Estreno en España: 24 Abril 2009
Puntuación:
Sinopsis
La cinta reúne a un agente de la Interpol (Clive Owen) y a una ayudante (Naomi Watts) del fiscal de Manhattan, quienes intentarán desmantelar un grave caso de corrupción que afecta a una de las entidades bancarias más poderosas. Sacando a la luz las actividades ilegales del banco, y siguiendo la pista del dinero por Berlín, Milán, Nueva York y Estambul, la tenacidad de la pareja terminará poniendo sus vidas en peligro.
Crítica de Cine.com por Leo Aquiba Senderovsky
Los thrillers en serio no aparecen frecuentemente por Hollywood. Sí aparecen thrillers con mucho hincapié en la acción, bonitos, retorcidos, con tantas vueltas de tuerca que uno indefectiblemente no tarda en marearse. Pero thrillers en serio, son pocos. The international está dirigido por el alemán Tom Tykwer, quien saltó a la fama con la ingeniosa pero excesivamente virtual Corre, Lola, corre. En su paso a las grandes ligas, Tykwer fue dejando de lado la virtualidad y el virtuosismo, y comenzó a preocuparse simplemente por hacer bien las cosas. Aquí las cosas no le podrían haber salido mejor. Con un guión que vuelve a explotar el tema de las grandes corporaciones como monstruos bestiales que provocan los grandes males de la civilización, con el impagable “cara de piedra” Clive Owen, a quien cada vez lo adoramos más en este tipo de papeles que no le dan respiro, Tykwer construye un thriller con un sentido claro y contundente. The international sigue al agente Louis Salinger por varias ciudades del mundo, con el fin de desmantelar el accionar de un poderoso banco que se encuentra en pleno negocio armamentístico con poderes políticos violentos, y que comienza a ocuparse de que aquellos que “saben demasiado” terminen convertidos en un tendal de cadáveres. Claro que Salinger estará solo en esa lucha descarnada por develar la verdad, o parcialmente solo si contamos la colaboración que le ofrece una ayudante de un fiscal (una eficiente Naomi Watts). Otro director hubiera apelado al romance en esa relación, pero a Tykwer se le agradece su frialdad y su interés en atenerse a la trama sin indagar demasiado en las vidas de los personajes, que poco aportarían a este thriller. Para que un thriller de estas características funcione, no deberían faltar las escenas de acción. Curiosamente, y por suerte, la acción aparece a cuentagotas, pero cuando aparece, nos regala escenas únicas, como el tiroteo en el Museo Guggenheim (con un Guggenheim recreado a la perfección en estudios). Todas las escenas de acción parecen responder a una misma lógica, siempre que Salinger apunta a un enemigo, el tiro hacia aquel vendrá de detrás del agente, advirtiendo que, dentro del sistema que Salinger pretende ingenuamente desmantelar, todos los hombres son absolutamente prescindibles, y siembre habrá un hombre, o un poder, que desbanque a otro para hacerse con el virtual control del sistema, o para perpetuar una venganza de un poderoso cabecilla hacia otro. Lo importante es que, en todo este entramado de acciones y traiciones, nadie abra la boca y devele los secretos que esconde el banco. La lógica general de la película (desde los continuos saltos geográficos hasta el interés por no ser condescendiente con el sistema al que se enfrenta el agente de turno) responde concretamente al legado de la saga Bourne, y esto está más que claro en la puesta en escena. Pero The international ajusta su irreverencia con notoria lucidez, desplegando un thriller imparable en sus casi dos horas (aun pese a sus pocas y memorables escenas de acción) que “sabe demasiado” y no teme decirlo, aun pese a que, afortunadamente, sepa que no podrá regalarnos un final absurdamente feliz, e inevitablemente caiga en la desolación.
Lo mejor de la película: Su irreverencia en su mensaje político, y secuencias de acción para el recuerdo, como el tiroteo en el Guggenheim.
Lo peor de la película: Que estas tramas no abundaban en Hollywood desde Hitchcock.
Dirección: Tom Tykwer.
País: USA.
