Crítica UNA PAREJA DE TRES

Estreno en España: 18 Marzo 2009

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Sinopsis

Mientras cae la nieve en su noche de bodas, los recién casados John y Jenny Grogan (Owen Wilson y Jennifer Aniston) toman la decisión de dejar atrás los duros inviernos de Michigan y trasladarse al sur para iniciar su nueva vida en la zona oeste de Palm Beach, Florida. Consiguen trabajo en periódicos rivales de la localidad, adquieren su primer hogar y comienzan a enfrentarse a los desafíos que suponen un nuevo matrimonio, nuevas carreras profesionales y, posiblemente, la decisión que transformará sus vidas: formar una familia. Dudando de su capacidad para criar a un niño, John le confiesa su inquietud a su amigo y compañero de trabajo Sebastian (Eric Dane), a quien se le ocurre la solución perfecta: John tiene que regalarle a Jenny un cachorro. “Es facilísimo”, dice Sebastian, “sólo tienes que pasearlos, alimentarlos y dejarlos sueltos de vez en cuando”. Y entonces llegó Marley. Los Grogan adquieren una monada de perro, un Labrador de pelo rubio y poco más de cinco kilos peso, que en nada de tiempo crece hasta llegar a ser una apisonadora de casi 46 kilos y con una energía tan arrolladora que convierte el hogar de los Grogan en un completo caos.

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Crítica de Cine.com
por Leo Aquiba Senderovsky

Marley y yo (tal su título original), está basado en el libro homónimo de John Grogan, que recoge sus columnas protagonizadas por su perro Marley. Este solo hecho ya sirve para diferenciarla del resto de las comedias familiares con perro protagonista. Lo que se cuenta está anclado en una historia real, aunque con ciertas convenciones de este subgénero, pero ciertamente alejada del esquematismo habitual de estas historias. Lo que se cuenta es la historia de una pareja que comienza a articular su familia a partir de la adopción de un cachorro, un “perrito de liquidación” como ellos lo llaman, revoltoso e indomable, capaz de destruir todo a su paso. La familia comienza a cimentarse a partir de esa adopción, y luego, con la llegada de los hijos. La película carece de cualquier tipo de pretensión más allá de la ternura de su historia, reforzada por muy buenas actuaciones de Owen Wilson y Jennifer Aniston, que le aportan frescura a una trama sencilla, sin grandes conflictos (los mayores conflictos radican en las sucesivas mudanzas por trabajo de la familia, el debate de John entre ser reportero o dedicarse a escribir columnas, y las veces en las que la pareja se plantea renunciar a la tenencia del perro Marley por su carácter incontrolable y el peligro que representa para sus hijos). En muchas oportunidades, llegamos a entender a esta pobre pareja que debe lidiar con un perro indomable, pero finalmente, Marley termina ganándose el corazón de todos con su enorme ternura. Una historia simpática, entre la comedia y el drama, que más allá de la relevancia del perro, o quizás a partir de su inserción en la historia, llega a establecer una reflexión sobre las dificultades que devienen de intentar construir una familia, la posibilidad de dejar de lado los planes agobiantes y el dejarse llevar por las oportunidades que presenta la vida a la hora de construir un futuro para una pareja y los hijos. En definitiva, más que un simple “perro de liquidación”, Marley no es otra cosa que la posibilidad de que la vida le entregue a una pareja el aire y el amor necesario para establecer y desarrollar una familia, con el consiguiente y constante juego que genera un perro revoltoso en una familia en constante crecimiento.

Lo mejor de la película: La enorme simpatía que despierta la dupla Wilson-Aniston (con perro de por medio), y la reflexión que aporta sobre la construcción de la familia.

Lo peor de la película: La extensión de la agonía de Marley, que genera algún que otro golpe bajo sobre el final.

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Dirección: David Frankel.
País:
USA.
Año: 2008.
Duración: 115 min.
Género: Comedia romántica.
Elenco: Owen Wilson (John Grogan), Jennifer Aniston (Jenny Grogan), Eric Dane (Sebastian Tunney), Alan Arkin (Arnie Klein), Kathleen Turner (Sra. Kornblutt).
Guión: Scott Frank y Don Roos; basado en el libro de John Grogan.
Producción: Karen Rosenfelt y Gil Netter.
Música: Theodore Shapiro.
Fotografía:
Florian Ballhaus.
Montaje: Mark Livolsi.
Diseño de producción: Stuart Wurtzel.
Vestuario: Cindy Evans.
Estreno en USA: 25 Diciembre 2008.

