Estreno en España: 26 Septiembre 2008
Puntuación:
Sinopsis
Un grupo de actores pretenden rodar la película bélica más cara de la historia. Después de que los excesivos gastos (y los descontrolados egos de los mimados actores) amenacen con acabar con la película, el frustrado director se niega a parar el rodaje y lleva a su reparto a las profundidades de las selvas del sudeste de Asia para “aumentar el realismo”. Allí se encontrarán por casualidad con unos guerrilleros de verdad y se verán obligados a convertirse en los soldados que interpretan para poder salir de la selva con vida.
Crítica de Cine.com
por Leo Aquiba Senderovsky
A Tropic Thunder, la última película escrita, dirigida y protagonizada por Ben Stiller no le basta con ser la mejor comedia de 2008 y la consagración definitiva de Stiller como realizador, es una de las películas más complejas y originales que ha dado Hollywood en los últimos años, y la reflexión más ácida generada en el corazón mismo de la industria que se haya visto en mucho tiempo. Recientemente vi S.O.B., una de las películas menos conocidas del maestro de la comedia americana Blake Edwards, otro relato descarnado y violento sobre el mundo del cine, con director desquiciado, productor malvado y con Julie Andrews (mujer de Edwards en la vida real) parodiando su carrera y su eterno personaje “para todo público”. Si bien aquella resultaba un relato agridulce y, sobre el final, mucho menos gracioso que dramático (tal vez por eso no fue uno de sus films más exitosos), las semejanzas nos llevan a compararla con Tropic Thunder. Stiller comienza parodiando el cine bélico, desde las películas de Vietnam (la manera en que Tugg Speedman se desploma abatido en el rodaje y hacia el final recuerda al final de Willem Dafoe en Pelotón, y el diálogo en penumbras que sostiene con Kirk Lazarus cerca del final, al rostro de Marlon Brando en Apocalipsis Now) hasta films como Salvar al soldado Ryan. Sin embargo, la parodia del género no es lo principal. Lo esencial de este film es la manera en que se mofa de todos los cánones y estereotipos de la industria. Como en S.O.B., el director enloquece (aunque en este caso además es un británico títere de los productores), el productor parece engendrado por el mismo demonio, aquí se lo ve gordo y pelado (como algún que otro productor hollywoodense) y es interpretado por un desternillante Tom Cruise, que hábilmente parece burlarse de muchos de sus conocidos, y muchos estereotipos de los personajes proceden de fuentes por demás evidentes. Sin ir más lejos, Tugg Speedman tiene un poco de Tom Cruise, Jeff Portnoy (Jack Black) parece ser una mezcla de Tom Green o cualquier comediante de menor valor con los escándalos que rodean la vida de Robert Downey Jr., Kirk Lazarus (el mismo Downey Jr.) se ríe directamente de Rusell Crowe, y en general, de todos los pretenciosos actores “de carácter”, y hasta se encuentra un rapero con el nombre de Alpa Chino. Un paso más allá de esos estereotipos se encuentra la reflexión que rodea a Simple Jack, el fracaso protagonizado por Speedman, quien encarnó allí a un “retardado”. Esta palabra derivó, puertas afuera de Tropic Thunder, un escándalo real con discapacitados que se sintieron ofendidos por el modo en que se trata la discapacidad en la película. Lejos de ser insultante, el uso del término “retardado” viene a cuento de la explicación que hace Lazarus sobre cómo la Academia no premia a los actores que hacen de “retardado total” (ejemplo, Sean Penn en My name is Sam), sino a aquellos que, pese a ser “retardados”, tienen un rasgo que, de algún modo, compensa (como Dustin Hofmann en Rain man, o tantos otros). En realidad, lo que esta clarísima y apabullante reflexión que hace Lazarus viene a mostrar es la terrible hipocresía de la industria del cine sobre un simple rasgo de la sociedad. Kirk Lazarus es el personaje más definido del film, creador de frases como “yo no leo el guión, el