Año: 2009.
Duración: 118 min.
Género: Thriller, acción.
Elenco: Clive Owen (Louis Salinger), Naomi Watts (Eleanor Whitman), Armin Mueller-Stahl (Wilhelm Wexler), Ulrich Thomsen (Jonas Skarssen), Brian F. O’Byrne (el asesor), Michel Voletti (Viktor Haas), Patrick Baladi (Martin White), Jay Villiers (Francis Ehames), Fabrice Scott (Nicolai Yeshinski), Haluk Bilginer (Ahmet Sunay), Alessandro Fabrizi (Alberto Cerutti).
Guión: Eric Warren Singer.
Producción: Lloyd Phillips, Richard Suckle y Charles Roven.
Música: Tom Tykwer, Johnny Klimek y Reinhold Heil.
Fotografía: Frank Griebe.
Montaje: Mathilde Bonnefoy.
Dirección artística: Uli Hanisch.
Vestuario: Ngila Dickson.
Estreno en USA: 13 Febrero 2009.
Biofilmografía de Tom Tykwer
Tom Tykwer (Wuppertal, 23 de mayo de 1965) es un compositor, guionista y director de cine alemán.
Tom Tykwer nace en Wuppertal (Alemania) en el año 1965. Peter Pan fue probablemente la primera película que vio, y dice que la fantasía juvenil de crear un mundo mágico paralelo fue una inspiración ese día. El sentido soñador e infantil en Peter Pan le fascinó, como hizo Milagro en Milan de Vittorio de Sica.
Otra experiencia cinematográfica importante fue viendo King Kong (Tom Tykwer, con nueve años, descubre que el cine era artificial, hecho por los hombres). Esta película en particular marcó el principio de su cariño por el género del horror. Tykwer nombra también La Novia de Frankenstein de James Whales y Halloween de John Carpenter como algunos de estos primerizos hallazgos.
En este punto de la adolescencia, empieza a brillar su pasión desenfrenada por el cine. Para conseguir mejor acceso a las películas echó una mano en una película independiente, que le permitió saltarse las restricciones de edad.
Tykwer empezó haciendo películas en Súper 8 a la edad de once años, un ejercicio puramente fanático esencialmente destinado a imitar sus películas favoritas. Como él mismo admite, aburrió a sus sufridores amigos. Sin embargo, continuó trabajando en proyectos similares durante su paso por la escuela.
Quedó aún más impresionado en una visita a Berlín, el aparente paraíso del cine. Cada noche, docenas de películas clásicas eran ofrecidas literalmente.
Tras graduarse en la escuela y enviar numerosas solicitudes sin éxito en prácticamente todas las escuelas de cine europeas, se mudó a Berlín y trabajó como proyeccionista. En 1987 se convirtá en el programador del ambicioso cine Movimiento y, al mismo tiempo, analizaba guiones para el departamento de historia y entrevistaba muchos de sus ídolos cinematográficos para archivos televisivos.
El deseo de hacer sus propias películas no tomó forma hasta que conoció al cineasta Rosa von Praunheim, quien vigorosamente purgó sus fijaciones por el género, impulsándole a crear historias surgidas de sus experiencias personales. Por ejemplo, sugirió a Tykwer grabar discusiones con su actual novia y –de una forma exagerada – transformarlas en un cortometraje. Because (1990) fue proyectado en el Hof Film Festival, que, para Tykwer, era en ese momento una verdadera meca de la cultura cinematográfica. Because fue recibido por el público con risas e identificación compasiva, una reacción totalmente inesperada que marcó al joven director.
Para comunicar intensas verdades personales, pero a la vez desafiar la experimentación formal – que era el modo en el que imaginaba que podía progresar – nació otro cortometraje, Epilog (1992), que hundió a Tykwer en una deuda financiera, pero le permitió a él y a su colega Frank Griebe (cámara) ganar experiencia.