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Filmografía de David Frankel

# Marley & Me (2008)

# The Devil Wears Prada (2006)

# “Entourage” (2 episodios, 2004)

# “Sex and the City” (6 episodios, 2001-2003)

# The Pennsylvania Miners’ Story (2002) (TV)

# Just Like You Imagined (2002)

# “Band of Brothers” (2 episodios, 2001)

# “Grapevine” (2000) serie TV

# “From the Earth to the Moon” (3 episodios, 1998)

# Dear Diary (1996)

# Miami Rhapsody (1995)

# “Grapevine” (1992) serie TV

# “Doctor Doctor” (1989) serie TV

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CÓMO SE HIZO “UNA PAREJA DE TRES”

  El libro de John Grogan Marley & Me, y sus temas universales del matrimonio y la familia, conmovió a millones de lectores, de todas las clases sociales, que lo elevaron hasta los primeros puestos de las listas de best sellers. “Gente de todo el mundo me escribía cartas contándome que el libro reflejaba sus vidas”, dice el autor”. [Esta conexión fue] en cierto modo fortuita; yo simplemente di con ello. Pero mucha gente, por supuesto, se enamora, se casa y construye una familia, y de eso habla Marley & Me. Aunque el libro y la película tienen en su título el nombre de un perro, ambas producciones cuentan mucho más que la historia de tal perro. “[Marley & Me] no es la historia de un perro”, dice Grogan. “Cuando lo escribí, no pensé que fuera un libro sobre un perro, y sigo sin pensarlo. Lo consideré un relato de cómo se forma una familia, con el perro haciendo de catalizador. Es una comedia con un trasfondo emocional”. El realizador David Frankel, responsable de la dirección de UNA PAREJA DE TRES, se hace eco de la opinión del autor. “La historia trata sobre los pros y los contras de ser joven y enamorado y enfrentarse a las complicaciones del matrimonio. También trata de los sueños que hay que sacrificar por el bienestar de los hijos y sobre la dificultad de conciliar trabajo y familia. “Sobre todo”, añade Frankel, director de la popular comedia “El Diablo Viste de Prada”, “habla de la vida, de la montaña rusa que es la vida y que todos experimentamos”. “UNA PAREJA DE TRES trata del matrimonio y de conciliar trabajo y familia”, dice Jennifer Aniston, que interpreta a Jenny Grogan. “Trata de todas las cosas que afectan a la mayoría de la gente en sus relaciones personales. Te crees que es una historia sobre un perro revoltoso –y lo es– pero es muchísimo más que eso. Hay algo en los Grogan y en Marley que conecta de una manera universal”. “Trata sobre el viaje que Marley emprende con los Grogan,” añade Owen Wilson, que interpreta a John Grogan. “Marley les hace recordar lo divertida que puede ser la vida”.

  Si UNA PAREJA DE TRES no es la “historia de un perro”, el chucho del título es desde luego un importante personaje en el rabo…, digo, en el relato. Teniendo en cuenta la definición de Grogan en cuanto a que Marley es un “catalizador” en la dinámica de la familia Grogan, Frankel señala que “la historia nos cuenta lo importante que la perspectiva de un perro puede ser para nosotros, y concretamente para los Grogan. Los perros son maravillosos porque no piensan en el futuro o en el pasado; sólo conocen la alegría de vivir el presente. Y los humanos, desgraciadamente, a menudo lo olvidan”.

  Las lecciones que Marley enseña a los Grogan son muchas, y empiezan incluso antes de que el cachorro sea acogido por la pareja. Admitir a Marley en su hogar tiene como objetivo, en principio, prepararse de alguna forma para la paternidad. John todavía no se siente seguro de estar preparado para ser padre y aún siente envidia de la despreocupada vida de soltero de su amigo Sebastian, interpretado por Eric Dane. “John advierte que Sebastian tiene más oportunidades profesionales”, dice Owen Wilson. “Las personas solteras tienen una vida más flexible. Pueden aprovecharse más de las oportunidades porque tienen menos responsabilidades y obligaciones [que las personas casadas]”.

  “Sebastian lleva una vida de soltero aparentemente ideal”, dice Eric Dane, quien incorpora al Dr. Mark “McSteamy” Sloan en “Anatomía de Grey”. “Sebastian está siempre dispuesto a escuchar a John y a darle consejo, tanto tiempo como tarde una mujer hermosa y potencial conquista en pasar a su lado y distraer su atención”.

  “Pero al final del día”, Wilson advierte, “Sebastian está solo, y en John existe una fuerte convicción de que ha elegido lo correcto [ser un hombre de familia] y que no hay nada tan poderoso como el amor por –y de– tu familia”.