guión me lee a mí” o “no dejo el personaje hasta los comentarios del dvd”, ha llegado a someterse a una intervención para alterar su piel, con el fin de “ponerse en la piel” de un negro, satura constantemente al grupo de actores con su imitación constante de los supuestos modismos de la comunidad negra, y termina cayendo en una crisis de identidad, cuando afirma “soy un tipo haciendo de otro tipo, disfrazado de otro tipo”. La batería de situaciones graciosas parten desde el primer minuto (atención al maravilloso tráiler que precede a la película con Kirk Lazarus y Tobey Maguire en una “relación peligrosa”, y al cúmulo de material promocional que apoyó el lanzamiento del film, incluyendo falsos documentales emitidos en televisión, en un acto de coherencia marketinera muy pocas veces visto), y no paran durante todo el film, enfocándose en un desatadísimo Jack Black, interpretando a un actor en forzoso período de abstinencia (lo cual podría llevar la situación hacia lo políticamente correcto, pero inteligentemente evita pasar por allí), y en Tugg Speedman volviendo a interpretar a “Simple Jack” para los traficantes de heroína que lo han secuestrado (liderados por un niño, en otra decisión que acertadamente se corre de lo convencional). Aún más allá de todo, de toda la anarquía satírica desplegada a lo largo del film, de la forma descomunal en que el equipo que integra el film se ríe de sí mismo, de sus colegas, de los representantes y de toda la industria, los personajes y las situaciones adquieren una autonomía tal que la segunda mitad de la película parece un film bélico con gags cómicos. Ben Stiller parte de la vereda de enfrente para llegar al corazón mismo del género y de la industria, y regalarnos una comedia que no tendrá la frescura y la estructura compacta de su disparatado film anterior, Zoolander (inevitable a la hora de reseñar la comedia americana heredera de Saturday Night Live, cuya frescura se debía principalmente a su elenco, a Stiller, pero también a Will Ferrell, Owen Wilson y Jerry Stiller), pero que afina la puntería en todo sentido y se convierte en la mejor sátira sobre el costado más perverso de Holywood, surgida en las mismas entrañas de la industria. La prueba más fehaciente que el cine americano se ha vuelto un cúmulo de previsibilidades, con el dinero como primer y último fin. La salvación, una vez más y como siempre, vendrá en manos de la comedia, el único espacio que se permite innovar en la industria. Qué mejor que Ben Stiller, un experimentado actor de comedia, y uno de los mejores directores de comedia que han surgido en los últimos diez años, para contarnos lo que Hollywood es en verdad, lo que todos ya sabemos, pero pocas veces podemos ver denunciado en pantalla grande, y de manera tan original.
Dirección: Ben Stiller.
País: USA.
Año: 2008.
Duración: 106 min.
Género: Comedia, acción.
Elenco: Ben Stiller (Tugg Speedman), Jack Black (Jeff Portnoy), Robert Downey Jr. (Kirk Lazarus), Brandon T. Jackson (Alpa Chino), Jay Baruchel (Kevin Sandusky), Danny McBride (Cody), Steve Coogan (Damien Cockburn), Bill Hader (Rob Slolom), Nick Nolte (John Tayback), Brandon Soo Hoo (Tran), Reggie Lee (Byong).
Guión: Ben Stiller, Justin Theroux y Etan Cohen; basado en un argumento de Ben Stiller y Justin Theroux.
Producción: Ben Stiller, Stuart Corfeld y Eric McLeod.
Música: Theodore Shapiro.
Fotografía: John Toll.
Montaje: Greg Hayden.
Diseño de producción: Jeff Mann.
Vestuario: Marlene Stewart.
Estreno en USA: 13 Agosto 2008.
Biofilmografía de Ben Stiller
Benjamin Edward Stiller (Nueva York; 30 de noviembre de 1965); actor, cómico y director de cine estadounidense ganador del Emmy.
Stiller es conocido por protagonizar películas como Loco por Mary, Zoolander, Mi novia Polly, El padre de la novia y su secuela Los padres del novio.
Stiller nació en Nueva York y creció en Manhattan, siendo el segundo hijo de unos conocidos cómicos: Jerry Stiller y Anne Meara.