Pero volvamos al Hof Film Festival del 1990, porqué Tykwer conoció allí a Stefan Arndt, que también llevaba un cine en Berlín. Su idea de hacer algo en tándem finalmente dio sus frutos cuando los productores de Kleines Fernsehspiel en la televisión alemana ZDF, dieron a Tykwer la oportunidad de rodar su guión Deadly Maria (Mortalmente María), su primer largometraje. En ella, las influencias del cine de terror que cosechó en su juventud son muy evidentes, pero al final se convierte en un melodrama. La historia (extravagante e inusual) y su forma visual (muy dinámica), agitaron la industria de un modo muy inusual para ser un drama televisivo, consiguiendo un modesto estreno en salas. Sin embargo el éxito fue rotundo. Más de cien festivales proyectaron la película e incluso cines de algunos países como España, Holanda, Suiza, Noruega y Brazil. La reacción del espectador a la primera película televisiva alemana fue impasible (turbadora y emotiva), confirmando el impacto que Deadly Maria había tenido en los festivles.
Junto a Stefan Arndt, Wolfgang Becker y Dani Levy, Tykwer fundó la productora X Filme Creative Pool en 1994. La idea era crear un colectivo de cineastas con el máximo control creativo sobre sus producciones, garantizando, eso si, cierta cantidad de estructura y seguridad financiera. Junto a Wolfgang Becker, Tykwer escribió el guión de Life is All You Get (La Vida en Obras), al mismo tiempo que trabajaba en su segunda película Winter Sleepers (1996/97). Esta vez claramente mayor y mucho más compleja que Deadly Maria. El rodaje en las montañas de Berchtesgaden fue el primer gran reto para Tykwer y su nueva compañía. Las cualidades hipnóticas de la película, típicas del director, llamaron la atención del público juvenil. Se convirtió también en una pieza memorable en los festivales.
Lo único, por entonces, que no iba tan bien en X Filme, era el lado financiero. Un nuevo proyecto tenía que gestarse. Tykwer revisó una idea que le fascinó en Because: la relación entre coincidencia y destino. Una pequeña alteración en el desarrollo de un día puede tener enormes consecuencias, incluso marcar la diferencia entre la vida y la muerte. El resultado fue Run Lola Run (Corre, Lola, Corre), la película más exitosa en ese 1998. La imagen de una Franka Potente pelirroja corriendo las calles de Berlín atrapó al público internacional. Triunfó en el Venice Film Festival, que le dio reputación a nivel mundial, ganando abundantes galardones. Recaudó más de siete millones de dólares en Estados Unidos y, aún más significante, Tykwer fue aclamado por actores y directores de Hollywood, convirtiéndose en un respetable autor con el que poder trabajar algún día.
Para Tykwer ese éxito paso relativamente desapercibido. En ese momento estaba preparando su siguiente proyecto con Franka Potente, quien se había convertido en su novia. No había nombres de famosos en The Princess and the Warrior La Princesa y el Guerrero, por no hablar de la localización (Wuppertal, el pueblo natal del director), que no era muy espectacular. Sin embargo, allí, el director estaba en su elemento, finalmente capaz de hablar (sin problemas financieros) sobre el tema que siempre le había intrigado: El poder instintivo del amor para superar los obstáculos externos y el dolor emocional.
Se acababa de fundar la X Verleih distribution company, que entregó la película a los cines, permitiendo a Tykwer y a sus colegas tener el control absoluto de la distribución. El film fue proyectado en el Venice Film Festival y en más de 30 países. En 2001 ganó una Lola de plata, el premio alemán a la mejor película. Tykwer comenta que La Princesa y el Guerrero fue su película más exitosa hasta la fecha (épica e intimista, personal y universal).
Casi inmediatamente Tykwer se sumergió en un nuevo proyecto. La firma americana Miramax, especialistas en películas premiadas en los Óscars, sugirieron un guión de Krysztof Kieslowski, Heaven (En el Cielo), para ser filmado en inglés por actores de habla inglesa. Tykwer vio sus temas preferentes como la culpabilidad y el perdón en el guión del polaco, en particular la idea de que dos enamorados sean capaces de salvarse mutuamente y así convertirse en uno. Los interpretes fueron Cate Blanchett y Giovanni Ribisi y fue rodada en Turín y Tuscany. Heaven abrió el festival internacional de Berlín en Febrero de 2002, y fue su película más radical hasta el momento. Se estrenó prácticamente en todos los países del mundo y también ganó una Lola de plata.