  John y Sebastian trabajan en el periódico South Florida Sun-Sentinel, también favorecido por las “aventuras” de Marley. Marley inspira las columnas que John escribe para el periódico, un hecho que no pasa desapercibido a su editor, Arnie Klein, interpretado por el oscarizado actor Alan Arkin (“Entre copas”). La relación entre John y Arnie, un huraño periodista de la vieja escuela, es de mutuo respeto e interés. John, periodista de raza, se ha convertido en columnista –a su pesar– obligado por Arnie. “Arnie piensa que John es un tipo decente, algo desorientado, pero un tipo decente”, dice Arkin. “A Arnie le impresiona el talento literario de John, incluso en sus relatos sobre Marley, pero debe afianzar en John la idea de que su destino es escribir columnas”.

  Entre las desventuras de Marley narradas por John destaca un desafortunado intento de domesticar al revoltoso labrador llevándole una temporada a una escuela local de adiestramiento canino. A John y Jenny les dice la señora Kornblutt (Kathleen Turner), la marcial instructora de la escuela, que ningún perro ha fracasado con su programa. Pero la señora Kornblutt aprende que siempre hay una primera vez, especialmente cuando se trata de Marley. Hasta que Marley irrumpió estrepitosamente en la clase de Kornblutt, no había habido nadie –de dos piernas o de cuatro patas– que se hubiera atrevido a enfrentarse a los severos modos de la instructora. “Ella es una persona muy sensata”, dice Turner de su personaje. “Insiste en que no hay perros malos, únicamente malos dueños de perros, y regaña a los Grogan durante toda la clase”. Es decir, hasta que Marley da rienda suelta a toda su capacidad de indisciplina, y la señora Kornblutt le invita a abandonar su escuela.

  El reparto de la película –en realidad, todo el equipo de producción– se sintió identificado con los temas que trata la película: amor, matrimonio, familia y un cachorro con tendencia a causar problemas. David Frankel sintió una especial empatía con la historia de Grogan. “Mi familia está llena de gente con perro”, afirma el director. “Nosotros tenemos cuatro perros increíbles que nos provocan muchas situaciones de risa. Luego está el vínculo geográfico: John vivía en el sur de Florida y yo vivo en Miami”.

  Quizás la conexión autobiográfica más fuerte entre el realizador y la temática del filme esté esbozada en una escena. Frankel explica: “Marley se ha comido el collar de Jenny, y Owen, en el personaje de John, está en la parte trasera de la casa buscando la extraviada joya entre la caca de Marley. John dice: ‘No es así precisamente como me había imaginado mi vida, regando la caca en el jardín de casa’. Pues bien, yo me paso gran parte de los días en el jardín de casa regando la caca de mis cuatro perros, y se me ocurre el mismo pensamiento que a John”.

  Aparte de las coincidencias autobiográficas, Frankel dice que lo que verdaderamente hizo de esta producción algo especial para él fue la química en pantalla entre Owen Wilson y Jennifer Aniston. “Ese tipo de magia es la suerte de un espectáculo”, dice Frankel. “Cuando juntas a dos destacadas estrellas de cine, ambas brillan de una forma apasionante”.

  Esta magia también se hizo aparente para ambas estrellas. “Owen Wilson es simplemente sensacional”, dice Aniston. “Es tan bueno en su trabajo, tan profesional, y es un actor tan generoso. Nos divertíamos mucho cuando teníamos que enfrentarnos, y en la película consigue algunos momentos realmente especiales”.

  Wilson, a su vez, dice que admiraba mucho el trabajo de Aniston. “Su instinto es increíble”, dice el actor. “Ella actúa mejor de lo que nunca hubiera podido imaginar”.

  W.C. Fields es famoso por haber sido el primero en pronunciar la inmortal frase “Nunca trabajes con animales o con niños”. Fields probablemente se habría sentido bastante desdichado en el plató de UNA PAREJA DE TRES, que contaba con un buen surtido de animales y niños. Pero tanto el reparto como el equipo de la película no podrían haber sido más felices por este hecho. “Teníamos bebés, cachorros, niños, perros adultos, perros viejos, chicos, y todos teníamos una pelota”, dice Aniston.

  Producción empleó 22 perros para representar a Marley, cuya edad en la historia llega hasta los trece años. Once de los 22 “Marleys” eran cachorros, un buen número de ellos necesarios por el programa de trabajo de la película, ya que para rodar una secuencia completa de UNA PAREJA DE TRES, el cachorro utilizado en una escena concreta ya habría crecido demasiado para ser usado de nuevo en una escena rodada semanas más tarde. Otros “Marleys” utilizados en plató tenían una edad comprendida entre los seis meses y los catorce años.

  Dada la gama de edad de los distintos Marleys, Frankel y el responsable del adiestramiento de los animales, Mark Forbes, tuvieron que planear cuidadosamente qué perro –de qué edad– era el adecuado para cada escena concreta. (Aproximadamente el 65% de la historia ocurre cuando Marley tiene de 1 a 6 años).

