más bagaje, lo cual es bueno. El bagaje siempre es interesante».

  Hoffman está de acuerdo: «Creo que una de las cosas que ocurre cuando un matrimonio fracasa es que te das cuenta de que no sabes aquello que creías saber. Sabías que esa persona era la más importante para ti, o creías que lo sabías, pero tu sistema de creencias se hace astillas y te derrumbas. Lo que hace este film interesante es que esas son dos personas que ya no están en la flor de su juventud. Están tan heridos por las esperanzas frustradas de cuanto habían pensado que iban a tener que no quieren comprometerse el uno con el otro, y creo que eso es lo que da al film tensión».

  Como Thompson señala: «De hecho, creo que enamorarse cuando ya tienes una edad es tremendo. Es algo muy grande, particularmente cuando no crees que vaya a pasarte a ti. De un modo u otro, esos dos personajes ya se han resignado. Pero no es que no se hayan esforzado, todavía quieren trabajar y hacer algo bueno y tener una vida interesante. Todavía quieren todo eso, sin embargo, parece que las oportunidades están ya fuera de su alcance».

  «Quiero conocer a gente que realmente creo que existe, que vagamente sea como yo, que se enamore» —añade—. «Gente que no es perfecta, que no es tan bella como para que todo el mundo se vaya con ella. No se ven historias de amor sobre eso, sólo gente bella enamorándose los unos de los otros, y eso me agota, me aburre mortalmente. ¡Me importan un bledo!»

  Thompson nos dice que para su interpretación se basó en mujeres auténticas que conoce las cuales no han hallado a la persona adecuada. «En realidad, no es la edad lo que importa» —nos comenta—. «De lo que se trata es de no ser capaz de dar con ese contacto, y no por falta de ganas. Kate lo intenta de verdad. Pero será únicamente alguien como Harvey, al irrumpir en su vida y no irse de la misma, quien haga que baje la guardia».

  Thompson, ella misma ganadora de un Oscar como guionista, confiesa que acostumbra a ser reticente ante los guionistas que dirigen el propio material. «Sin embargo, Joel ha escrito y dirigido Jump Tomorrow, que en verdad me encantó, por lo que supe que era más que capaz de dirigir su propio guión. Para un joven, que en su segundo largo esté dirigiendo a una leyenda del cine como Hoffman es algo extraordinario. No creo que Joel haya trabajado jamás con un actor que se haga con sus diálogos de un modo tan propio».

  Hopkins admite que en este rodaje cada día aprendía algo nuevo. «Ha sido una experiencia que me ha situado bastante en mi lugar, pero también ha sido sorprendentemente divertida. Me acostumbré a mirar a los actores, pero entonces, súbitamente, les veía en el monitor, y entonces cobraba conciencia y me decía: ¡Dios mío! Pero si son Dustin Hoffman y Emma Thompson ¡y estoy dirigiéndoles!»

  «Kate y Harvey se hallan en un punto de estancamiento en sus vidas muy similar cuando podría decirse que chocan el uno con el otro» —explica Hopkins—. «No van a haber muchas más oportunidades. Creo que el personaje de Dustin siente el tic-tac del reloj y está buscando una ocasión para rehacer su vida. Ha decidido que su destino es esto y súbitamente se hace con una inyección de energía y decide que la va a aprovechar al máximo».

  Hoffman observa que Hopkins es el tipo de director que visualiza cada toma incluso antes de que ponga el pie en el plató, pero no por ello no permite la improvisación. «Se dio cuenta de la energía que Emma y yo teníamos juntos y se mostró abierto a ello» —comenta el actor—. «No sabíamos cómo iban a ir las escenas. A veces veíamos una escena que había escrito y le decíamos: ‘No nos parece que tengamos que decir todo ese diálogo para que la escena funcione.’ Creo que a Joel le gustaba eso».

  El hecho de trabajar con dos actores particularmente dotados y de gran experiencia, dice Hopkins, le hizo reconsiderar algunas de sus ideas preconcebidas sobre la película. «Tomé conciencia de que, de hecho, tengo mejor idea de qué es lo que quiero de lo que me pensaba. A la larga, me permite, creo, ser algo más libre, porque sé que tengo una idea del todo acertada acerca de lo que es la esencia de cada escena. El lado opuesto es que probablemente puedo ser un poco preciosista y decir: ‘Eso no es como lo escribí.’ El desafío consiste en estar abierto a lo que ocurre y en percibir cuándo lo que está ocurriendo en el plató es mejor que lo que uno escribe».

  Tim Perell observa que todo el mundo involucrado en NUNCA ES TARDE PARA ENAMORARSE, desde las estrellas al estudio, cambió de criterio al decidir dejar el proyecto en manos de un director con sólo un largo a sus espaldas. «La primera película de Joel era un film de un millón de dólares con grandes actores, pero que no eran estrellas, y un equipo técnico muy pequeño» —comenta el productor—. «Se trata de un enorme salto para él. Ninguno de nosotros sabía cómo iba a resultar. Ha efectuado un trabajo extraordinario y ha tenido que atender muchísimas cosas. Por primera vez ha realizado un largo con un estudio, con un equipo enorme y un montón de dinero en juego. Ha dispuesto de dos estrellas del cine de primera línea, que le han necesitado a lo largo del film y ha tenido capacidad para conducirlos, ayudarlos y darse a ellos de tal modo que se hace bien perceptible en pantalla de la mejor manera. Puede verse allá, en la pantalla, la comunicación que Dustin y Emma tienen con Joel y la confianza que le han depositado».

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