Sin embargo, en ese momento, Tykwer estaba evidenciando cierto agotamiento creativo, exacerbado por una crisis personal. Se veía a sí mismo al final de un periodo creativo, y estaba confuso, sin saber como proceder.
Recibió la oferta de una compañía francesa para hacer un film de diez minutos para un proyecto coral llamado Paris, je t’aime. La película se tenía que hacer en uno de los veinte distritos de París, y tenía que ser una historia de amor. Aun así, Tykwer quiso hacer una película sobre el final de una relación (un tema autobiográfico en ese punto de su vida). En agosto de 2002, sin apenas pre-producirlo (por falta de tiempo), hizo True con Natalie Portman, Melchior Beslon (Otto en su película La Princesa y el Guerrero), y un equipo reducido, filmando rápidamente en las calles y los cafés de Paris. Una historia de amor es contada a modo de flash-back con una intensa ráfaga de imágenes que Tykwer encontró personalmente liberadoras.
TRUE fue premiada en el festival de Berlín en 2004 en la competición de cortometrajes. Con esta pequeña película Tykwer alcanzó el resultado utópico que siempre había esperado ver en el cine. Tal vez por eso le dio un final feliz…
Se sintió entonces preparado para embarcarse en el reto más grande de su carrera: filmar el Bestseller de Patrick Süskind Perfume: Story of a Murderer (El Perfume: Historia de un Asesino), junto a un nuevo compañero, el veterano productor Bernd Eichinger.
Tykwer encontró en El Perfume la historia de un personaje con un conflicto interior profundo, que intenta buscar el reconocimiento a toda costa. Eso le motivó a hacer este proyecto, ya que sintió cierto paralelismo con su crisis personal.
Con una larga pre-producción, marcada sobre todo por la interminable búsqueda del actor que interpretara a su protagonista, Jean Baptiste Grenouille (que finalmente resultó ser el joven Ben Whishaw), El Perfume fue rodada en Alemania, Francia y España en 2005, en co-producción con estos tres países. Se estrenó en 2006 en Europa y Estados Unidos.
Su última cinta, “The International” fue estrenada durante el 2009; es protagonizada por clive Owen y Naomi Watts.
Filmografía
* The International (2009)
* El Perfume – Historia de un asesino (Perfume: The Story of a Murderer) (2006)
* Paris, je t’aime (2006) (segmento “Faubourg Saint-Denis”)
* True (2004)
* En el cielo (Heaven) (2002)
* La princesa y el guerrero (Der Krieger und die Kaiserin) (2000)
* Corre Lola, corre (Lola rennt) (1998)
* Sueño invernal (Winterschläfer) (1997)
* Die Tödliche Maria (1993)
* Epilog (1992)
* Because (1990)
CÓMO SE HIZO “THE INTERNATIONAL: DINERO EN LA SOMBRA”
“The International: Dinero en la sombra” trata de dos personas que intentan vencer a fuerzas mucho más grandes que ellos” dice el productor Charles Roven. “Nosotros somos títeres dentro del mundo de las grandes empresas y nuestros destinos están siendo arrastrados y empujados según sus planes. Pero la película nos muestra que no importa lo insignificantes que nos podamos sentir, nosotros individualmente podemos marcar la diferencia. En el film, el Agente de la Interpol Louis Salinger (Clive Owen) y la Ayudante del Fiscal del Distrito Eleanor Whitman (Naomi Watts) están decididos a llevar ante la justicia a uno de los bancos más poderosos del mundo: un banco internacional con tentáculos financieros y políticos que incluso llegan hasta los gobiernos de todo el mundo. Aunque su tarea parece imposible, ellos están dispuestos a desmantelar el banco, el cual ha demostrado que no se parará ante nada, incluso asesinando, para conseguir sus propios intereses. Si la historia parece sacada de los titulares de las noticias, dice el director Tom Tykwer, es porque éstos han demostrado que los bancos controlan todos los aspectos de nuestras vidas. “El caos en el cual estamos ahora, comenzó cuando los bancos se aprovecharon de la gente y nos animaron a vivir de la manera que ellos querían que lo hiciéramos. Las decisiones de los bancos tuvieron consecuencias de gran repercusión, nuestras casas están en riesgo, nuestros trabajos están en riesgo, y últimamente hasta nuestra calidad de vida. Los negocios a nivel mundial se han desarrollado dentro de un imperio con ejecutivos de empresas líderes, para quienes el público no importaba, ejerciendo una enorme influencia sobre políticos, la economía, nuestra vida cotidiana, es decir, todo”. Y aunque The International: dinero en la sombra, es un trabajo de ficción que llega a convertirse apropiadamente en una película de suspense, Tykwer dice que el tema central sigue siendo el mismo. “En el centro hay dos personas corrientes, personas como tú y como yo, luchando contra una empresa con sangre fría que parece imparable. Creo que cualquiera puede sentirse identificado con su lucha”.