De pequeño sus padres a menudo le llevaban a los platós donde actuaban y por eso mostró un temprano interés por el cine, realizando películas en súper 8 con su hermana y sus amigos. A los 10 años debutó como actor en la serie de su madre,Kate McShane.
En 1983 ingresó en la Universidad de California (en Los Ángeles) para estudiar de cine. Pero al cabo de nueve meses lo dejaría para regresar a Nueva York e intentar abrirse camino en el mundo del cine. Para tal propósito empezó a presentarse a castings mientras buscaba un agente que le representara.
Consiguió un papel en una reedición de The House of Blue Leaves (de John Guare) en Broadway junto a John Mahoney. Esta obra ganaría cuatro Tonys.
Stiller produjo un falso documental satírico cuyo protagonista era su compañero Mahoney. Su trabajo como cómico fue muy bien recibido y le permitió realizar un cortometraje de 10 minutos llamado The Hustler of Money, una parodia de la película El color del dinero (de Martin Scorsese), en la que Stiller hacía el papel de Tom Cruise y Mahoney el de Paul Newman, pero en vez de jugar al billar jugaban a los bolos. El corto llamó la atención y se emitió en Saturday Night Live en 1987. Dos años después le ofrecieron un puesto de guionista en el citado programa. También tuvo un pequeño papel en la película El imperio del sol (de Steven Spielberg).
Stiller dirigió Reality Bites y Un loco a domicilio. Más tarde, dejó de lado sus ambiciones de dirigir para participar en Algo pasa con Mary, que lanzó la carrera de Stiller a la estratosfera. Otro intento como director fue en 2001 con Zoolander que fue bastante bien recibida, lo que mostró que se podía ser una estrella delante y detrás de la cámara.
Aunque Stiller es más conocido por sus papeles en películas, ha aparecido en varias sitcom, siendo la primera en 1997 en Friends en el episodio 322 llamado El del gritón en el que hacia de ‘Tommy’, el novio gritón de Rachel. En últimos años ha hecho cameos notables en series de éxito como Arrested Development, Curb Your Enthusiasm y en la sitcom inglesa Extras. Stiller aparecía como una versión opuesta. En Arrested Development hizo de “Tony Wonder”, el mago ‘guay’.
En mayo del 2000, Stiller se casó con Christine Taylor, con quien empezó a salir durante el rodaje del capítulo piloto para la FOX de una serie que nunca se emitiría que se llamaba Heat Vision and Jack, en la cual aparecía el actor Jack Black. Christine también ha salido en películas con Ben Stiller como Zoolander y Dodgeball. La pareja tienen un hija, Ella Olivia, nacida el 1 de abril de 2002 y un hijo Quilin Dempsey, nacido el 10 de julio de 2005.
Su hermana mayor Amy Stiller también es actriz.
En abril de 2005, la promoción de 2005 de la Universidad de Princeton nombró a Stiller miembro honorario en su “Senior Week”.
Filmografía
# Tropic Thunder (2008)
# Zoolander (2001)
# The Cable Guy (1996)
# Reality Bites (1994)
# Elvis Stories (1989)
CÓMO SE HIZO “TROPIC THUNDER: ¡UNA GUERRA MUY PERRA!”
1. El proyecto
“La inspiración de Tropic Thunder, una guerra muy perra se remonta a 1987”, dice Stiller. “Tuve un papel cortísimo en El imperio del sol, de Steven Spielberg. En aquel tiempo, todos mis amigos actores estaban haciendo películas de Vietnam como Platoon y La colina de la hamburguesa y acudían a campos de entrenamiento durante dos semanas. Luego, en las entrevistas, decían: ‘Este campo de entrenamiento ha sido lo más intenso que he experimentado en mi toda mi vida y al final hemos logrado una gran unidad y un gran grupo'”. Stiller hace una pausa y ríe. “Me parecía divertido que los actores hablaran de esta experiencia increíblemente intensa cuando en realidad no tenía nada que ver con ser soldado e ir a la guerra. Esta especie de engreimiento y de compromiso me parecía graciosa. No veía manera de plasmarla en una película”.