  Pero trabajar con los Marleys era algo más que listas, gráficos y complicada programación. Fue una producción que permitió a los perros ser… bueno, perros. Mark Forbes concreta: “Nosotros no adiestramos a nuestros perros para hacer cosas que un perro normalmente no haría. Esta película trata de una familia de verdad que tenía un perro de verdad. Aquí no hay trucos absurdos o animales que hablan”.

  Llevando esta idea algo más allá, los adiestradores dejaron a Marley ser Marley, lo que significa que, dado que el personaje en pantalla era tan revoltoso, tenía sentido permitir a los “actores” descontrolarse. “Preparar a los perros [para la película] fue prácticamente una especie de anti-adiestramiento”, señala Forbes. “Normalmente intentamos crear unos comportamientos determinados y los perros están muy bien adiestrados. Con UNA PAREJA DE TRES, los perros no sólo llegaron a ser perros, sino que fueron los más rebeldes, indomables y descontrolados perros del mundo. ¡Nosotros alentamos la mala conducta!

  David Frankel, firme defensor de permitir a los perros ser perros, los filmó incluso durante los ensayos, en la convicción de que su comportamiento imprevisible podría dar lugar a la mejor “toma” en un momento dado. El Marley principal, un perro llamado Clyde, era previsiblemente imprevisible, justamente como su álter ego cinematográfico, por tanto, Frankel optó por no ensayar con él en absoluto. “Es un perro adiestrado para actuar como si no lo estuviera”, dice el director, “y era apasionante observarlo trabajar. Cada vez que le filmábamos añadía algo a la escena realmente divertido y lleno de energía”.

  Durante las primeras semanas del “desadiestramiento”, los perros aprendieron órdenes básicas como cómo sentarse, incorporarse, tumbarse y ajustarse a sus marcas. Durante el período siguiente, los cachorros estaban ya adaptados a las localizaciones del rodaje, y en la parte final de su preparación habían perfeccionado su “talento”. Los cachorros de Marley empezaron su adiestramiento a la madura edad de ocho semanas y rodaron después hasta que tuvieron unas doce. Posteriormente se adiestraba otra hornada de pequeños Marleys.

  Los sucesos que John Grogan narró en su libro suceden mayormente en el sur de Florida, donde John y Jenny establecieron su primer hogar, y en Pensilvania, donde la familia Grogan residió posteriormente y vive todavía en la actualidad. Estos escenarios son esenciales tanto en el libro de Grogan como en la película, que se rodó en localizaciones de estos dos estados. “Invertimos mucho tiempo en buscar la localización idónea para reflejar a la perfección la esencia de la historia”, dice el responsable del diseño de producción Stuart Wertzel. “David Frankel quería que se reflejase un cierto grado de caos en la película; no deseaba que [las localizaciones y los decorados] tuvieran una apariencia perfecta. La vida de John y Jenny está en permanente estado de cambio, siempre transformándose”.

  Inicialmente, John y Jenny comienzan su vida matrimonial en una casa de la zona occidental de Palm Beach. A medida que su familia crece, los Grogan se trasladan a una casa más amplia en Boca Ratón. La última mudanza de la historia trasladó la producción a Filadelfia, así como a la zona rural de Pensilvania y a las ciudades del oeste de Chester, Birmingham Township y Uniondale. “Cuando se mudan a Pensilvania, Marley y los Grogan ya han crecido juntos”, dice Wurtzel. “John está finalmente haciendo el tipo de periodismo que realmente le gusta, Jenny ha encontrado el equilibrio y Marley ha sido testigo de sus buenos y malos tiempos”.

  Para reflejar la madurez y el aumento de la familia, Wurtzel quería que el hogar de los Grogan en Pensilvania tuviera un ambiente cálido, sólido y acogedor. La casa de piedra que Wurtzel y el equipo de producción encontraron en la zona rural de Birmingham Township impresionó tanto a los verdaderos John y Jenny Grogan que la pareja decidió comprar una similar.

  Los paralelismos entre la vida verdadera y la “cinematográfica” de los Grogan no acabaron aquí. Los Grogan hacen un cameo en la película participando en la secuencia de la escuela de adiestramiento. Era el arte imitando a la vida –y viceversa– tener a los Grogan interpretando una escena que realmente sucedió en sus vidas y tener a Owen Wilson y Jennifer Aniston recreando ese recuerdo justamente delante de ellos. “Fue un momento muy divertido, un ‘recuerdo’ que la película estaba plasmando realmente”, dice John Grogan. “Y es que verdaderamente estaban haciendo una película sobre Jenny y yo”.

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