Este interés en explorar el heroísmo de las personas individualmente contra fuerzas todopoderosas y aplastantes, se ha convertido en una constante de Tykwer. “Salinger no sólo lucha para destapar los crímenes del banco, sino que es también una batalla ideológica”, explica el director. “Los ejecutivos regulan el mundo como un negocio, no como un lugar en el cual los humanos viven y todo tiene sentido. Ellos son en primer lugar pragmáticos y Salinger no quiere saber nada de su visión del mundo”.
La primera vez que Tykwer leyó el guión, le atrapó una escena clave: la historia del héroe, donde Louis Salinger, se encuentra al asesino del banco por casualidad en una calle de Manhattan y una pista poco prometedora se convierte en un cambio trascendental para el caso. La tensión de esta escena, cuando Salinger y sus compañeros siguen al asesino, llega a su momento culmen en el Museo Guggenheim. “Esta escena me dejó una impresión imborrable y me pareció un gran momento de la película”, Tywker recalca.
“Como los sucesos en el Museo Guggenheim se desarrollaron justo después, ahí empecé a creer que ésta se podría convertir en una interesante película. Las ultimas 40 paginas del guión, me lo confirmaron“.
“Creo que Tom es un visionario autentico” opina Owen. “Tiene un fantástico sentido para el cine y una humanidad que refleja en todos su trabajos. “El Perfume: historia de un asesino”, “Corre, Lola, Corre”, “En el cielo”, son estilísticamente muy interesantes, modernistas, y distintas, con personajes muy fuertes. Pero, además, su sentido de la compasión y comprensión de la condición humana es una importante dimensión para su trabajo”.
“Tom tenía una visión muy especifica para lo que buscaba”, dice Roven. “Pero él es también un gran colaborador. Comprende el papel de todo el mundo, y lleva un gran equipo que ha estado trabajando con él, desde el principio de su carrera como director. Es una de las mejores personas con las que he trabajado, no sólo en relación a la hora de montar una película, sino como lo ejecuta. Consigue increíbles actuaciones, él no sólo se limita a seguir el guión, lo realza en cada escena.
“Es responsable del nivel de entusiasmo de todas las reuniones desde que le conozco, hace ya varios años” comenta el productor Richard Suckle. “Tiene una tremenda energía y simplemente ama hacer películas. El es el director de cine con el que realmente te apetece recorrer el largo viaje que precisa una película”.
Aunque es un trabajo de ficción, The International: dinero en la sombra se inspiró en los hechos reales de la caída del Banco Internacional de Crédito y Comercio. Fundado en Karachi, Paquistán en los años 70 por Agha Hasan Abedi, el banco internacional rápidamente se implicó en la mayor operación de dinero de la historia. Además de servicios financieros, el banco se pasó rápidamente al negocio de tráfico de armas, ejército de mercenarios, inteligencia y apoyo al terrorismo. Los legisladores en el Reino Unido y USA finalmente descubrieron estos tratos en 1991 cuando el banco fue a la bancarrota.
