Estreno en España: 8 Mayo 2009
Puntuación:
Sinopsis
Año 1958, unos niños guardan en una cápsula del tiempo varios documentos. Uno de ellos contiene extraños números. En el presente, John (Nicolas Cage), un profesor de astronomía, encuentra el documento sin entender su significado. Descubrirá que son fechas en las que han ocurrido cosas terribles e intentará evitar que se cumplan las predicciones futuras.
Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky
A Alex Proyas es muy fácil quererlo. La sola dirección de Dark City bastaría para ponerlo en el lugar de extraterrestre dentro de su generación de directores. Antes que esa había realizado su primer film, The crow, famosa por las trágicas circunstancias en las que falleció su protagonista Brandon Lee durante el rodaje. Su lugar en el mundo del cine ha sido siempre muy definido, siempre navegando dentro del género fantástico, planteando propuestas con algún punto en común, pero cada film con códigos propios y únicos. Quizás el único director con el que podría comparárselo es Darren Aronofsky. Ambos establecieron lecturas propias respecto al género fantástico, y ambos poseen un talento y una forma de ver el cine que los convierten en las excepciones que confirman la triste y hegemónica regla de Hollywood. Los dos en algún momento llegaron a ambicionar tanto que terminaron presos de la pretensión más desproporcionada y vacua. En el caso de Aronofsky la desproporción se llamó La fuente de la vida, y pese a ser un film fantástico exacerbado, desproporcionado y con una sobreabundancia de códigos y citas, tanta pretensión era sustentada por una noble historia de amor, y por sus genuinos méritos cinematográficos. Afortunadamente para su carrera, Aronofsky decidió bajarse del caballo luego de esa experiencia y esconderse hábilmente detrás de una historia aparentemente pequeña, pero potente e inolvidable. En el caso de Proyas, nos referimos a esta, su última película. La diferencia es que esta parece no sostenerse con nada. De ninguna manera las falencias de este film apuntan a Proyas como el responsable directo. Señales del futuro carece incluso de la energía de Yo, robot, aunque el empleo absurdo y desproporcionado del digital en aquella (los robots, ay, los robots), se canaliza en escenas muy impactantes en esta. Aquí Proyas hace las cosas bastante bien, logra entregarnos escenas que soñaría cualquier film de ciencia ficción (el avión impactando contra la ruta y la majestuosa secuencia final), escenas clara y notoriamente resueltas mediante recursos digitales, pero aún así creíbles e impactantes. El problema de Señales del futuro no radica en el propio Proyas, sino en la agotadora multiplicidad de códigos y lecturas que se dan cita desde el guión (desde las predicciones alla Nostradamus, hasta referencias bíblicas), elementos que interactuarían de manera más coherente y sólida, si en el medio no se colaran unos seres extraños (luego se conocerá su procedencia), que vienen a rescatar a los “elegidos”, recurso que parece insertado para lograr escapar a la prisión del fin del mundo (prisión que se autoimpone el propio guión). Y Nicolas Cage. Sí, Nicolas Cage de nuevo, una presencia que a esta altura no ayuda, que hace rato viene pidiendo pista para poder escapar de una vez por todas del género fantástico. Proyas hace las cosas bien, como dijimos, pero no alcanza para resolver de manera inteligente una película de ciencia ficción que, antes que grande, está pecaminosamente hinchada de gravedad, cargada de tantos giros gratuitos, que hacen que el propio film afirme un concepto que no puede sostener. Personaje y película afirman que nada es casual, que el destino está escrito, que todo ha sido predicho alguna vez por alguien. Curiosamente, no es el destino el que articula aspectos esenciales de la trama, sino la mera casualidad. Tomemos como ejemplo el hecho de que sea un profesor de astronomía el que se topa con la serie numérica escrita por una niña cincuenta años atrás, lo que llevará a determinar una catástrofe solar, supuestamente provocada por el calentamiento global (mensaje ecologista sacado de la galera, como en la remake de Ultimátum a la tierra). No hay razón aparente, más que un mero recurso de guión, para anticipar al inicio algunos elementos de la catástrofe, por el cual sea el propio profesor de astronomía el que se topa. Mejor dicho, la película lo argumenta apelando al forzado recurso del “todo está predicho de antemano”, demasiado difícil de creer dentro de la lógica numérica que sostiene buena parte de la intriga. Para peor, el hecho de que sea un profesor de astronomía no ayuda en nada al desarrollo de la trama, es un simple elemento que funciona para disponer algunos elementos dispersos y poco más. Y estos son solo algunos de los cabos sueltos que terminan por hacer que esta película implosione por su propia exacerbada desmesura argumental y simbólica, y por no poder sostener una mínima idea conceptual. Demasiado poco para un director de la talla de Proyas.
Lo mejor de la película: Algunas secuencias realmente impactantes.
Lo peor de la película: La mezcla exacerbada de temas y conceptos, la intromisión de los seres extraños, un Alex Proyas descafeinado, y Nicolas Cage.
Dirección: Alex Proyas.
País: USA.
Año: 2009.
Duración: 121 min.
Género: Thriller, ciencia-ficción.
Elenco: Nicolas Cage (John Koestler), Rose Byrne (Diana Wayland), Chandler Canterbury (Caleb Koestler), Lara Robinson (Lucinda Embry/Abby Wayland), Ben Mendelsohn (Phil Beckman), D.G Maloney, Nadia Townsend (Grace Koestler), Adrienne Pickering (Allison), Danielle Carter (Miss Taylor 1959).
Guión: Ryne Pearson, Richard Kelly, Juliet Snowden, Stiles White, Stuart Hazeldine y Alex Proyas.
Producción: Alex Proyas, Todd Black, Jason Blumenthal y Steve Tisch.
Música: Marco Beltrami.
Fotografía: Simon Duggan.
Montaje: Richard Learoyd.
Diseño de producción: Steven Jones-Evans.
Vestuario: Terry Ryan.
Estreno en USA: 20 Marzo 2009.
Biofilmografía de Alex Proyas
Alex Proyas (23 de septiembre de 1963) es un director de cine, escritor y productor australiano. Nacido en Egipto de padres griegos, a la edad de tres años se trasladó con su familia a Sydney. Es director de numerosos videos musicales y comerciales, frecuentemente en asociación con Patrick Tatopoulos.
Su primer trabajo como director fue un proyecto de adaptación al cine del comic The Crow con el actor Brandon Lee. Trágicamente, Lee murió en un accidente durante el rodaje, sólo ocho días antes de terminar el mismo, en marzo de 1993. Después de la muerte de Lee, Alex se propuso finalizar la película como homenaje al actor fallecido, para lo que usó dobles y efectos especiales que le permitieran acabar la película. El cuervo fue finalmente estrenada en mayo de 1994 con gran éxito de crítica.
En 1998, escribió y dirigió la película de ciencia ficción y suspense, Dark City, con malos resultados a pesar de haber obtenido gran cantidad de premios, pero con el tiempo fue ganando adeptos. En 2004 dirigió Yo, Robot, basada en la obra homónima de Isaac Asimov, con Will Smith como actor principal. La película fue un éxito, pero los seguidores y fans de Asimov la acogieron con división de opiniones.
Filmografía
* Señales del Futuro (Knowing) (2009)
* Yo, Robot (2004)
* Garage Days (2002)
* Dark City (1998)
* El cuervo (1994)