Stiller se asoció con el también actor Justin Theroux y comenzó a trabajar en un primer boceto de Tropic Thunder, una guerra muy perra. “Tuvimos una primera idea y un bosquejo durante algunos años”, dice Theroux. “Sin embargo, nos llevó algún tiempo concebir el resto de la lógica y el ritmo de la historia. Hicimos muchísimos bocetos en el transcurso de cinco años”. Con Theroux viviendo en Nueva York y Stiller en Los Ángeles, los dos trabajaban en las escenas y se las enviaban por e-mail. “El guionista Etan Cohen se unió a nosotros y aquello se convirtió en una libre competencia”, continua Theroux. “Era exactamente lo que uno espera de la experiencia de escribir un guión: risas y diversión a tope”. Al final, el trabajo del trío evolucionó en un guión de rodaje “sobre una exagerada y costosísima producción de Hollywood con un ramillete de actores que ni trabajaban, ni investigaban para sus papeles, que casi ni se aprendían sus frases y que estaban más obsesionados por cómo iban a lucir en una película bélica que sobre el contenido de la misma”, explica Theroux. “Por supuesto, el director no tiene ningún control sobre sus actores, por lo que se vuelve majareta. Por eso, él y John “Four Leaf” Tayback, que escribió un libro superventas de memorias llamado Tropic Thunder, una guerra muy perra, traman un plan para secuestrar al reparto, llevarlo a la selva y rodar la película al estilo El proyecto de la bruja de Blair. Sin jefes. Sin ayudantes. Sin masajistas. Sin caravanas. Sin cámaras digitales TiVo. Se ensucian, se cubren de arena y de barro, todo como en la vida real, con miedo y emociones auténticas”.
Con ese concepto rondándole en la cabeza, Stiller se negaba categóricamente a que la película fuera una parodia. “El reto consistía en que no fuera sólo una película de acción ni una simple burla”, explica Stiller. “Al fin y al cabo, tienes que darle a la película una cierta dosis de realidad y preocuparte por estas personas o no funcionará. Definitivamente, Tropic Thunder, una guerra muy perra está influida por muchas películas bélicas serias, porque me encanta ese género y soy un auténtico seguidor de este tipo de obras. Pero, aun así, se trata de Hollywood y todo ahí es exagerado. Incluso con lo excesiva que es la película, consigue conservar un nivel mínimo de realidad”.
“Ben tiene un tremendo don para hacer cine”, observa el compañero de Stiller en la producción, Stuart Cornfeld. “Para escribir algo tienes que imaginarlo antes y, una vez que lo hayas conseguido, dirigir es plasmar esa visión. Ben vio claramente que la película tenía que moverse en esta línea, sabía exactamente lo que quería hacer y qué había en la película que no estaba impreso en la página”.
“Escribir, dirigir, producir y actuar supone mucho trabajo, pero estaba seguro de que Ben podría soportarlo”, continúa diciendo Cornfeld. “Cuando trabajamos juntos en Zoolander, un descerebrado de moda, me sorprendía verle cargar con la responsabilidad de dirigir y producir tras las cámaras y, luego, ponerse delante de ellas y ofrecer su magnífica interpretación. He llegado a creer que la actuación le da energías. Cuando se coloca delante de las cámaras, es capaz de sumergirse en el personaje y deleitarnos con su interpretación, su capacidad de improvisación y su actividad. De un modo extraño, creo que llevar esos sombreros le imprime energía a la toda la producción”.
El co-protagonista Jack Black se muestra de acuerdo. “Ben ha hecho muchas películas buenas y ahora también escribe y dirige. No obstante, esta es la película más importante que ha dirigido nunca. Tiene grandes tomas épicas con helicópteros a través de la niebla esquivando las montañas, fuego de ametralladora, enormes explosiones y muchos extras. Por tanto, tiene que conseguir que sea divertida. Y le sale bien. Es un profesional, sabe perfectamente lo que quiere hacer y ha sido estupendo trabajar con él”.
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