Erin Warren Singer, el guionista, dice que el escándalo del BCCI fue “el mayor delito cometido por una empresa en toda la historia”. Al cabo de unos años, desembocando en la actual crisis financiera, hemos visto una escalada de codicia empresarial sin precedentes, pero lo que me fascinó del BCCI fue que era algo más que codicia, ellos eran el banco para quienes trabajaban en todas las latitudes de este mundo, oficinas de inteligencia, traficantes de droga, crimen organizado y tiranos del tercer mundo, saqueando sus propios países”.
El BCCI era un banco que podía proveer a sus clientes de una amplia gama de servicios. Podían trasladar su dinero a cualquier parte del mundo sin dejar rastro, llegando incluso a tener que asesinar o cualquier otra cosa para ello. El BCCI era un banco en el se podía confiar. Eran capaces de operar sin impunidad porque además de las organizaciones terroristas y crimen organizado, los gobiernos, incluido el nuestro, también necesitaron de sus servicios. Aunque el BCCI cerró en los 90, hay actualmente bancos que están involucrados en los mismos tipos de negocios, blanqueando dinero, promoviendo y fomentando conflictos con el fin de beneficiarse de las deudas que ellos mismos crearon. El banco en nuestro film es la versión del BCCI en el siglo XXI y como tal, está mucho más sofisticado y es más destructivo que en el pasado. El BCCI de hoy ha aprendido de los errores anteriores y ha creado organizaciones, cuyas estructuras son tan complicadas que por medio de canales bizantinos es casi imposible que las autoridades puedan seguirle la pista y condenarle por sus actividades ilegales.
Aunque el BCCI le dio la idea, Singer comenta que hacer una película de ficción en el momento actual podía estar en sintonía con el público, viendo en las noticias las sombras que hay en cada escándalo. “Aunque esta cinta fue alentada por sucesos del pasado, fue importante para todos saber que sería relevante en el presente, y desgraciadamente, no creo que nadie pueda discutir el sorprendente paralelismo actual. En ese momento, la operación fraudulenta (Esquema Ponzi) del BCCI se convirtió en la mayor de toda la historia, ni siquiera comparable con el actual escándalo Madoff. El BCCI fue uno de los primeros bancos internacionales que buscó agresivamente la práctica de alto interés en los préstamos”, comenta, “y ahora el sistema financiero mundial está experimentando su peor crisis desde La Gran Depresión, como resultado de esos altos intereses y la manipulación sin escrúpulos de las deudas. La misma política de préstamos de las tarjetas de crédito y de las compañías hipotecarias para endeudar a la sociedad del primer mundo, se utiliza para dominar a países enteros del tercer mundo”.
Además, comenta Tykwer, la licencia poética permitió a los directores de cine libertad para crear un thriller. “No quisimos esconder el thriller detrás de una cortina de hechos y elementos, para probar lo cerca que estaban respecto a los actuales acontecimientos”.
Singer añade, “siempre tuvimos claro que queríamos que la película tuviera el motor de un thriller con la esencia de los 70. Intentamos que guardara el equilibrio entre un film que tuviera el peso suficiente para que pareciera descubrir un escándalo de corrupción, pero que tuviera la velocidad y la tensión visceral de un thriller clásico paranoico”.
The International: dinero en la sombra, requería tener que rodar internacionalmente en cuatro países, a través de dos continentes, esto era algo irresistible para el equipo de filmación. El productor Lloyd Phillips, un veterano de producciones como Amar peligrosamente o 12 Monos, comenta, “el rodaje como otras muchas cosas, se ha hecho mucho más global. Hay estudios de rodaje en Rusia para Rusia, en China para China, o en la India para la India. Me encanta hacer películas en diferentes países del mundo porque el equipo de rodaje mejora y mejora. Rodar en muchos países como hicimos en The International: dinero en la sombra requirió de una cuidadosa planificación, pero el resultado ha sido ampliamente gratificante.